Cuáles son las evidencias que incriminan a Pablo Parra en el femicidio de Agustina Fernández

Ayer se realizó la audiencia de formulación de cargos contra Pablo Parra, acusado de ser el autor del femicidio de Agustina Fernández. La justicia de Cipolletti dictaminó seis meses de prisión preventiva. 

Ayer se realizó la audiencia de formulación de cargos contra Pablo Parra (37), acusado de ser el autor del femicidio de Agustina Fernández (19). Durante tres horas la fiscalía y la querella presentaron evidencia para comprobar que el robo que denunció Parra no existió. Lo acusaron de haberla asesinado mediando violencia de género.

Ayer se realizó la audiencia de formulación de cargos contra el acusado de cometer el femicidio de Agustina Fernández, la fiscalía y el equipo de querellantes, integrado por Emanuel Roa Moreno, Darío Kosovsky y Damián Moreyra, solicitaron seis meses de prisión preventiva para Pablo Parra.

En los primeros minutos de la audiencia, los fiscales Martín Pezzetta y Santiago Márquez Gauna manifestaron cuál fue el móvil que habría detonado el ataque.

Según la teoría de la fiscalía, el acusado Pablo Parra, el 2 de julio dejó el departamento donde vivía con la intención de atacar a la joven. Tenía todo planeado para cometer el femicidio, incluso se aseguró que la joven estuviera en su departamento, un espacio de su conocimiento y dominio.

Para asegurarse la invitó a cenar el mismo día que ocurrió el crimen; la espero afuera del complejo y le dijo que vaya a su departamento. 


Teoría de la fiscalía y la querella


A las 19:15 Pablo Parra salió en su vehículo dejando a Agustina en su departamento. Dejó su teléfono celular cargando en la vivienda y círculo con el vehículo por calle Venezuela en dirección hacia el oeste para luego regresar a su domicilio. Dejó el auto estacionado en algún sitio y regresó a su casa.  

Ingresó por el patio de una construcción lindera a su departamento y utilizando una escalera que dejó previamente en el patio, ingresó por una puerta que se encontraba sin llave y atacó a Agustina Fernández.  

Según los indicios la joven intentó escaparse por la puerta delantera, pero no lo logró porque Pablo Parra cerró la puerta apretándole los dedos, esta lesión le ocasionó fracturas en los dedos. 

Luego la tiró al piso, golpeándole la cabeza contra un mueble en al menos dos oportunidades. No satisfecho, con la joven ya en pisó continuó golpeándola. Las lesiones le provocaron la muerte días después.

Una vez cometido el crimen, Parra abandonó el lugar, desordenó un poco un sector de la habitación para simular un robo, y se llevó su celular y el de Agustina. También, se llevó las llaves de la joven. 

Abandonó el departamento por el mismo lugar que ingresó y se dirigió a su vehículo. Para sostener su coartada se dirigió a comprar a una heladería y una despensa, realizó los pagos con su tarjeta y regresó a su departamento.  

Al encontrar a la joven tendida en el suelo, fingió sorpresa y se dirigió al departamento de su vecino para que llamaran a la policía indicando que le habían robado y que habían herido a Agustina.  

Esta es la teoría que la fiscalía buscará sostener en los próximos seis meses y por la cual le formularon cargos y dictaron seis meses de prisión preventiva. Según explicaron, hay pruebas contundentes que incriminan a Parra en la escena del crimen.  

Escuchá al abogado querellante en el femicidio de Agustina Fernández, Emanuel Roa Moreno, en “Vos a Diario”, por RÍO NEGRO RADIO. 

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Evidencia que incrimina a Pablo Parra


La fiscalía señaló que existe evidencia y testimonios de más de cien personas en el marco de la investigación preliminar. Vecinos del complejo, personal policial, personal de defensa civil, personal médico, personal de gabinete de criminalística, personal comisionado del cuerpo de investigación judicial, expertos peritos de la familia y del Ministerio Público Fiscal que aportaron datos a la investigación.  

La evidencia recolectada determinó que el femicidio de Agustina Fernández ocurrió entre las 19:32 y 19:38. En este periodo de tiempo, la evidencia también comprobó que el acusado se encontraba dentro del domicilio en el momento en el que ocurrió el crimen.  

Las pruebas que sostienen esta teoría se fundamentan en los teléfonos celulares. Según informaron «los celulares de Agustina Fernández y Pablo Parra se apagaron de forma inmediata y en simultáneo dentro del departamento del acusado». Este es uno de los indicios que llama la atención de los peritos, y que fue clave para que la investigación avanzara.  

