Inseguridad y falta de escolarización van de la mano en el oeste

Advierten la ausencia de políticas de inclusión por parte del Estado neuquino. "Los pibes están en la calle porque sus casas son expulsoras", afirma un cura.

NEUQUÉN (AN).- La realidad de los jóvenes no escolarizados en el oeste preocupa en las escuelas, las iglesias y también a la Policía. Todos reclaman políticas de inclusión que los contengan.

Las instituciones ven a este sector como parte del problema de la inseguridad por lo que sugieren medidas para brindarles oportunidades de inserción en medio de una agreste geografía, con problemas sociales, económicos y familiares.

«En el oeste el problema son los pibes que no están escolarizados y que encima el gobierno no elabora medidas para contenerlos», diagnosticaron en la misma sintonía los docentes que desde hace 15 días vienen librando una batalla contra la inseguridad y la burocracia del Estado, para que les garanticen el derecho a trabajar y el de los chicos a estudiar.

Varios fueron los establecimientos que quedaron sin servicio de vigilancia por decisión del Consejo Provincial de Educación (CPE) por lo que las escuelas vacías animaron a los vándalos, quienes hicieron de las suyas con total impunidad. En algunos colegios ingresaron en horario de clases al plafón del establecimiento, como ocurrió en el CPEM 18, donde robaron la batería del auto de la vicedirectora y hasta trataron de llevarse la bicicleta del preceptor. Más alarmante fue la situación vivida en el CPEM 54 donde una patota entró tratando de atrapar a un joven al que, literalmente, querían matar y quien terminó siendo salvado por docentes y preceptores.

«Los que atacan son pibes del barrio que no están escolarizados», deslizó la titular de uno de los CPEM asaltados.

«Acá hay un abandono de políticas del Estado para la población del oeste y el impacto se ve en que hay más jóvenes no escolarizados que se dedican a consumir alcohol y drogas. Esto deriva en los problemas de inseguridad que tenemos», afirmó el director del CPEM 40, Roberto Nogues.

La Policía no sólo avaló los dichos de los docentes sino que describió con mayor crudeza la problemática de este grupo erario.

«Son un problema porque se pasan la mayor parte del día sin hacer nada en la calle. Casi todos son menores que se juntan en grupos y son los mismos que aparecen lesionados en enfrentamientos entre ellos», relató un policía de alto rango.

«Son pibes muy complicados que en el hogar no los pueden controlar y que rondan entre los 14 y 17 años. Algunos los han internado por serios problemas con el alcohol y las drogas», detalla el policía quien asegura que los menores conocen al pie de la letra la ley 2302 en la cual se amparan cada vez que los detienen in fragante.

El padre Antonio Qualiza, que tiene a cargo varias comunidades del oeste, también hace una dura lectura de la actual problemática.

«Los directivos escolares tienen bastante razón. Hay porcentajes altísimos de pibes no escolarizados y esto está muy concentrado acá en el oeste por lo que es muy grave. El lugar normal del chico es la escuela pero al no tener ese espacio está en la calle con todo lo que la calle ofrece», cuenta el sacerdote.

Para Qualiza el diseño habitacional alienta a los pibes a permanecer en la calle. «Las casas son expulsoras por lo pequeñas y desagradables. Los chicos están adentro hacinados por eso prefieren estar en la calle. Y en la calle están las juntas que sabemos lo que producen. Pero ojo, que esto también pasa entre los escolarizados», tamiza el hombre quien pide que no se carguen «las tintas sobre los pibes, acá hay una sociedad que no da respuestas. Los chicos son el síntoma del problema que es la falta de contención familiar, social y la carencia de oportunidades».


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios