La DAIA se quejó por el voto en la ONU contra Israel y Fernández aclaró que no se avaló a Hamas
El encuentro se dio en una jornada en que Israel convocó al embajador argentino por el voto que promovió una investigación a Israel en el Consejo de Derechos Humanos.
El titular de la DAIA y Fernández se reunieron por más de una hora.
El presidente Alberto Fernández se reunió esta tarde con las autoridades de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), encabezadas por su presidente, Jorge Knoblovits. El dirigente de la colectividad judía aseguró que se le planteó al mandatario que «lo que correspondía para la Argentina era abstenerse para que el conflicto no impacte de esta manera».
«Fue una reunión de una hora larga, nos escucharon y el Presidente quiere dejar en claro que no tiene ningún problema con el Estado de Israel, sino todo lo contrario”, señaló Knoblovits.
“El Gobierno expresó que no se legitimó nunca a Hamas como estado, sino que es una organización que merece ser investigada. Nosotros dijimos que sería bueno entender que hay otras maneras de condenar al terrorismo”, indicó el presidente de la DAIA a los acreditados de Casa Rosada.
El encuentro se dio en medio de la tensión que desató un voto en contra de Israel para que se investigue si hubo violaciones de los Derechos Humanos en el reciente conflicto con el grupo islamista Hamas, que gobierna Gaza. Según trascendió hace unas horas, el embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri, fue citado por la Cancillería de ese país para intercambiar opiniones sobre la postura argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la semana pasada.
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas es una organización no gubernamental a la que están adheridas 140 instituciones judías de la Argentina.
Si bien la reunión fue en buenos términos, la tensión aún sigue vigente en el vinculo. El encuentro sirvió para que cada uno explique su postura, pero ninguno de los dos cambió su posición.
La reunión, que duró cerca de una hora y media, se llevó a cabo en el primer piso de la Casa Rosada. Por parte del Gobierno estuvieron presentes el Canciller, Felipe Solá, y el Secretario de Culto, Guillermo Olivieri.
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