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Estados Unidos advierte sobre las inversiones a largo plazo en gas

El emisario climático de Estados Unidos, John Kerry, remarcó que después de 2030 "será importarte" capturar las emisiones de gas. Cuestionó la rentabilidad de los proyectos gasíferos en la próxima década.

El emisario de Asuntos Climático de Estados Unidos, John Kerry, advirtió contra la inversión en proyectos de gas a largo plazo en África tras descubrimientos recientes tanto offshore como en tierra. Destacó que el gas se utilice con fines de transición aunque advirtió que, después de 2030, también «será importante capturar las emisiones de gas«.

«Se puede utilizar gas natural con fines de transición. No decimos no al gas. Decimos que está bien que durante los próximos años el gas reemplace al carbón o al petróleo. No obstante, después del 2030 será importante también ser capaces de capturar las emisiones de gas», marcó Kerry el jueves pasado en una reunión con los ministros africanos de Medio Ambiente que tuvo lugar en Dakar, Senegal.

Los países de la región buscan aprovechar los descubrimientos recientes de petróleo y gas. Por eso, la financiación continua de estos proyectos se convirtió en un tema clave para los países que planean impulsarlos durante una cumbre climática de las Naciones Unidas en Egipto en noviembre.

Senegal y otros países de la región tienen como objetivo comenzar a producir petróleo y gas, lo que esperan ayude a impulsar su producción de electricidad y frenar la pobreza energética. En efecto, más de 600 millones de personas (el 43% de la población) de África, no tienen acceso a la electricidad. La mayoría está en África subsahariana, según la Agencia Internacional de Energía.

Los países africanos argumentan que necesitan inversiones para desarrollar sus recursos energéticos, incluidos el petróleo y el gas. Esta situación se complejizó con el acuerdo firmado por 19 países para dejar de financiar proyectos de extracción de hidrocarburos fuera de ellos a fines de 2022.

Kerry explicó que la cuestión a resolver ahora es cómo ayudar a los países del continente que no tiene gran cantidad de emisiones de carbono. El referente marcó que deben «desarrollarse sin cometer errores que otros cometieron, permitiéndoles ser lo más verdes posible sin crear más problemas».

La viabilidad de los proyectos de gas a largo plazo podría «convertirse en un problema» si la mira está más allá del 2030. Ese año fue elegido por muchas naciones como una primera fecha límite para plantear objetivos en torno a la transición energética y la reducción de consumo de combustibles fósiles.

El referente señaló que los proyectos a largo plazo «probablemente no recuperarán» sus inversiones dentro de los diez años, y agregó que algunos países están hablando de proyectos con una vida útil de hasta 40 años, lo que «no será necesario» en línea con los objetivos para 2030.

«¿Serán rentables dentro de diez años? Probablemente no. Serán rentables dentro de 20, 30 o 40 años […] Y ahora no es necesario, no lo necesitamos para alcanzar el futuro energético a que aspiramos hoy«, subrayó. «No tenemos que apresurarnos a retroceder, debemos tener mucho cuidado con exactamente cuánto vamos a implementar, cómo se pagará, durante qué período de tiempo y cómo se capturan las emisiones», marcó.

En este sentido, señaló que las naciones desarrolladas deben intensificar los esfuerzos y ayudar a otros países a adaptarse y superar los obstáculos iniciales del desarrollo de sistemas de energía renovable. Por eso, aseguró que Estados Unidos destinará 12.000 millones de dólares para «adaptación y resiliencia» y «está trabajando en una nueva estructura» para atraer a más grandes inversores con billones de dólares.


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