Iñaki Basiloff: «Fueron unos Juegos increíbles»

El joven neuquino contó cómo vivió la experiencia de los Paralímpicos de Tokio donde completó una gran actuación. En su regreso a Neuquén fue recibido a lo grande.

Iñaki Basiloff viajó a los Juegos Paralímpicos de Tokio con un objetivo principal, que logró cumplir, y otro más ambicioso que estuvo muy cerca de conseguir.

Más allá de los resultados, vivió una experiencia inolvidable y, a sus 20 años, demostró que tiene un futuro enorme en la disciplina.

El neuquino se planteó ser finalista en sus categorías predilectas y pudo acceder a la carrera definitoria en cuatro de las cinco pruebas. El sueño de la medalla estuvo realmente cerca, con dos cuartos puestos, uno de ellos a cuatro centésimas de distancia con el tercero.

“Fueron unos Juegos increíbles, más allá de que no pude lograr lo que yo quería que era una medalla”, analizó Basiloff en diálogo con Río Negro. “Me fue genial en mis carreras principales, eso era lo más importante y por lo que había trabajado”, agregó en ese sentido.

Aunque sabe que acarició la presea de bronce en los 200 metros combinados, Iñaki no se reprocha nada. “Estuve a nada de la medalla, fueron cuatro centésimas, no es nada. Si te ponés a pensar si me hubiera empujado mejor o estiraba más el brazo capaz que llegaba. Pero me quedo tranquilo porque entregué todo y eso es lo que vale”, aseguró.

Cualquier atleta del mundo aspira a competir en un torneo así y, con 20 años, el neuquino ya sabe lo que se siente. El contexto particular por el coronavirus le dio otro marco, pero la importancia fue la misma.

“Los Juegos son una locura de torneo y experiencia. Es hermoso. Lástima que en este contexto de pandemia no hubo público, hubiera sido más increíble todavía”, comentó.

La unión entre la delegación argentina quedó en evidencia aún en la distancia. El espíritu olímpico estuvo presente y es tan valioso como la propia actividad deportiva. “Me llevo re bien con todos, fue muy lindo compartir con ellos, lo disfrutamos en equipo”, contó Iñaki.

Una vez que regresó a Argentina, familiares, vecinos y seguidores le brindaron una afectuosa bienvenida a Neuquén, en reconocimiento a su gran participación en Tokio. “El recibimiento fue hermoso, yo me esperaba algo pero no tan grande y con tantas personas. Estoy muy agradecido con todos”, expresó Basiloff.

Luego de un debut Paralímpico notable, el neuquino dejó claro que no le pesan las grandes competencias. Su techo aún está muy lejos.


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