Horrores

Carta de Lector

Por Carta de lector

Zapala

Hay una reacción social creciente, necesaria pero insuficiente, contra los ataques de asesinos a sus parejas o ex parejas. Está muy bien. Pero no hay que ser sociólogo ni criminólogo para advertir que hace falta algo más. Y como la población en general y las/los activistas lo advierten, además de manifestarse, reclaman. Sus quejas apuntan contra la policía y el Poder Judicial.


Muchas veces se desnudan errores, ineficiencias, fallas. Pero el problema de la prevención, sustancial, exige otras herramientas.


Hay que dejar de ladrar al árbol equivocado. Ahí no está el gato. Cuando se aplican las penas, por más justas que sean, el horror ya ocurrió. Es necesario garantizar la seguridad – por ejemplo – con prevención y metodologías como pulseras y tobilleras electrónicas monitoreadas con alarmas de anticipación suficiente para que acuda a tiempo la seguridad (digamos, al detectarse una proximidad riesgosa). Y otras acciones que deberán aportar expertos en el tema.


Hay que asumir que agravar las penas puede ser muy justo, pero no disuade a los delincuentes, y cuando se aplican, la víctima y su entorno ya sufrieron el daño. El Poder Judicial está diseñado desde su origen histórico para sancionar (después) no para prevenir (antes). Rara vez previene el daño ambiental, en la única área en la que ha adquirido cierta experiencia. Es obvio que un asesino (dispuesto a matar, ultrajar y hasta suicidarse) no se detendrá porque un Juez lo rete para que no se acerque. Las perimetrales hay que garantizarlas con la fuerza para que sirvan de algo.


Esas medidas son las que proporciona actualmente la ley. Pero no sirven para nada si no hay forma de garantizar su cumplimiento. El decálogo de Moisés (“no matarás”) está dirigido a los que tienen fe, no a los asesinos.
Tampoco habría que caer en el disparate de encarcelar a todos los denunciados ¿Por cuánto tiempo?

Hay que superar las limitaciones humanas de las fuerzas de seguridad con tecnología, metodología y equipamiento. Modificaciones a la ley podrían agregar a las prohibiciones y análisis de equipos interdisciplinarios, tratamientos, cursos y seguimientos.


Deberían darse recursos a los que se llamaron Patronatos de Liberados y Excarcelados (hoy Dirección de Personas “Judicializadas” en Neuquén) para que además de su labor original (que hoy cumplen con tanto esfuerzo como limitaciones) intervengan en estos casos.

Julián Alvarez
DNI 7.574.027


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