Burlando pidió perpetua para todos los acusados: hubo una «cacería humana» de Fernando Báez Sosa

El abogado querellante lleva adelante su alegato contra los ocho rugbiers acusados del crimen de Fernando Báez Sosa.

Fernando Burlando, abogado de los padres de Fernando Báez Sosa, adhirió esta tarde al pedido de la fiscalía de condenar a prisión perpetua a los ocho acusados del crimen, sostuvo que «todos» los imputados tuvieron la «voluntad de matar» y planearon una «cacería humana», mientras que la víctima fue «fusilada a golpes y patadas».

«Los azotadores ya habían tomado su decisión inapelable: tomaron la decisión de matar y mataron», señaló el letrado sobre los ocho rugbiers acusados.

«Cada golpe era un disparo, cada patada era un tiro, Fernando fue fusilado a golpes», señaló Burlando pasadas las 15,20.

 En el comienzo de sus alegatos en los tribunales de Dolores, el abogado de la familia de Fernando Báez Sosa aseguró que la «la imagen» de la víctima «de rodillas pidiendo clemencia justifica el pedido de prisión perpetua para los acusados», al comenzar con su alegato.

Burlando luego afirmó que los acusados «asesinaron» a la víctima, y que los rugbiers tuvieron «voluntad de matar y por eso mataron».

El abogado querellante adhirió «en un todo» al alegato de la fiscalía y señaló que Fernando «fue objeto» de «una cacería humana».

«Tendieron esa madrugada sobre Fernando un verdadero cerco humano para poder actuar sobre seguro», afirmó el letrado en otro tramo de su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores, al tiempo que señaló a Máximo Thomsen como «el líder de la manada» que cometió el ataque.

Más temprano en la mañana, el fiscal Gustavo García aseguró que los acusados son «Todos son coautores» y pidió perpetua.

«Todos, absolutamente todos participaron, todos asesinaron a Fernando. Nuestro reclamo de Justicia ante lo que no dudamos en llamar el suplicio de Fernando, la responsabilidad de quienes fueron sus ocho asesinos, se resume fundamentalmente en dos momentos de salvajismo y de horror», describió.

Y continuó: «Una vez rodeado, lo atacaron por diferentes flancos. Aunque el ataque clave fue el que impusieron por detrás y todos, absolutamente todos juntos.»

Burlando: los acusados «eran los cazadores y querían su trofeo».

Para Burlando, los acusados «eran los cazadores y querían su trofeo». Según el letrado, «los golpes que fueron como disparos, cada golpe era un disparo, cada patada era un tiro», por lo que Fernando «fue fusilado a golpes y a patadas».

«Luego se abrazaron y comieron. Se llevaron el trofeo y lo celebraron. Lamiéndose las pruebas, la sangre de sus víctimas, advirtiendo al resto de los verdugos ´de esto no se habla`», añadió.


«Luego se abrazaron y comieron. Se llevaron el trofeo y lo celebraron. Lamiéndose las pruebas, la sangre de sus víctimas, advirtiendo al resto de los verdugos ´de esto no se habla`». (Fernando Burlando)

El abogado señaló al acusado Máximo Thomsen como «líder de la manada» y quien fue acompañado por «sus obsecuentes»

«Anunció el desenlace con un gesto por demás elocuente, el dedo pasándoselo por la garganta», recordó Burlando sobre la seña de Thomsen.

«Sabían que habían matado a un joven, y entre alegría y emoción, en algún momento tuvieron la idea de volver a buscar a los amigos de Fernando. Tras semejante acto salvaje, no solamente huyeron de la escena del crimen, sino que además trataron de disfrazar lo ocurrido con una serie de actitudes», explicó.

Acusaron «a una persona inocente»

Y en ese sentido destacó que acusaron «a una persona inocente que estaba a cientos kilómetros del lugar», en referencia al remero Pablo Ventura, quien se hallaba en Zárate.

«Fernando tenía una vida por delante, sueños por cumplir, que los acusados le arrebataron por la simple decisión de matar. Mataron por matar, por ganar, por un empujón, por llevarse un trofeo en la vida. No les importó a quién, evidentemente desde el primer cruce que tuvieron con Fernando su plan fue matar», añadió.

Respecto del móvil del crimen, Burlando sostuvo que la prueba acredita que se debió a un incidente previo dentro de «Le Brique» que se produjo por «la excesiva cantidad asistentes» en el boliche.

Precisó que una serie de golpes cruzados entre ambos grupos, «motivó que Fernando intercediera para separarlos y se enfrentara» a Thomsen, quien realizó «una amenaza concreta de muerte» mientras era expulsado, al «apuntar y pasarse la mano por el cuello de izquierda a derecha».

Da acuerdo al letrado, aproximadamente a las 4.37, los acusados llevaron adelante el ataque contra Fernando, que era su «objetivo desde que tuvo el incidente con Thomsen.

«Una vez reunidos llevaron adelante el plan, acordando consciente y libremente entre todos matar a Fernando con perversidad reflexiva, contando con el factor sorpresa, producto de la desatención de la víctima», manifestó.

En desarrollo.


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