Fueron dos los policías alcanzados por balas de plomo en los enfrentamientos

NEUQUEN (AN).- Dos policías fueron alcanzados por balas de plomo durante los enfrentamientos que se produjeron luego del desalojo del predio del barrio Huiliches. A uno lo salvó el chaleco antibalas y al otro el casco.

Los casos están siendo investigados por la policía y ponen en evidencia la gravedad que tuvieron los choques que se multiplicaron hasta entrada la madrugada.

«Se vio que hubo presencia de armas de fuego», confirmó el comisario Daniel Zapata. titular de la comisaría 21.

Paralelamente, en una filmación propia de la fuerza se habría registrado una toma en la que un policía disparaba contra los manifestantes.

De fuentes de policiales y de salud se supo que a pesar de estar en terapia intensiva el policía herido está fuera de peligro: la bala ingresó por zona de tela que tiene el chaleco protector. A otro uniformado la bala le pegó en el casco, que se abolló y le provocó un golpe y un corte.

En medio de este caótico cuadro el gobierno provincial mantuvo un llamativo silencio y cada vez son más fuertes los rumores sobre un posible alejamiento del jefe de Policía Carlos Zalazar. El viernes, Zalazar culpó al juez Luis Varessio de la situación: «yo le dije que no estaban dadas las condiciones». El magistrado lo contradijo.

El jefe de Policía está en jaque luego del escándalo por la zona liberada de Plaza Huincul y con los del viernes quedó en una situación más que delicada(ver página 16).

En este escenario, el juez de la causa ordenó la captura de Aarón Bravo, el hombre que abrió la ocupación alegando que era el dueño y que le regalaba las tierras a la gente que lo necesitara. Así fue que en 24 horas, 250 familias ocuparon el predio ante e enojo de los vecinos y comercios de la zona. La orden de captura se basaría en la instigación a un delito.

Con todo, la paz se reinstaló ayer en Huiliches donde los propietarios comenzaron a cerrar el escenario de la primera batalla.

«Estamos contentos y conformes con el accionar de la Po

licía, era muy injusta la ocupación más allá de las necedades de la gente», sostuvo Daniel González, uno de los integrantes de la comisión vecinal. Como él, muchos vecinos de Huiliches agradecieron a la Policía.

Así como todo estuvo en paz en el predio -siete hectáreas en muy buena ubicación- durante la noche hubo un desmadre en el barrio Gregorio Alvarez donde los uniformados resistieron el saqueo de la supermercado Topsy

El herido más grave fue Víctor Rodríguez, un efectivo de 29 años que pertenece al grupo especial Despo.

Rodríguez fue herido cuando defendía al supermercado Topsy de Gregorio Alvarez. La herida, por la cual en la noche del viernes debieron intervenirlo de urgencia, impactó contra la parte superior del pecho de Rodríguez atravesando el borde del chaleco antibalas, donde no hay protección de metal.

Otro efectivo, que también pertenecería a la Despo, fue herido de bala en la cabeza en la tarde noche del viernes. El incidente, que ocurrió en Gregorio Alvarez fue afortunado ya que el casco que utiliza este grupo amortiguó y desvió el proyectil.

En tanto que desde la Comisaría Tercera, el comisario Facundo Escalera explicó que a raíz del violento desalojo una docena de efectivos de esta departamental resultaron lesionados y un oficial principal se encontraba ayer internado a raíz de un traumatismo de cráneo.

Desde las 7 Carlos Alvarez y los demás propietarios del terreno conocido como chacra 122 comenzaron a colocar los cercos perimetrales indicados por las ordenanzas municipales. Para ese momento los cerca de 15 manifestantes detenidos durante la gresca ya habían quedado en libertad.

Además del supermercado Topsy, también fue afectada una farmacia donde cerca de las 15 los manifestantes ingresaron tras romper sus vidrieras.

Se alzaron con grandes cantidades de alcohol que habrían utilizado en la elaboración de molotov.

Duro ataque contra un súper

NEUQUEN (AN).- Un sector del barrio Huiliches y otro del Gregorio Alvarez amanecieron ayer como si hubieran estado sometidos a una guerra.

Las piedras y cartuchos de gases lacrimógenos regaban las calles y los chicos buscaban los materiales descartados por la policía como si fueran souvenires.

El supermercado Topsy fue una vez más el blanco preferido por los revoltosos quienes descargaron cientos de piedras contra una columna de uniformados que protegió al comercio de un seguro saqueo. El lugar fue destrozado a finales de 2001 y en esa oportunidad los vándalos arrancaron las pesadas rejas de protección, que ahora son más gruesas y sirvieron para proteger al mobiliario del supermercado.

Un efectivo que estuvo en el operativo de protección y disuasión comentó que la gran mayoría de los atacantes eran menores de edad: de nueva a 14 años. En este lugar, durante buena parte de la noche, retumbaron los balazos de goma y silbaron las de plomo.

Ayer por la mañana, una cuadrilla limpió de vidrios y piedras el frente de Topsy, un lugar que produjo varios policías lesionados. Los revoltosos no sólo arremetieron contra el comercio sino también contra el cuartel de bomberos, ubicado al final de la calle Collón Cura. Otros comercios de la zona sufrieron daños menores.

«La estupidez es no prevenir las situaciones de violencia»

NEUQUEN (AN).- «La estupidez institucional es no prevenir para evitar situaciones de violencia y de enfrentamiento social» como el ocurrido el viernes en la toma del barrio Huiliches, sostuvo el subsecretario de Vivienda y Tierras Fiscales, Carlos Di Camillo. En este concepto englobó a la provincia, la policía y sus niveles de decisión política, la justicia y al propio municipio por entorpecer, por décadas y diferentes razones, las regularizaciones habitacionales.

«La Policía puede actuar sin esperar la orden judicial y contener la situación pacíficamente» ante las primeras señales de una ocupación, «tratando que no ingrese más gente al predio».

Dijo que el municipio «es impotente ante el hecho consumado» aunque aclaró que las 50 familias que abandonaron pacíficamente la toma fueron incluidas en el registro de postulantes y muchas tendrán una solución habitacional en loteos sociales, «similar a la que daremos a 60 de las 120 que se fueron de la ocupación del barrio El Progreso».

La particularidad de Huiliches es que el barrio se opuso tenazmente a la que la toma se consolide y esto, en opinión del funcionario, «obligó a las autoridades a tomar una actitud».

A este cuadro de situación el subsecretario sumó la presencia de personas que se manejan como amos y señores en terrenos que no les pertenece. Por ejemplo, «(Luis) Aaron Bravo planteaba acciones judiciales que terminaron bloqueando la regularización del loteo, por años y años. Y amedrentaba a los dueños legítimos a instalarse en el lugar».

Aaron Bravo fue quien convocó a las familias a instalarse en las valiosas tierras con el argumento de que son suyas y las regalaba. «Acudieron no sólo necesitados sino sectores que aprovechan sistemáticamente este tipo de situaciones, como quedó demostrado el viernes».

Di Camillo reconoció que también cayeron en largos procesos burocráticos las gestiones municipales para erradicar los negocios instalados en los terrenos ocupados, a los cuales Aaron Bravo les cobraba una suerte de alquiler – peaje.

«El Estado no ha cubierto el mandato constitucional y de la Carta Orgánica de facilitar el acceso al hábitat, que no significa dar una vivienda en la mano a la gente sino generar las condiciones para que en forma paulatina, puedan tener un lugar digno donde vivir. El Estado -prosiguió- debe hacer una autocrítica y una reflexión profunda porque no estuvo, ni está, a la altura de la demanda social».