La hierba aromática con propiedades anticancerígenas que se planta en diciembre
Tiene mil usos en la cocina y es fácil de cuidar. Todos los detalles.
El romero (Rosmarinus officinalis L.), una hierba aromática mediterránea conocida por su aroma intenso y versatilidad en la cocina, es mucho más que un simple condimento. Este arbusto perenne y resistente, de hasta dos metros de altura, se ha ganado un lugar especial en los jardines por sus propiedades medicinales y su capacidad para adaptarse a diversas condiciones climáticas.
El romero es un verdadero tesoro para la salud. Contiene terpenos, flavonoides y alcaloides, compuestos químicos que le otorgan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas. Los terpenos, responsables de su aroma característico, también actúan como protectores contra el estrés oxidativo, mientras que los flavonoides contribuyen a la regeneración celular. Estos beneficios posicionan al romero como un aliado tanto en botiquines herbales como en la prevención de enfermedades.
Esta hierba de la familia Lamiaceae no solo aporta beneficios a la salud, sino que también embellece cualquier huerta o jardín. Su capacidad para crecer en suelos áridos, arenosos y expuestos al sol lo convierte en una opción ideal para quienes buscan plantas de bajo mantenimiento. Además, es resistente a plagas y enfermedades, lo que facilita su cuidado en espacios urbanos o rurales.
El romero prefiere suelos fértiles con buena materia orgánica y no tolera el riego excesivo ni los suelos muy arcillosos. Aunque puede reproducirse por semillas, la manera más efectiva de multiplicarlo es mediante esquejes. Estos se preparan en primavera a partir de brotes tiernos, que deben permanecer en agua hasta que desarrollen raíces antes de ser trasplantados.
En la gastronomía, el romero es un ingrediente versátil. Sus hojas y flores se utilizan como condimento en platos de carnes, panes y guisos, así como en infusiones. Además, sus extractos se emplean en bebidas y como aromatizantes naturales. Recientes investigaciones destacan su eficacia como antioxidante en alimentos, lo que refuerza su rol en la conservación de productos frescos.
Consejos para cosechar y conservar
La recolección del romero debe realizarse antes de la floración, cuando los brotes nuevos alcanzan entre 30 y 40 cm. Una vez cosechado, se puede conservar fresco durante semanas si se almacena en la heladera o se congela, preservando su sabor y propiedades. Para el secado, es importante mantener las hojas alejadas de la luz directa del sol, extendiéndolas en bandejas o colgándolas en manojos.
El romero no solo ofrece beneficios medicinales y culinarios, sino que también es una planta decorativa y funcional que no debería faltar en ningún jardín. Su capacidad para adaptarse a diferentes entornos, junto con sus propiedades terapéuticas, lo convierte en un verdadero tesoro natural.
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