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Conversación con Hernán Díaz, autor de «Fortuna» y ganador del Pulitzer de Literatura

Diario RÍO NEGRO participó de un encuentro de prensa con el escritor argentino radicado en Estados Unidos, cuya última novela, "Fortuna", fue premiada con el prestigioso galardón

¿Cuándo supimos de Hernán Díaz? El momento es preciso: mayo pasado, cuando los medios del mundo anunciaron que su novela “Fortuna” había ganado el Premio Pulitzer de Literatura. Quizás, un poco antes, en julio del año pasado, cuando medios internacionales informaron que “Fortuna” iba a ser adaptada a miniserie por HBO Max y protagonizada por Kate Winslet.  

Primero como anuncio de un futuro proyecto de streaming, pero, definitivamente, con el anuncio del Pulitzer fue que supimos en Argentina de Hernán Díaz. Claro que para cuando esto (nos) sucedió, Hernán Díaz llevaba años siendo una de las figuras más destacadas de la literatura de Estados Unidos, donde vive hace 25 años. 

Autor de “Borges, entre la historia y la eternidad» (Borges between History and Eternity), un ensayo crítico en el que estudia la relación de Borges con Estados Unidos y de “A lo lejos» (In the Distance) (2017) con el que fue  finalista de los premios Pulitzer y PEN/Faulkner, el año pasado  publicó “Fortuna” (Trust), que fue incluido en sus listas de los diez mejores libros de ese año por los periódicos The Washington Post y The New York Times, y con el que esta vez sí ganó el Pulitzer de Ficción en mayo de este año. Desde entonces, su vida cambió.  

“Sigo muy desorientado, todos los puntos de referencia se han desplazado y si bien es muy celebratorio, ha sido mucho trabajo, pero trabajo feliz”, reconoció el autor durante una rueda de prensa organizada por Anagrama -la editorial que lo tradujo al castellano y lo publicó en Argentina- de la que fue parte Diario RÍO NEGRO, junto a medios de Argentina y México.  

“Todo cambió de un modo drástico. Diría que siempre estuve en el mundo de los libros, de la literatura y, recientemente, cuando me empezaron a publicar -que fue muy tarde en mi vida- siempre tuve conciencia sobre qué significaba este premio. Pero hasta el mes pasado no había tenido claro la presencia que tiene en la sociedad norteamericana. Ha sido muy fuerte el reconocimiento y sí, tuvo un impacto en la prensa, las ventas, el reconocimiento en la calle, es muy loco”.  

Nacido en Buenos Aires en 1973, Hernán Díaz emigró junto a su familia a Suecia tras el golpe militar de 1976. Regresó al país parta estudiar Letras en la UBA. Tras permanecer aquí durante 14 años, se radicó en Estados Unidos. Allí se forjó una reputación en el mundo académico y decidió escribir en lengua inglesa aunque al hablar mantenga un inconfundible acento porteño. Es en la actualidad uno de los autores más interesantes de la narrativa norteamericana. 


«Fortuna», una novela sobre el dinero

“Fortuna” explora los entresijos del capitalismo americano, el poder del dinero, las pasiones y las traiciones que mueven las relaciones personales y la ambición que todo lo malea. Acerca del origen de “Fortuna”, Díaz contó: “El proyecto nació como una novela acerca del dinero, acerca de esa disonancia que imaginé entre un acceso total a todos los bienes y, a la vez, un aislamiento, un confinamiento una suerte de paranoia también en quienes poseen esas fortunas. Esa especie de desconexión entre acceso y soledad fue el inicio de la novela”.  

De algún modo, espero que esta novela discretamente experimental logre recuperar el lugar de la ficción en el mundo”.

“Fortuna” aborda el dinero de un modo original que, reconoció el autor, lo sorprendió: “Muy rápidamente descubrí para mi sorpresa que, en la literatura norteamericana, que es con la que más estoy en conversación, no había novelas sobre el proceso de acumulación de capital. Hay muchas sobre epifenómenos que giran en torno al dinero, principalmente cuestiones de clase, excentricidades de los pudientes y opresión de los subalternos, pero el acceso mismo al capital, los engranajes de la acumulación de capital es algo de lo que no se habla en literatura. El dinero es algo así como un gran tabú, algo de lo que no se habla especialmente en EE.UU. Existe una mojigatería en torno al dinero que creo tiene que ver con una tradición puritana”.  

Esta ausencia de literatura acerca de los orígenes de las fortunas motivó desde lo literario a Hernán Díaz: “Me gusta encontrar puntos ciegos en ciertos cánones y tradiciones y de ningún modo quiero decir que estoy para llenar esos huecos, lo que quiero decir es que la existencia de esos huecos para mi es productiva. Creo que el dinero, o más bien la acumulación del dinero, en la literatura es uno de esos huecos”.  


La ausencia de la mujer en la épica del capital

Otra cosa que constató al momento de trabajar el tema fue la ausencia total y absoluta de mujeres en la épica del capital, cuestión que pasó a ser central para él: “Una exclusión deliberada”, enfatizó. “Pensemos que la primera mujer en ser aceptada en la bolsa de valores de Nueva York fue en 1975”, subrayó con énfasis. “Esto habla de manera muy elocuente sobre lo intencional de esta segregación, creo que esta es la palabra”.  

El dinero es algo así como un gran tabú, algo de lo que no se habla especialmente en EE.UU. Existe una mojigatería en torno al dinero que creo tiene que ver con una tradición puritana”.  

