Indignó por lo exigua la pena a Agripinio Rubio
Fue condenado a 14 años de cárcel, la mitad de lo que había solicitado el fiscal.
NEUQUÉN
NEUQUÉN (AN).- Una puñalada en el alma fue lo que sintieron Mabel y Oscar al oír al juez Martín Marcovesky condenar a 14 años de prisión a Agripinio Rubio por dos cargos de abuso sexual y uno de robo.
Con lágrimas cayendo por sus mejillas y la voz quebrada, Oscar, el padre de una de las dos víctimas, señaló al juez y le dijo “la próxima vez que viole a una chica va a ser por tu culpa”.
Es que la pena aplicada es menos de la mitad de los 30 años que la fiscal María Dolores Finochietti había solicitado, ya que Rubio fue declarado culpable por unanimidad por un jurado popular por dos cargos de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el empleo de un arma y otro por robo agravado.
La réplica desde el Ministerio Público Fiscal no se hizo esperar y ayer mismo el fiscal general, José Gerez, anunció que ya están elaborando el escrito para impugnar la condena impuesta. “Para nosotros es una pena arbitraria e irrazonable, con la que no estamos para nada conformes”, aseguró Gerez, mientras que para Oscar “la impugnación nos da aire”.
Mientras Rubio se sentó calmado a esperar la pena que le resultó impuesta, para los padres de la víctima neuquina la tensión comenzó desde antes de la audiencia.
“Nos dimos cuenta que le iban a dar una condena baja cuando el juez no quiso dejar entrar a la prensa”, contó Oscar y reveló que “no sólo tuvimos que llamar a la otra víctima que vive en La Plata para ver si la prensa podía entrar, sino que al final el que tuvo la última palabra fue el mismo Rubio”.
Para los padres de la chica neuquina que junto a su amiga platense fueron atacadas el 1 de agosto del año pasado en la zona de Parque Norte por Rubio, quien las llevó hasta un cañadón en donde las atacó, “esta condena es revictimizarnos a nosotros y a las chicas”.
Mientras Mabel lloró sin cesar y remarcó que “el juez se olvidó de lo que resolvió el jurado”, Oscar fue más gráfico: “Hace un año que vivimos un infierno y si nos animamos a dar la cara, salir por todos lados, ir a un juicio por jurados, fue para que le den una condena ejemplificadora y no esta cosa”.
Acompañado por familiares y amigos que aguardaron en la vereda de los tribunales, ya que no se les permitió el ingreso, Oscar contó que “mi hija estalló en llanto cuando le conté la pena que le habían dado”.
Mientras que Mabel explicó que “no tengo fuerzas para poder hablar con mi hija y decirle que sufrimos tanto para esto”.
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