Juan Filloy y el boxeo

Comenzaron (sí, comenzaron, no “arrancaron”, porque arrancar, arrancan los motores) los Juegos Olímpicos de Tokio, y a quienes nos gustan los deportes es una cita obligada de varias horas frente a la pantalla. De todas las disciplinas prefiero el atletismo en sus múltiples variantes: carreras, saltos, lanzamientos. Y hablando de lanzamientos, hace ya una prehistoria practicábamos en Educación Física, lanzamiento de jabalina y de bala. Mi fama estaba con la jabalina, cuando me disponía a lanzar el resto de la clase se concentraba en mi accionar, que por obra y gracias de una absoluta falta de acuerdo entre mis pies, mi cabeza y el brazo lanzador, lograba que la pértiga griega cayera a escasos cinco o seis metros para la hilaridad general y bochorno mío. Más allá de esto me pregunto por qué en general se ha dejado de dar clases de atletismo en las escuelas.


El deporte que más medallas nos ha dado en la historia de los Juegos Olímpicos es el boxeo. Muchos escritores se subieron al ring a tirar golpes. De los más famosos rescato al hiperbólico cordobés Juan Filloy.
Digo hiperbólico porque todo lo hacía a lo grande,(escribió una obra cuantiosa, vivió en tres siglos diferentes, nadie como él inventó tantos palíndromos en castellano y poseía una estatura enorme), también practicó boxeo en su juventud. Cuenta el autor de “Op Oloop” que el boxeador que representaba al club, donde entrenaba el propio Filloy, enfermó la mañana antes de una velada pugilística y él tuvo que reemplazarlo. Además de intercambiar buenos golpes, el escritor para dominar su miedo y en plena contienda, recitaba poemas de su admirado Lope de Vega, ante el estupor y la ira de su contrincante que creía que lo estaba provocando.

Tiempo después fue árbitro de boxeo y tuvo el placer de arbitrar a Luis Ángel Firpo, aquel de la famosa “pelea del siglo” que sacó del ring al estadounidense Jack Dempsey. Firpo pegaba tan fuerte que–según Filloy– cuando intentó separarlo en un momento de la pelea, la derecha de Firpo le pasó tan cerca de la cara que con el aire casi lo tiró.
Juan Filloy, como les dije, un hiperbólico.


Temas

Literatura

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios