Francisco siguió el partido por televisión

El pontífice vio el encuentro desde la Casa Santa Marta, un hotel para huéspedes del Vaticano, en el que se aloja desde que fue elegido papa en marzo.

Amistoso Internacional

El papa Francisco, probablemente el más futbolero en la historia de la Iglesia católica, siguió hoy por televisión el amistoso disputado en su honor en Roma entre las selecciones de Italia y Argentina, en el que fue el gran ausente junto a figuras como Lionel Messi y Mario Balotelli.

Según medios italianos, el pontífice vio el encuentro desde la Casa Santa Marta, un hotel para huéspedes del Vaticano en el que se aloja desde que fue elegido papa en marzo, en lugar de en los aposentos papales como sus predecesores.

El Vaticano nunca confirmó que Jorge Bergoglio fuera a asistir al encuentro en el Estadio Olímpico italiano, si bien medios argentinos habían sugerido en los últimos días incluso la posibilidad de que realizara el saque de honor, hecho que hubiera causado sensación.

Al inicio del amistoso, el primero entre Argentina e Italia disputado en 12 años, el argentino Javier Mascherano y el capitán italiano Gianluigi Buffon plantaron un olivo que el papa bendijo durante la audiencia concedida el martes a los jugadores y directivos de ambas selecciones.

Un locutor recordó en español que el en su día arzobispo de Buenos Aires Jorge Bergoglio plantó un árbol similar en la emblemática Plaza de Mayo, y pidió que el olivo ahora plantado en el Olímpico romano sirva “para transformar cada encuentro deportivo en el gran encuentro de la humanidad, por la paz y la unidad”.

Entre el público del estadio se podía leer una pancarta que decía en italiano “Bergoglio uno di noi”, “Bergoglio uno de los nuestros”. “D10S y el MESSIas”, se leída en otra, en alusión al atacante del Barcelona Lionel Messi, que el martes regresó a casa después de la audiencia papal debido a una sobrecarga muscular en el muslo izquierdo que ya le impidió la semana pasada disputar la última etapa de la pretemporada asiática del Barcelona.

Durante del martes en el Vaticano, el papa había dicho al técnico italiano Cesare Prandelli que había recibido “muchas invitaciones” para asistir al encuentro, pero que en el Vaticano lo reprenderían por “indisciplinado”. Al mismo tiempo, en las palabras dirigidas a jugadores y directivos, dijo que no sabría a qué equipo apoyar.

“Será un poco difícil para mí animar, pero por suerte es un amistoso, y recomiendo que sea así”, afirmó Jorge Bergoglio, nacido en Argentina en una familia de emigrantes italianos e hincha confeso del club San Lorenzo.

Tampoco asistió al encuentro el “número dos” de la Santa Sede y también gran futbolero, el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, si bien entre los presentes había una delegación vaticana de unas 60 personas, entre religiosos y seglares.

DPA


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