También hubo testimonio de vecinos que viven en el complejo que aportaron datos. En la audiencia de formulación de cargos manifestaron que vecinos declararon que en esa franja horaria escucharon «un golpe como un cuerpo que cae al suelo y un grito de una mujer diciendo ‘pará, pará’». 

También resultaron importantes los registros visuales obtenidos de las cámaras, ya que lograron identificar la presencia de Parra en algunos sitios. Lo llamativo fue que en ningún momento aparece el acusado llegando a la casa de sus padres, ni al centro de la ciudad en el horario que él declaró. Recién a las 19:49 las cámaras lo captaron saliendo del barrio del complejo de viviendas donde sucedieron los hechos. 

Otra de las principales evidencias contundentes que cambió el rumbo de la investigación fue “un trozo de tela hallado en un alambrado del patio de la vivienda”. En las prendas de Agustina también fueron hallados retazos de telas azules que son compatibles con la tela encontrada en el alambrado.  

También las huellas halladas en el departamento, los registros indican que en la puerta por donde Agustina trató de escapar, sólo había huellas de Parra y Agustina.  

Otra evidencia contundente, son los rastros de sangre hallados en la vivienda. Los cotejos señalan que la sangre encontrada en el enchufe del cargador del celular de Parra es de Agustina Fernández y que quien cometió el crimen primero asesinó a la joven y luego ingresó a llevarse los celulares. Los cotejos indican que los celulares fueron apagados en simultáneo. 

Parra en la denuncia constató que una persona ingresó y se llevó los celulares, mil dólares y un bolso con ropa. Los testimonios y registros visuales indicaron que no hay personas sospechosas en los alrededores con las descripciones que denunció Parra. Tampoco hay evidencia de que los vecinos hayan permitido el ingreso de una persona ajena al complejo.  


El móvil del crimen


En la audiencia explicaron con detalle la relación entre víctima y victimario previa al hecho. Según la teoría de la fiscalía, Parra tenía una obsesión con Agustina, buscaba cualquier excusa para encontrarse con ella y entablar una conversación, como la joven demostró rechazo decidió cometer el crimen.  

La relación de Parra con Agustina era de amistad, según los testimonios él pretendía algo más. Por ello se mostraba servicial con la joven, la llevaba a la facultad, al gimnasio y diferentes lugares con el fin de lograr algo.  

Sin embargo, estas no eran las pretensiones de Agustina. Señalaron, según testimonios que «ella quería estudiar, recibirse y regresar a La Pampa porque extrañaba mucho a su familia y amistades».  

También, los testimonios relatan que Agustina le puso un límite a Parra cuando se dio cuenta de las intenciones que él tenía. Por lo tanto, decidió alejarse. El acusado insistió, y trató de conquistar a la joven, también reclamó la ayuda que le prestó cuando ella llegó a Cipolletti. 

Los indicios presentados fueron corroborados por la conducta de Parra. Según declaraciones, «Parra le regaló un anillo de compromiso y planificó un viaje a San Martín de los Andes para dos personas». Como la joven ya tenía planes con su familia rechazó la invitación al viaje. Este fin de semana ella iba a volver a Santa Rosa, sus familiares ya habían comprado sus pasajes.   


La formulación de cargos


En la formulación de cargos la jueza Agustina Bagniole señaló que «hay indicios suficientes para sostener que Parra fue el autor del hecho”, y que existen riesgos procesales de entorpecimiento de la investigación y de fuga. Por lo tanto, ordenó la prisión preventiva del imputado por el término de seis meses.

En la audiencia indicaron que se produjo ocultamiento de prueba por parte del imputado, lo que da cuentas de la posibilidad de entorpecer la investigación. La jueza, Bagniole “considero que hay un clarísimo riesgo de entorpecimiento de la investigación, hay riesgo procesal porque aún hayan sido recabados los hallazgos objetivos queda mucha prueba por producir”. 

Además, indicó: “la perspectiva de género tiene que respetarse en la totalidad del proceso penal y en este caso las testigas mujeres, jóvenes, amigas de la víctima, cuyos testimonios son fundamentales para esta investigación es lógico sostener que tengan miedo de declarar y es lógico sostener que la libertad del imputado las condicionaría”. 

La calificación legal del caso es femicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, en carácter de autor. Después de seis meses, el crimen de Agustina Fernández podría terminar de esclarecerse. 


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