En una chacra de Cipolletti existe una propuesta para disfrutar momentos gastronómicos únicos

Dos alternativas que se complementan. Una experiencia para vivir en nuestra región.


Por Victoria Rodríguez Rey (@victoriarodriguezrey)

Ocho mujeres perfectamente desconocidas. En modo hacia la apertura, la entrega, la confianza de no saber qué está por venir, ni quién, ni de qué forma. En estos momentos de anticiparlo, de ubicarlo, de etiquetarlo todo esta propuesta pone en juego el control y se renueva la mágica sensación de la sorpresa.

Algo así como, un tiempo para el maridaje de las emociones. “Me gusta imaginarme este espacio, este encuentro, como una noche de alquimia, partiendo un poco de la etimología de la palabra, como una práctica ancestral en donde lo que se buscaba es transmutar alguna condición o estado de un elemento hacia otro, buscar una transformación”, describe así María José Castillo, la autora de la propuesta alquímica Wine & Woman.

A través de esta invitación, Majo Castillo busca generar un espacio fuera de los tiempos cotidianos y normalizados para poner en juego también las emociones. Una posibilidad de movimientos desconocidos donde, en definitiva, el vino y el maridaje son excusas para explorar los sentidos y conocer la historia de los viñedos, de los taninos, de las producciones locales y de lo etéreo y profundo de la vida.

Lo único pautado y comunicado es la ubicación. A las 20 horas en una chacra de la ciudad de Cipolletti.

Allí, una mesa rústica repleta de copas y de velas, esperan ser habitadas por mujeres, hasta ese momento desconocidas, que se encontrarán en la desnudez que se permitan develar. Allí, entre las luces y las sombras de los recorridos únicos trazados y las proyecciones posibles, donde sucede la vida.

Florencia Falciglio, junto a Ramiro Valenzuela complementan la propuesta. Florencia es sommelier hace varios años y una estudiosa de los procesos de la vida y de los viñedos. Ramiro, es chef autodidacta y convencido del poder que existe en las cocinas. Y así se combinan y juegan.

Entre los dos, planifican, experimentan y maceran posibles composiciones entre vinos, abreboca, plato principal, postre. Aunque, ni siquiera es así, porque se animan a explorar y transformar la gramática culinaria. Son cinco porciones de comidas y más de seis vinos diversos que transcurren en el tiempo que dura el encuentro. Cápsula: ese es el nombre que identifica su propuesta de intervención de las cocinas. Indagan sobre los productos de cada estación, conversan con familias productoras locales, investigan las transformaciones a través del fuego y ponen sobre la mesa diversas texturas, temperaturas y sabores para que cada cual experimente un único registro.

Entre los tres, María José, Florencia y Ramiro, entre Wine & Woman y Cápsula, se estallan los estímulos mentales para crear nuevos recorridos, imágenes y sensaciones que permitan establecer otros procesos cognitivos, otros aprendizajes posibles. Si la alimentación, además de una necesidad biológica, es una comunicación de símbolos, sueños y sonetos te preguntaste alguna vez, cómo y con qué se compone tu nutrición.

Más información:
@castillo_majo
@somos_capsula


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