Es notable el deterioro del Parque Norte de Cipolletti

Se trata de uno de los espacios verdes más grandes de la ciudad.

CIPOLLETTI (AC) – La ciudad sigue sumando plazas y, tras años de postergaciones, mejora sus espacios de esparcimiento más tradicionales, pero el Parque Norte -que es alternativa para los barrios más poblados de Cipolletti- languidece por la falta de atención del municipio que lo creó.

Antes de irse de vacaciones, el intendente Alberto Weretilneck se dio el gusto de reinaugurar el parque Meteorológico (rebautizado hace décadas Rosauer), cuyo estado era lastimoso si se tiene en cuenta que es parte de la historia de varias generaciones de cipoleños.

El año anterior la comuna había puesto a nuevo la plaza San Martín, la del centro de la ciudad. La decisión, de paso, le puso fin a un tan largo como estéril debate sobre la necesidad de talar algunas especies de árboles que, además de ser peligrosas por su deterioro, afectaban el normal desarrollo del césped.

Es llamativa la política municipal respecto de los espacios verdes: desde la asunción de Julio Arriaga, en 1995, la ciudad no para de sumar paseos y plazas (este sesgo parece haber queda intacto con el recambio institucional de 2003), pero, paralela

mente, fue cayendo el mantenimiento de los sitios más tradicionales.

Prueba de ello es que la comuna debió realizar grandes inversiones para devolverles brillo a la plaza San Martín y al parque Meteorológico.

Esas inversiones tuvieron inmediata repercusión popular: la gente comenzó a volcarse hacia esos remozados espacios verdes, lo que repercute no sólo en la calida de vida de los cipoleños sino también en las ventas de los comercios ubicados en las adyascencias.

Esa característica que parece signar la política municipal se repite ahora con el Parque Norte, ubicado en el último tramo de la calle Esmeralda, muy cerca de la Circunvalación.

Fue construido sobre la nada al inicio de la gestión de Arriaga con un diseño más orientado a un parque de grandes dimensiones y sombras generosas que como modelo de una plaza de paseo ornamentada.

Pero pasaron los años y muchas especies se secaron, el césped comenzó a ceder a los manchones de tierra y los matorrales suelen crecer en alguna que otra esquina.

La iluminación -se quejaron algunos de los que viven en sus inmediaciones y acuden al parque- es tan escasa que abarca aproximadamente el 30% de su superficie, lo que evidentemente no contribuye a la seguridad ni de los visitantes ni de los barrios que lo circundan.

Las quejas también se centran en la falta de cestos de basura en la cantidad suficiente que precisa un espacio tan grande y tan concurrido.

Se podría decir que el Parque Norte es el gran espacio verde que tienen para solaz los sectores más populares de la ciudad, los que viven en planes de viviendas hacia el este de la calle Esmeralda, que no siempre tienen la posibilidad de viajar hasta el centro para disfrutar de unas horas de plaza.


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