Gran Bretaña celebró 60 años de reinado de Isabel

Un millón de ingleses participaron del festejo. No hubo monarcas.

Isabel pasa revista a los soldados formados en su honor.

AP

Un imponente desfile de embarcaciones de todo tipo fue el más importante festejo del aniversario de Isabel en el reinado británico.

LONDRES.- Sin famosos del show business, sin jefes de Estado y sin monarcas del extranjero: la reina Isabel II de Inglaterra celebró la cumbre de los festejos de su “jubileo de diamante”, el 60 aniversario en el trono con un majestuoso desfile naval de 1.000 barcos sobre el Támesis en el corazón de Londres, dedicado a su pueblo. Barcos con las banderas de los 54 países de la Commonwealth ondeando al viento abrieron el camino a la Barcaza Real pintada de rojo y oro en la que viajaban la soberana británica y los principales miembros de su familia. A pesar de los aguaceros que apenas dieron tregua durante el día, un millón de espectadores abarrotaron las orillas para asistir a este espectáculo histórico. Así, hizo realidad lo que dijera con sólo 21 años como princesa en su quizá más famoso discurso radiofónico y repitiera después en marzo: que era una reina al servicio de su pueblo. “De niña vi la coronación de la reina”, cuenta Jane, de 69 años, cuya hija ganó tickets para poder estar en el famoso Puente de la Torre, punto final del desfile naval. “Simplemente tenía que estar. En los últimos años (la reina) hizo un trabajo fantástico”. El mal tiempo no importaba. “También llovió en la coronación”, recuerda sobre la ceremonia oficial celebrada hace 59 años. La reina, en un traje blanco con adornos dorados y plateados y un sombrero haciendo juego, subió a bordo del profusamente decorado “Spirit of Chartwell” y comenzó rompiendo el protocolo. En lugar de sentarse en el trono de terciopelo rojo en medio de la cubierta, paseó primero por la borda, habló con miembros de la tripulación y se mantuvo atenta a las exhibiciones de sus compatriotas. Los sucesores al trono, el príncipe Carlos y el príncipe Guillermo, que vestían uniformes de la guardia, y la mujer de Guillermo, Catalina, con un llamativo vestido rojo con falda plisada de la casa Alexander McQueen parecían un poco perdidos. El desfile terminó en el Puente de la Torre, donde la reina vio pasar por delante al resto de los barcos del convoy. La gente esperaba sentada en sillas desplegables. ¿Por qué es tan importante la reina para los británicos? “Da continuidad al país”, responde el marido de Jane, Alex, de 71 años. “La reina es la personificación de todo lo británico. Y a todo el mundo le gusta un poco de pompa. Todo el mundo en el tren esta mañana tenía un humor mejor, impera el buen ambiente”. Para el desfile naval, la monarca eligió piezas históricas: la Orquesta Filarmónica de Londres, a bordo del último de los mil barcos, tocó por ejemplo la “Música del agua” de Georg Friedrich Händel, compuesta para un antecesor de Isabel, Jorge I. Pero el “hit” del día fue otro: “God Save the Queen”, el himno nacional británico, que se escuchó miles de veces desde los altavoces. (AFP/DPA)


Isabel pasa revista a los soldados formados en su honor.

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