Laguna Rosales, un paraíso por descubrir en 19 fotos que muestran su magia a 7 km de San Martín de los Andes

Es el momento ideal para ir a recorrerla. La floración está en su esplendor, los arboles de notros con sus rojos de fuego y las retamas en sus amarillos furiosos pintan el paisaje.

A unos 7 kilómetros de la ciudad de San Martín de los Andes, casi en el patio de casa está la laguna Rosales, un paraíso de todo el año para locales y turistas, que en esta primavera invita al deleite de los atardeceres y amaneceres para los mas madrugadores.

Laguna Rosales atrae a residentes y visitantes con su combinación de naturaleza para explorar y cercanía con la ciudad. Foto: Patricio Rodríguez.

Salís por la ruta 40 hasta la rotonda del ejercito, la del medio, y empalmás con la ruta 62, todo asfalto, hasta la entrada al barrio Kaleuche, justo en donde empieza el ripio. Ahí, doblas a la izquierda y a 200 metros, esta la tranquera que te lleva al estacionamiento, dejás el auto y arranca la aventura, casi 3 km de senderos suaves entre el bosque de ñires, cipreses, pinos, robles y demás especies arbóreas.

Foto: Patricio Rodríguez.

Las cálidas temperaturas primaverales que ilusionan con el verano que está a la vuelta de la esquina, invitan a recorrerla en su totalidad, rodeándola por sus orillas y sus caminos de altura, (unas tres horas de amable andar si caminas, o menos de una hora y media, si venís en bicicleta). Para admirarla desde su milenario mirador de roca o simplemente tomar sol y mate en su orilla de pasto y juncos.

Foto: Patricio Rodríguez.

Largas luces y sombras, que duran hasta casi las 8 de la tarde y arrancan a eso de las 6 de la mañana en estas épocas, cobijan a centenares de aves de diversas especies, desde gaviotas capucho café, bandurrias, cauquenes, patos, garzas, teros, gallaretas, chimangos y aves mas pequeñas como huet huet, diucones, zorzales, rayaditos y hasta pequeños halcones rapaces en busca de alimento y romances.

Foto: Patricio Rodríguez.

Es común ver en sus zonas bajas, entre juncos y pastizales, nidos de gaviotas y garzas, y en el bosque, entre sus follajes, especies de aves que llegan desde el norte.

Foto: Patricio Rodríguez.

La floración está en su esplendor, destacando los arboles de notros con sus rojos de fuego, las retamas en sus amarillos furiosos, y  flores silvestres de variadas tonalidades desde el azul a los violetas.

Al fondo, mucho mas allá, destacan al caer el sol, las montañas que están cerquita del vecino chile, sobresaliendo en formas y cercanías, la piedra de Trompul, la primera de las gigantes de una línea de capas de sombras y luces de montaña típicas de la región.

Foto: Patricio Rodríguez.

Para amantes de la naturaleza, la fotografía, el avistaje de aves, de la paz y tranquilidad de un entorno amable, esta es la época ideal, ya que a toda hora, es posible disfrutar, siempre respetando las indicaciones que sugieren desde el Parque Nacional Lanín para una convivencia amable con el medio ambiente y la fauna local.

Foto: Patricio Rodríguez.

Recomendaciones


Llevar siempre  botellita con agua para tomar, protector solar, gorra, y algunos frutos secos o frescos , ah y mate, gran compañero, para los momentos de contemplación.

Foto: Patricio Rodríguez.
Foto: Patricio Rodríguez.
Foto: Patricio Rodríguez.
Foto: Patricio Rodríguez.
Foto: Patricio Rodríguez.
Foto: Patricio Rodríguez.

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