Finalmente, Bush vetó la ley que ordenaba retirar las tropas de Irak

TAMPA, EEUU (AFP) – El presidente estadounidense, George W. Bush, vetó ayer una ley que fija un calendario para el retiro de tropas de Irak, exactamente cuatro años después de declarar la «victoria» bajo un enorme cartel con las palabras «misión cumplida».

«Miembros de la Cámara de Representantes y el Senado aprobaron una ley que sustituye la opinión de nuestros comandantes militares con la de políticos, por lo que hace unos pocos minutos, veté la ley», dijo Bush.

«Fijar una fecha límite para el retiro es fijar una fecha para el fracaso, y eso sería irresponsable», agregó el mandatario, al mismo tiempo que un grupo de manifestantes fuera de la Casa Blanca cantaba «detengan la guerra ahora» y «¿cuántos tienen que morir?»

La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, había firmado la ley unas horas antes, en el último procedimiento parlamentario antes de entregar el texto a la Casa Blanca.

«Insto al presidente a promulgar» la ley, dijo Pelosi.

Pero Bush ignoró la petición y rechazó un proyecto de ley que ata fondos de emergencia para la guerra a un cronograma de retirada que debería comenzar en octubre.

Los líderes demócratas hicieron coincidir la presentación de la ley con el aniversario del discurso triunfal de Bush, efectuado el 1 de mayo de 2003. En aquella oportunidad el presidente aprovechó una ceremonia planeada hasta el último detalle y para la fotografía, a bordo del portaaviones USS Abraham Lincoln, donde declaró que «las principales operaciones de combate en Irak han terminado». «La batalla de Irak es una victoria en la guerra contra el terrorismo que comenzó el 11 de septiembre de 2001», con los ataques contra Nueva York y Washington, dijo Bush, bajo un enorme cartel que rezaba «misión cumplida».

Cuando efectuó ese discurso, la cifra de soldados estadounidenses muertos en Irak desde la invasión de marzo de ese año era de 139. Pero más de 3.000 han muerto desde entonces y abril de 2007 fue el mes más sangriento en lo que va del año, con 104 fallecidos.

El presidente recorrió más temprano la base militar en el estado de Florida, desde donde se conducen las guerras en Afganistán e Irak, y defendió su estrategia. «A nuestros enemigos, los enemigos de la libertad, les gusta el caos. El caos les servirá de santuario. Una retirada animará a estos radicales y estos extremistas. Les confirmará que nuestras naciones son débiles. Les ayudará a encontrar nuevos reclutas, nuevos recursos, les hará creer que pueden golpear a los países libres a su antojo», afirmó. Pero los principales líderes demócratas criticaron su estrategia en Irak durante la jornada y pedían que firmara el proyecto de ley. «Un veto supone negar a nuestros militares los recursos y la estrategia que necesitan», subrayó el senador demócrata, Harry Reid.


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