Fuerte salto de los subsidios complican las metas fiscales

Los especialistas resaltan que, pese a los ingresos extraordinarios vía retenciones que está produciendo la fuerte suba del precio de los granos en el mercado internacional, no llega a compensar la expansión del gasto público.

El rebrote de la pandemia, el aumento de la asistencia estatal a distintos sectores y el déficit energético están generando una expansión del déficit fiscal. Diversos especialistas estiman que este año el desequilibrio de las cuentas del Estado a nivel nacional cerrarían por encima de cinco puntos sobre el PBI, es decir, casi un punto más de lo que se estableció en el Presupuesto.


Los especialistas resaltan que pese a los ingresos extraordinarios vía retenciones que está produciendo la fuerte suba del precio de los granos en el mercado internacional no llega a compensar la expansión del gasto, donde el déficit energético y los subsidios orientados al sector están haciendo cada vez más estragos.


En números concretos, los subsidios económicos directos llegaron en el período enero-abril a 251.000 millones de pesos, lo que representa un 54% de suba interanual, es decir que se ubica por encima de la inflación de 12 meses.
De esos subsidios del primer cuatrimestre, unos 165.000 millones corresponden al sector energético y otros 68.000 millones a transporte.


“Esto es grave porque la proyección va cada vez más hacia arriba en cuanto a los subsidios y el desequilibrio en el Presupuesto. A este gobierno le está pasando lo mismo que a Macri, es decir, esta en una crisis fiscal permanente”, recalcó Camilo Tiscornia, economista y consultor.


Y precisamente, el capítulo de los subsidios en el sector energético fue motivo de una severa advertencia por parte del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi. “Los subsidios energéticos muestran una dinámica preocupante, con una variación interanual del 50% en dólares. Para volver a alinear el gasto en subsidios con las proyecciones del presupuesto nacional son necesarios aumentos del orden del 20% en la tarifa final de gas y electricidad, que implican aumentar los precios de la energía un 40% en promedio que permitirían recomponer parcialmente los niveles de cobertura previos al inicio de la pandemia”, expresa el último informe de la entidad.


En ese sentido, sostiene que “de no producirse estos aumentos el año terminaría con una cuenta de subsidios cercana a los 10.000 millones de dólares, una dinámica ya observada en el año 2011 y que nos pone a las puertas de una segunda ola de subsidios, pero sin recursos para financiarla”.


Por su parte, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) puntualizó que los gastos no previstos para atender la emergencia del coronavirus por la irrupción de la segunda le jugarían una mala pasada al ministro de Economía, Martín Guzmán, ya que serán equivalentes a todo lo que se espera recaudar por el Aporte Solidario Extraordinario más el adicional de retenciones por la suba de los precios internacionales de las commodities.

Las estimaciones del IARAF parten de considerar ingresos adicionales por 200.000 millones de pesos en concepto de recaudación incremental por derechos de exportación no previstos en el Presupuesto, ya que cuando se elaboró la soja cotizaba en torno de los 350 dólares la tonelada, y otros 300.000 millones por el Aporte Solidario Extraordinario, tampoco contemplado en el cálculo original.


La suma de esos ingresos equivale a aproximadamente 1,2 punto del Producto Interno Bruto (PIB) y permitirían reducir el déficit primario del 4,2% de la última revisión presupuestaria a un 3% que dejaría a Guzmán en mejores condiciones para renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mucho más si se tiene en cuenta que ninguno de los dos recursos se coparticipa con las provincias.

Pero esas cuentas excluyen los recursos que se necesitarán para hacer frente a la segunda ola de la pandemia de coronavirus, que tampoco fue contemplada en la elaboración de un Presupuesto que no tuvo en cuenta el financiamiento de programas de emergencia. En consecuencia, el déficit se mantendría en el 4,2%.

Advertencia desde el Congreso

A su vez, la Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió en las últimas horas que el déficit fiscal tuvo en lo que va del año un incremento de 59.761 millones de pesos en relación con las pautas iniciales establecidas.


El aumento del déficit es del 4,1% en relación con el resultado financiero y del 7,5 si se toma el resultado primario, que a diferencia del primero no computa los servicios de la deuda pública.


De acuerdo con el relevamiento de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) en base a las decisiones administrativas 85, 281 y 460, hasta el momento “se incrementó el gasto total presupuestado en 71.643 millones y los ingresos en 11.882 millones”.

“Esta dinámica en el aumento de los gastos y de los ingresos desmejoró los resultados financiero y primario en la suma de 59.761 millones, que se financió con un aumento de las fuentes financieras (12,227 millones) y una reducción de las aplicaciones (47.433 millones), mayormente correspondientes a las partidas de la amortización de la deuda”, indicó la OPC en su análisis.


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