“Gobernador coronel Carlos H. Rodríguez:
1932-1934, fructífero mandato”

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La historia neuquina se construye, entre otras cosas, con la actuación de gobernadores que ejercieron en dos etapas: la territoriana y la provincial.

Neuquén fue Territorio Nacional luego de la campaña militar emprendida por el general Julio A. Roca sobre estas tierras, habitadas por comunidades aborígenes. A partir de 1885 se establecen los gobiernos territorianos y, hasta 1955, fueron setenta años de gobernadores de Territorio Nacional. ¿Qué significaba ser Territorio Nacional? Significaba que no teníamos ni voz ni voto, todas las decisiones eran tomadas por el Poder Ejecutivo nacional. Cuando Neuquén tuviera –de acuerdo con la ley 1532 de los Territorios Nacionales– 60.000 habitantes y dictara su Constitución podría ser declarado provincia. Eso ocurrió en 1955, cuando por medio de la ley 14408 se la nombró provincia. Pero la destitución del gobierno del Gral. Juan D. Perón por la Revolución militar hizo que la provincialización se postergara hasta 1957, año en que se sancionó la Constitución provincial; mientras que en 1958 asumió el primer gobierno provincial la dupla don Ángel Edelman-Alfredo Asmar.

El gobernador que hoy nos ocupa, don Carlos Hilario Rodríguez, fue designado por el Poder Ejecutivo nacional el 21 de septiembre de 1932. Asumió el 1º de octubre del mismo año y ejerció sus funciones en un periodo breve pero provechoso. Nació en la Capital Federal el 14 de enero de 1878. Desde joven ingresó a la carrera militar (había llegado a teniente coronel el 31 de diciembre de 1922 y luego pasó a retiro militar absoluto por haber llegado al límite de edad). Llevó a cabo una gran labor de acercamiento entre las distintas zonas del Territorio del Neuquén. Sus iniciativas fueron prósperas: tomaba en cuenta los problemas que aquejaban a las poblaciones del interior, ya que se ponía en contacto directo con ellos, en los parajes más apartados del interior territorial.

Carlos H. Rodríguez visitó las colonias indígenas y notó la precariedad en que vivían, por ello les proporcionó herramientas y semillas para sembrar la tierra. Fomentó la colonización, interesó al gobierno nacional para la construcción del puente carretero que une Cipolletti y Neuquén capital, puente que se inauguró en 1937 bajo la gobernación del coronel Enrique Pilotto.

Entre otras acciones destacadas por el gobernador Rodríguez mencionamos: pugnó por la instalación de hospitales y salas de primeros auxilios, dedicó especial interés al fomento de las explotaciones mineras, planificó y emplazó obras de riego y desagües, en materia de educación propugnó el funcionamiento de internados, comedores escolares y la provisión de ropas y calzado para niños necesitados; bregó por la instalación de escuelas industriales, de universidades populares e institutos de enseñanza. A su gestión se debió la creación de la villa rural La Buitrera, cercana a Las Lajas, y la fundación de Cutral Co, el 23 de octubre de 1933.

El 24 de enero de 1934 se retiró de sus funciones, y quedó a cargo de la gobernación el secretario Carlos E. Reilly. Rodríguez contrajo una enfermedad que lo obligó a trasladarse a Buenos Aires junto con su esposa María Teresa Di Giorgi y su médico de cabecera, el Dr. Eduardo Castro Rendón, quien dispuso que el gobernador fuera internado en el Hospital Militar para que sea atendido por médicos especialistas. Falleció el 9 de abril de 1934.

Carlos H. Rodríguez “fue un gobernante de comprensión serena, de espíritu amplio”, escribió el historiador don Carlos Ríos. En efecto, fue honesto en el manejo de los bienes públicos, entre tantas virtudes. Por suerte se honra su memoria en una de las calles céntricas de la capital.

Beatriz Carolina Chávez

DNI 6.251.256

Beatriz Carolina Chávez

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