El exnovio de Luciana Muñoz tendrá acceso a la investigación de la fiscalía: qué significa
Sus abogados defensores ganaron una batalla legal ante el Tribunal de Impugnación. El ida y vuelta entre un juez y el fiscal en plena audiencia. El fundamento en la Constitución, y los riesgos para la investigación.
Luciana Muñoz desapareció hace siete meses y medio en Neuquén. La única pista, tenue, que tiene la fiscalía es su exnovio Carlos Maximiliano Avilez, quien está acusado de falso testimonio en una causa conexa, con prisión domiciliaria, y para los investigadores sabe más de lo que reconoce. Sus abogados defensores acaban de ganar una batalla legal: podrán tener acceso a una parte del legajo que hasta ahora muy pocas personas vieron y donde figuran hipótesis, nombres de sospechosos y líneas de trabajo policiales. Algunas conducen a callejones sin salida, pero otras están todavía abiertas.
Avilez podrá tener acceso a porciones del legajo, no a todo, porque se lo garantiza la Constitución de Neuquén, como dijo el miércoles el Tribunal de Impugnación integrado por Andrés Repetto, Federico Sommer y Patricia Lúpica Cristo, y porque la fiscalía nunca dispuso la reserva de las actuaciones mediante resolución fundada, como lo prevé el Código Procesal Penal.
Para entender cómo se llega a esta decisión, que puede ser revisada por la sala Penal del Tribunal Superior de Justicia, y cuáles pueden ser sus consecuencias, es necesario manejar mínimamente el contexto del caso.
La causa por falso testimonio
Luciana Muñoz fue vista por última vez el 13 de julio del 2024. En el contexto de la investigación, su ex pareja Avilez fue interrogado dos veces, en la policía y en la fiscalía, su vivienda fue allanada, se detectaron contradicciones en su relato, y el 24 de agosto le formularon cargos por falso testimonio. Se abrió un legajo aparte, distinto del principal en el que se sigue investigando la desaparición de Luciana en el que no hay detenidos ni imputados.
Hace poco la fiscalía, a cargo de Andrés Azar, pidió fecha para la audiencia de control de acusación, que es la instancia previa a la elevación de la causa a juicio. Los abogados Gustavo Palmieri y Sebastián Perazzoli argumentan que no pueden ejercer una defensa eficaz sin conocer el contenido del legajo principal, que la fiscalía se niega a exhibirles.
¿Era sospechoso?
El razonamiento es: si al momento de tomarle declaración, Avilez era sospechoso de la desaparición de Luciana, no podían tomarle juramento de decir verdad porque los imputados no están obligados a declarar bajo juramento. En consecuencia, no pudo cometer falso testimonio.
Para saber si al momento de tomarle declaración era sospechoso o no de la desaparición, y para saber por qué le allanaron la vivienda, la defensa necesita conocer el estado del legajo principal a ese momento del caso, dice Palmieri.
Ida y vuelta entre el juez y el fiscal
En la audiencia del miércoles hubo un interesante ida y vuelta entre el juez Repetto y el fiscal Azar.
-¿Por qué no le muestran el legajo a la defensa? -preguntó Repetto.
-Hay pesquisas en trámite que entendemos oportuno no darlo a conocer ni a la defensa de Avilez ni a nadie -respondió Azar.
El juez le preguntó si hubo reserva de las actuaciones mediante una resolución fundada y el fiscal contestó que no, porque «es la primera vez que nos piden acceso». Sin embargo, después reconoció que la abogada de la familia de Luciana, Verónica Zabala, presente en la audiencia, tiene acceso.
-A la querella sí (le permite el acceso) o sea que no es tan «ni a nadie». En definitiva, ¿todo depende de la subjetividad del fiscal? -preguntó Repetto.
-No, depende de tratar de que la investigación conduzca a un resultado favorable -se plantó Azar, un poco más incómodo.
La preocupación de la fiscalía
El fiscal mostró un poco más las cartas. Explicó: «mostrar todas las tareas de investigación que llevaron al allanamiento de la casa de Avilez, que no fue ese solo sino que fueron varios, múltiples, simultáneos… mostrar la fundamentación de por qué se hizo el allanamiento daría pie al acceso a la información que no tiene nada que ver y que son causas que siguen estando vigentes».
Esa es la preocupación de la fiscalía. Azar no lo dice, porque no lo puede decir, pero es evidente que sospecha que Avilez es mucho más que un mentiroso. Cree, pero no lo puede demostrar al menos todavía, que está más involucrado en la desaparición de Luciana.
Si le permite el acceso a la investigación que condujo hacia él, Avilez podrá conocer la trama de nombres que manejan o manejaron los investigadores como sospechosos. Y quizá se caiga la imputación por falso testimonio, con lo cual el caso se quedaría con las manos vacías.
Qué dice la Constitución provincial
El Tribunal de Impugnación decidió, por unanimidad, que la Constitución de Neuquén está del lado del imputado. En su artículo 62 señala que «los procedimientos judiciales serán públicos (…)» y en el 66 dice que «queda abolido el secreto del sumario».
En tanto el Código Procesal Penal indica, en el artículo 157, que «el fiscal, por resolución motivada, podrá disponer la reserva parcial de las actuaciones imprescindibles para no frustrar la eficacia de las medidas dispuestas, hasta que concluyan y por un plazo que no podrá superar los diez días».
El juez Repetto, al reseñar la resolución tomada por unanimidad, dijo que «la fiscalía legítimamente pudo determinar la reserva de las actuaciones, pero después de tanto tiempo no queda otra alternativa que en ejercicio del derecho constitucional al debido proceso, al derecho de defensa y a la información pública por parte del imputado» se disponía que «la fiscalía deberá mostrarle a la defensa la documentación que requiere».
Se trata, lo más importante, de la solicitud de allanamiento de la fiscalía y la orden de allanamiento firmada por un juez.
Luciana Muñoz desapareció hace siete meses y medio en Neuquén. La única pista, tenue, que tiene la fiscalía es su exnovio Carlos Maximiliano Avilez, quien está acusado de falso testimonio en una causa conexa, con prisión domiciliaria, y para los investigadores sabe más de lo que reconoce. Sus abogados defensores acaban de ganar una batalla legal: podrán tener acceso a una parte del legajo que hasta ahora muy pocas personas vieron y donde figuran hipótesis, nombres de sospechosos y líneas de trabajo policiales. Algunas conducen a callejones sin salida, pero otras están todavía abiertas.
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