Llevar tres clavos de olor en el bolsillo: por qué recomiendan hacerlo

Se trata de una práctica simple para quienes buscan reforzar su bienestar emocional de manera simbólica.

En los últimos meses, una tendencia energética y espiritual volvió a ganar fuerza en redes sociales y entre quienes practican rituales de protección personal: llevar tres clavos de olor en el bolsillo. Aunque para muchos se trata solo de una especia aromática usada en la cocina, distintas corrientes esotéricas aseguran que su energía puede influir positivamente en el bienestar diario.

El clavo de olor es conocido por su aroma intenso y sus propiedades purificadoras. Desde la antigüedad, ha sido utilizado en rituales de limpieza energética, protección contra malas vibras y para atraer buena fortuna. Hoy, su uso simbólico resurge como un amuleto sencillo y accesible.

Protección frente a energías negativas


Según la creencia popular, los clavos de olor actúan como un escudo que ayuda a bloquear la envidia, el mal de ojo y las energías densas que se acumulan en lugares muy transitados. Llevarlos en el bolsillo —preferentemente en un pequeño saquito de tela o directamente sueltos— funciona como una barrera invisible ante influencias externas.

Atrae prosperidad y claridad mental

Prácticas espirituales y de aromaterapia coinciden en que el aroma del clavo de olor potencia la concentración y la claridad mental, cualidades que favorecen la toma de decisiones, especialmente en temas económicos o laborales. Por eso, algunos ritualistas lo recomiendan como amuleto para atraer prosperidad y buenas oportunidades.

Un símbolo de estabilidad emocional

Además de su efecto energético, se lo asocia con la serenidad. Tener tres clavos en el bolsillo representaría equilibrio, estabilidad y la capacidad de centrarse en lo verdaderamente importante. Se trata de una práctica simple para quienes buscan reforzar su bienestar emocional de manera simbólica.

Cómo se recomienda llevarlos


  • Tres clavos de olor, porque el número 3 se vincula con expansión y apertura de caminos.
  • Colocarlos en el bolsillo derecho, el lado asociado a la acción y la energía masculina, aunque algunas corrientes prefieren el izquierdo si se busca protección emocional.
  • Cambiarlos cada 7 o 14 días para “renovar” su energía.

Esta es sin dudas una práctica que se mantiene como un recurso espiritual que muchas personas adoptan para sentirse más protegidas y alineadas.


En los últimos meses, una tendencia energética y espiritual volvió a ganar fuerza en redes sociales y entre quienes practican rituales de protección personal: llevar tres clavos de olor en el bolsillo. Aunque para muchos se trata solo de una especia aromática usada en la cocina, distintas corrientes esotéricas aseguran que su energía puede influir positivamente en el bienestar diario.

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