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Tras las fugas del Nord Stream crece la pregunta: ¿de dónde se abastecerá de gas Europa?

Especialistas señalaron que los próximos dos inviernos serán desafiantes para los usuarios de gas del continente. El objetivo de eliminar la dependencia de los suministros rusos podría acelerarse por los acontecimientos actuales, marcaron.

Especialistas de la Universidad de Warwick en Inglaterra expresaron que los próximos dos inviernos serán «muy desafiantes para todos los consumidores de gas de Europa«. Sin embargo, subrayaron que el continente está con la mira en el corto y largo plazo para eliminar la dependencia del gas ruso, lo que le permitirá cambiar su posición frente en los mercados mundiales de gas.

El 26 de septiembre se informaron dos explosiones submarinas en el mar Báltico a la altura de Dinamarca, lo que provocó importantes fugas en los dos gasoductos Nord Stream que transportaban gas desde Rusia a Europa. Tras el hecho, se dieron acusaciones cruzadas sobre la causa de las importantes fugas, que incluyen tanto a Estados Unidos como a Moscú.

Ante este panorama, Europa perdió dos conexiones para recibir gas ruso. Especialistas marcaron que es probable que los gasoductos queden inutilizables. «El continente ya estaba decidido a poner fin a su dependencia lo antes posible, un proceso que podría acelerarse por los acontecimientos actuales«, señalaron.

«En el pasado, Europa jugó un papel de equilibrio: un lugar donde se enviaban los cargamentos de gas natural licuado (GNL), normalmente en los meses de verano, cuando la demanda era baja en Asia», comentaron. Por ende, el GNL no era tan relevante en la seguridad del gas europeo comparado con el gas ruso.

Para 2027 si Europa ya no importa gas ruso de ningún tipo, «tendrá que competir con Asia como centro de demanda«, aseguraron. No está claro cuánto tiempo le llevará al mercado de GNL aumentar la oferta para satisfacer la creciente demanda de Europa, pero expresaron que «el mercado global se reequilibrará como resultado«.

Rusia suministró alrededor 45% de los 380.000 millones de metros cúbicos de gas que la Unión Europea compró en el extranjero en 2021. En particular, Alemania depende especialmente de este suministro de gas vital para la industria. En cuanto a la electricidad, sólo genera alrededor del 15% del país.

Ahora «son necesarias medidas drásticas para asegurar suministros alternativos, reducir la demanda de gas y prepararse para la posibilidad de escasez este invierno» acentuada en el que viene, marcaron. Para ello, se está llevando a cabo el programa «Ahorre Gas para un invierno seguro» que tiene como objetivo reducir la demanda total de gas en un 15% entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023. 

Europa cuenta con otros gasoductos conectados a Noruega, África del Norte y Azerbaiyán que están funcionando con normalidad. Sin embargo, la Agencia Internacional de Energía señaló que si se sostiene la demanda actual de gas y se corta por completo el gas ruso, el almacenamiento de la UE estará en menos del 20% en febrero, si hay un alto nivel de suministro de GNL, y cerca del 5%, si hay un bajo nivel.

Para ello Europa necesitará atraer cargamentos de GNL a corto plazo, advirtieron. «Se espera que los estados miembros de la UE y los miembros del Espacio Económico Europeo importen 41.000 millones de metros cúbicos más de GNL que en 2021, cubriendo el 67% de la caída esperada en las importaciones rusas», advirtieron.

Si se sostiene la demanda actual de gas y se corta por completo el suministro ruso, el almacenamiento de la UE estará en menos del 20% en febrero, expresaron de la AIE.

Esto se ve favorecido por la baja en la demanda de GNL de China de casi un 25% este año en comparación con el anterior por su política de cero Covid y la desaceleración de su economía en la pandemia. Sin embargo, «esto todavía deja una brecha de suministro significativa y hay señales de advertencia de una competencia creciente de otras partes de Asia por los suministros de GNL de invierno», explicaron.

Por otra parte, para garantizar que este gas se importe, «Europa necesita una mejor infraestructura de GNL«, como las terminales de descarga, instalaciones para el almacenamiento y luego su tratamiento hasta inyectarse en las tuberías que lo llevan a los consumidores. En la actualidad «está funcionando más allá de su capacidad máxima debido a la congestión en todas partes«, advirtieron.

La capacidad global de envío de GNL también se está extendiendo, y las tarifas para alquilar un buque cisterna de GNL para enviar gas a Europa superan los 100.000 dólares al día, lo que tuvo un aumento del 60% en el último mes. Los referentes señalaron que «la capacidad de importación total de la UE podría aumentar en un 42% para 2025. Pero se necesita tiempo para construir estas terminales permanentes de GNL». 

A su vez, sugirieron que la capacidad de importación de Europa crecerá más rápido que los suministros adicionales de GNL, lo que dará como resultado «una mayor competencia y un mercado ajustado durante los próximos años». El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha visitado países exportadores de GNL como los Emiratos Árabes Unidos para llenar sus nuevas terminales.

Para 2026-2027, se espera un aumento de suministro de GNL para llenar estas terminales a medida que se expanda la producción en Qatar y se pongan en marcha los nuevos proyectos en carpeta de Estados Unidos. 

«La respuesta de Europa a la actual crisis del gas puede significar que para 2030 esté consumiendo mucho menos gas de lo que podría haber sido el caso y que esté más avanzado en el camino para cumplir sus objetivos de cambio climático, así como para mejorar su seguridad energética», cerraron.


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