Cinco plantas nativas de la Patagonia que alivian dolores: calmantes, digestivas y relajantes

Son utilizadas para aliviar dolores de panza, heridas, problemas digestivos, musculares o respiratorios. Cuáles son y cómo incorporarlas a la alimentación.

La sabiduría popular y ancestral relacionada con el uso de plantas medicinales nunca desapareció del todo. En la Patagonia, muchas de estas especies se siguen recolectando, cultivando o transmitiendo de generación en generación, sobre todo en zonas rurales o cordilleranas.

Aunque no reemplazan un tratamiento médico, algunas plantas alivian síntomas leves, fortalecen el cuerpo o acompañan procesos de recuperación. A continuación, repasamos cinco de las más conocidas, que crecen en el sur y tienen usos tradicionales documentados.


Matico: desinflamante natural para heridas y digestión


Fotos gentileza.-

El matico (Buddleja globosa) es un arbusto que crece de forma silvestre en bosques húmedos de la cordillera. Sus hojas grandes, de textura aterciopelada, se utilizan desde hace siglos por su efecto cicatrizante, antiinflamatorio y digestivo.

Se puede aplicar de forma externa, en forma de cataplasma sobre heridas, raspones o picaduras, o preparar como infusión suave para aliviar molestias digestivas o úlceras leves.

Cómo se usa: se infusionan las hojas secas o frescas en agua caliente, o se machacan para aplicar sobre la piel.


Paico: alivio natural para los dolores de panza

El paico (Dysphania ambrosioides) es una planta muy común en huertas y alrededores de zonas rurales de la Patagonia. Su olor penetrante y sus hojas recortadas la hacen fácil de reconocer. Es famosa por su uso como vermífugo y digestivo, especialmente en niños.

Tradicionalmente, se ha usado para eliminar parásitos intestinales, aliviar gases, cólicos o digestiones pesadas. También se la incorpora a platos como legumbres o sopas para reducir su efecto flatulento.

Precaución: su uso debe ser moderado, sobre todo en mujeres embarazadas o personas con patologías. No se recomienda su consumo prolongado.


Boldo patagónico: un amigo del hígado

El boldo patagónico (Boldea boldus) es una variante del boldo chileno, que se encuentra en zonas boscosas de Río Negro, Neuquén y Chubut. Sus hojas aromáticas tienen un sabor amargo característico, y se lo usa tradicionalmente como depurativo hepático y digestivo.

Es útil para estimular la producción de bilis, aliviar digestiones lentas o empachos, y favorecer el funcionamiento del hígado.

Cómo se usa: en infusión, solo o acompañado con menta o manzanilla para suavizar su sabor.


Poleo: calmante, digestivo y relajante

El poleo (Mentha pulegium) es una planta rastrera que crece en terrenos húmedos, y que se utiliza ampliamente en el sur como infusión digestiva, relajante y expectorante. Su aroma mentolado la hace muy agradable al gusto.

Suele prepararse en forma de té para aliviar dolores estomacales, favorecer la expulsión de gases y ayudar al descanso, especialmente después de una comida pesada o un día de nervios.

Cómo se usa: se infusionan sus hojas en agua caliente. Se puede combinar con otras hierbas para lograr un efecto más completo.


Paramela: el perfume silvestre que también cura

La paramela (Adesmia boronioides) es una planta aromática típica de la estepa y del bosque patagónico. Su perfume es tan particular que ha sido utilizado para producir esencias naturales y perfumes artesanales. Pero además, en la medicina tradicional se la ha valorado por su efecto antiinflamatorio, analgésico y afrodisíaco.

Se usaba en forma de baños calientes para aliviar dolores musculares y reumáticos, o en infusiones muy suaves para relajar el cuerpo.

Cómo se usa: sus hojas y flores pueden usarse para preparar baños o vapores. El uso interno debe ser muy moderado, y no se recomienda en personas con presión alta.


Saberes que se conservan, remedios que se adaptan

Estas plantas son solo una pequeña muestra de la riqueza botánica y cultural de la Patagonia. Muchas de ellas fueron utilizadas por pueblos originarios y comunidades rurales durante siglos, y hoy están siendo revalorizadas no solo por su efectividad, sino también por el sentido de cuidado respetuoso del entorno y de lo propio.

Antes de usar cualquier planta con fines medicinales, es importante informarse bien, consultar fuentes confiables o profesionales de la salud, especialmente si se toman otros medicamentos.

A veces, una infusión casera o un baño de hierbas no solo alivian una dolencia: también nos reconectan con un modo de vida más simple, más natural y más en sintonía con el lugar que habitamos.