Tras años de abandono inauguran La Celina, la primera sala de elaboración de agroalimentos de Centenario

Aunque ya venía funcionando desde febrero, el acto formal marcó su presentación ante la comunidad como un nuevo motor para la economía local. Te contamos su historia, cómo funciona y quienes trabajan allí.

Centenario celebró esta semana la apertura oficial de La Celina, la primera sala municipal de elaboración de agroalimentos de la ciudad. Aunque ya venía funcionando desde febrero, el acto formal marcó su presentación ante la comunidad como un nuevo motor para la economía local, la soberanía alimentaria y el agroturismo. Actualmente, más de 20 emprendedores elaboran sus productos en este espacio que ya cuenta con habilitación municipal.

Ubicada en la chacra municipal y construida con fondos provinciales y donaciones de la empresa Pan American Energy, La Celina fue diseñada para garantizar la producción de alimentos seguros, listos para su comercialización, con identidad local.

Producción es promover la neuquinidad»

Esteban Cimolai, intendente de Centenario

Durante el acto, el intendente Esteban Cimolai destacó el valor estratégico de este espacio para quienes trabajan con agroalimentos en Centenario. “Producción es promover la neuquinidad”, afirmó, en alusión al impulso que representa para el desarrollo productivo, el trabajo local y el turismo rural.

El intendente sostuvo que Centenario tiene la mano de obra local y la perseverancia y el amor que le ponen quienes producen la tierra, “Invitarlos a que se puedan sumar, lo que se produce en Centenario es de primer nivel, no es ni más ni menos que mejorar nuestra calidad de vida”.

Productos elaborados en la Sala Municipal de Eleaboración de Agroalimentos de Centenario / Gentileza

La Celina está gestionada por la Dirección de Agroturismo y Paisajes Culturales, un área que depende de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Centenario. Desde allí se promueve una mirada integral que une producción de alimentos, turismo rural y valorización del territorio.

Nuestra idea es potenciar la actividad primaria y fortalecer el vínculo entre quienes producen alimentos y la comunidad»

Victoria Rodríguez Rey, Dirección de Agroturismo y Paisajes Culturales de Centenario

“Nuestra idea es potenciar la actividad primaria y fortalecer el vínculo entre quienes producen alimentos y la comunidad”, explica Victoria Rodríguez Rey, directora del área. En ese sentido, articulan con comedores populares, acompañan a pequeños productores y diseñan herramientas para que el turismo también valore y defienda las tierras productivas.

Productores que transforman


Una de las emprendedoras que aprovecha el potencial de la nueva sala de elaboración es Dalma Bustos, creadora de Sabores de la Abuela, un emprendimiento de dulces, conservas, escabeches y deshidratados con insumos del Alto Valle. “Trabajar en la sala ha sido una experiencia muy enriquecedora, me ha permitido fortalecer mis procesos, cuidar los detalles y aplicar buenas prácticas”, cuenta Dalma, quien se formó como elaboradora de agroalimentos y hoy puede producir lotes de mayor escala con estándares de calidad certificados.

Dalma Bustos, emprendedora de Sabores de la Abuela / Gentileza

Otro caso es el de la familia Pesce, al frente del emprendimiento La Teresita Campo, dedicado a la producción agroecológica de hongos gírgolas sobre troncos. Comenzaron a utilizar la sala en abril, justo en plena temporada del cultivo. “La elaboración de un producto seguro es darle un valor agregado”, afirman. Gracias al equipamiento y las condiciones de trabajo que ofrece el espacio municipal, lograron mejorar la inocuidad de sus productos y asegurar una salida comercial en mejores condiciones.

La familia Pesce, al frente del emprendimiento La Teresita Campo, dedicado a la producción agroecológica de hongos gírgolas / gentileza

Historia de recuperación


La historia de La Celina se remonta a 2016, cuando fue concebida durante la primera gestión de Cimolai como parte del programa Centenario Produce. Productores locales participaron en su diseño, pero el proyecto fue desmantelado tras el cambio de gestión.

La recuperación comenzó en 2023, con la vuelta de Cimolai al gobierno local. “La encontramos sin equipamiento,vacía y de a poco fuimos dotándola de herramientas y equipamiento específico para la elaboración y conservación de alimentos de calidad y de producción regional”, cuenta la funcionaria Rodríguez Rey.

Desde febrero de este año, la sala funciona a pleno. Ya se produjeron unas 3000 unidades entre dulces, mermeladas y conservas, y se encuentra en tránsito hacia la habilitación provincial.

“Tener una sala de elaboración genera la posibilidad de mantener el valor alimenticio creado en la estación de primavera, verano, otoño, durante el resto del año. Eso es fundamental para poder estar alimentándonos todo el año con un producto sano del cual conocemos su origen, un producto local que tiene también todas esas condiciones energéticas y biológicas que también son nuestras. Conservar el valor alimenticio para poder durante todo el año tener ese alimento sano y propio del lugar en nuestras mesas es el objetivo. Si yo puedo tener en mi mesa tomate todo el año local con distintas formas de conservación y de inocuidad, eso es salud”, comparte la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Alicia Manucci. 

Producción con apoyo


La Celina no es solo un lugar para cocinar. Durante el verano se dictaron talleres abiertos a la comunidad y hoy se trabaja con turnos diarios de 8 a 14. Cada elaborador puede desarrollar sus productos bajo protocolos estrictos de higiene, acompañamiento técnico y con acceso a equipamiento profesional.

Victoria Rodríguez Rey (derecha) con la Ing. Alicia Susana Mannucci (centro) de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable / gentileza

Además, el acompañamiento va más allá del proceso productivo: la Dirección promueve también la comercialización, que se realiza semanalmente en la feria local. “Queremos fortalecer el perfil emprendedor, y que el turismo también sea una vía para visibilizar y sostener las producciones regionales”, explica Rodríguez Rey.

Agroturismo con identidad


La sala forma parte de una estrategia más amplia que impulsa la Dirección de Agroturismo y Paisajes Culturales: una política pública que tiende puentes entre las chacras y la ciudad, entre productores y vecinos, entre los alimentos y sus historias.

El equipo trabaja también en la regulación de establecimientos agroturísticos, en la declaración de áreas naturales protegidas —una en la costa del río y otra en la barda— y en la puesta en valor del sistema de riego que dio vida a todo lo que es el Alto Valle y Valle Medio. De hecho el año pasado se presente un proyecto de ordenanza de declaración de patrimonio cultural a sistema de riego de Centenario.


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