Insomnio, el principal síntoma entre el personal de salud pública de Cipolletti

El hospital atraviesa un momento delicado. A la gran demanda por la pandemia del coronavirus se le suma el factor humano. En las últimas semanas la curva de contagios creció exponencialmente.

Miedo, ataques de pánico e insomnio, son algunos de los síntomas que atravesó -y atraviesa- el personal de Salud Pública de Cipolletti. La demanda por la pandemia del coronavirus modificó completamente la dinámica del sistema sanitario.

El servicio está al límite en todo sentido. A la falta de recursos se le suma el impacto emocional en los trabajadores. Después de 130 días de “estar en la trinchera”, como ellos dicen, los profesionales y técnicos sienten el desgaste. Como si fuera poco, desde el área de Epidemiología sostiene que el pico no llegó.


“Se estima que el efecto subjetivo que esto tendrá, si la vacuna aparece rápido, es de dos o tres años, detalló Laura Armando, responsable del área de Salud Mental en el hospital de Cipolletti.


La profesional contó que al inicio de la pandemia hubo un fuerte trabajo en al contención emocional de los profesionales y luego se fueron atendiendo demandas puntuales. Agregó que el insomnio es el síntoma más común hoy entre el personal.


“Es un escenario muy dinámico y el proceso se vivió con mucha incertidumbre. Al principio fue el temor de no tener los recursos de prevención. A esa escasez que se resignifica una y otra vez. Luego aparecieron los síntomas en el cuerpo, el insomnio principalmente. El miedo se ha reducido a esta altura”, contó la profesional.


Armando informó que desde Nación están trabajando con una encuesta para conocer los efectos subjetivos de esta crisis sanitaria.

El sector de mucamas y enfermeras es el más afectado. Muchas mucamas decidieron dejar sus hijos al cuidado de otras personas e irse a vivir solas para no exponer a sus familias.


Días atrás, la directora del hospital, Claudia Muñoz, contó que hay un éxodo de profesionales por la situación que preocupa. Incluso se hicieron varios nombramientos de que no se tomaron. “Es una situación complicada y es mucho tiempo, es agotador y necesitamos más compromiso de la sociedad”, indicó Muñoz.

A esto se le sumó el hecho de violencia del viernes pasado. Un hombre falleció camino al hospital y sus familiares responsabilizaron a la demora en el servicio de ambulancia. Hubo insultos y algunos destrozos. La dinámica de contagios tuvo varios vaivenes en Cipolletti.

Hasta el 12 de julio tenían apenas 3 casos. Desde allí los casos comenzaron a multiplicarse rápidamente y hoy superan los 40 con el pico de confirmados el martes que trepó a 8.


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