Llevado a la estructura narrativa, para Hernán Díaz la cuestión de la voz pasó a ser muy importante al pensar sobre a quién se le dio un megáfono en la historia y quien ha sido amordazado. “Entonces, en vez de meramente tematizar la voz en torno a estas grandes épicas del capital que coinciden con las épicas de la constitución de la nación, me pareció más interesante invitar a tener la experiencia de lo que implica tener contacto con estas voces o tener la experiencia de la marginalización de esas voces. Por eso, la voz más importante de la novela está enterrada objetivamente bajo estas capas tectónicas narrativas y el trabajo de los lectores es en esta novela un trabajo arqueológico para llegar a esta voz”.   


Dinero, literatura y ficción

Otro aspecto que le interesó trabajar a Hernán Díaz en su última y premiada novela fue la relación estructural entre el dinero y la ficción. “El funcionamiento de ambas se basa en la confianza, en la creencia”, dijo. “Tenemos que creer en el relato que estamos leyendo. Sin ese contrato básico en la creencia sobre lo que estamos leyendo, por más delirante que sea el relato, porque si no creemos se desmorona, perdemos interés, abandonamos la lectura. Algo similar pasa con el dinero: tenemos que creer que ese billete que no tiene ninguna relación material con su poder de compra es real, funciona dentro de un sistema legitimo. Si esa creencia se resquebraja, colapsa también el sistema financiero, la moneda, la bolsa, el sistema de créditos, o como sea que se manifieste el dinero del mismo modo en que se derrumba un relato. Si aceptamos esta premisa que el dinero tiene la estructura de la ficción, queda evidente lo importante que son las ficciones en nuestras vidas. Lo único que diferencia al dinero de un juego de mesa como el Monopoly del dinero de nuestras billeteras es precisamente que creemos en estas ficciones. Esto quiere decir que la ficción sí tiene un impacto tangible en nuestras vidas”. 

En este sentido, profundizó diciendo: “Lo que me interesaba con esta novela era volver a pensar cuál era el lugar de la ficción en nuestra vida cotidiana, porque creo que la ficción es relegada a una especie de accesorio discursivo que podría estar o podría no estar, es un pasatiempo inocuo. Y yo creo que la ficción, para bien y para mal, puede dejar una huella en la realidad. Cada uno de nosotros somos la suma de historias que contamos de nosotros mismos y que otros cuentan acerca de nosotros. Algunas de estas son ficticias, pero no dejan de ser relevantes en la constitución de nuestra propia subjetividad y en el modo en que interactuamos en el mundo. Las historias y la narrativa son las tecnologías más esenciales que tenemos los humanos para aprehender el mundo y encontrar sentido en la experiencia que tenemos del mundo. De algún modo, espero que esta novela discretamente experimental logre recuperar el lugar de la ficción en el mundo”. 

Si aceptamos esta premisa que el dinero tiene la estructura de la ficción, queda evidente lo importante que son las ficciones en nuestras vidas».

Sobre su trabajo de producción de novela y de cómo se sumerge en el tema elegido, en este caso el dinero y el origen de un capital, Diario RÍO NEGRO le preguntó cuándo siente que finalmente tiene una historia que contar «Para mí, todo ese momento es caos absoluto en el que no sé muy bien qué estoy haciendo”, reconoció. “Para esto, Nabokov tiene la imagen de un pájaro que empieza a coleccionar ramitas, piedras, y de pronto se encuentra con un nido. Siento que mi trabajo es parecido a ese pájaro de Nabokov: tengo una pila de notas, libros que parecen una pila de basura (risas) y hay un trabajo silencioso, no sé muy bien qué pasa, necesito tener cierto grado de saturación y que esa pila de basura sea lo más grande posible para que en determinado momento que no puedo explicar, ¡ojalá supiera! todo encaja y funciona en modo fluido. Mi respuesta, en definitiva, es la oración. Finalmente, cuando me pongo a escribir creo que el trabajo mismo con la sintaxis de terminar con una oración y continuar con la siguiente y enfrentarme a la materialidad de la lengua y todo deje de ser una cosa platónica que pueda encajarse de infinitos modos para encontrar esa oración que dé orden a todo eso. Hay algo en la lengua misma que va rigiendo el camino». 

Quién es Hernán Díaz

Nacido en Buenos Aires en 1973, Hernán Díaz migró con su familia a Suecia tras el golpe de Estado en Argentina de 1976. A la vuelta de la democracia volvió a Argentina, donde estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente obtuvo una beca en el King’s College en Londres y realizó su doctorado en la Universidad de Nueva York. Reside en Estados Unidos, donde imparte clases en la Universidad de Columbia, 

Escritor en lengua inglesa, en 2012 publicó su primer libro, “Borges, entre la historia y la eternidad” (Borges between History and Eternity), un ensayo crítico en el que estudia la relación de Borges con Estados Unidos. Su primera novela “A lo lejos” (In the Distance) (2017) fue finalista de los premios Pulitzer y PEN/Faulkner y en 2022, publicó Fortuna (Trust), que fue incluido en sus listas de los diez mejores libros de ese año por los periódicos The Washington Post y The New York Times, ganadora del Premio Pulitzer de Ficción (2023), y que será adaptada como serie por la cadena HBO y con Kate Winslet como protagonista y productora ejecutiva y en la que también colabora Díaz como productor. 


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