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Jury a una jueza de Roca: el oficio eliminado que estalló la crisis en el juzgado de Familia

Derivó en una denuncia central que luego terminó en el juicio político contra la jueza de Familia Moira Revsin. Las empleadas judiciales describieron un clima laboral muy complejo.

Las empleadas judiciales describieron un clima laboral por momentos asfixiante en el juzgado de Familia 11 de Roca. Los atrasos crónicos en dictar sentencia derivaron en las primeras acusaciones contra la jueza Moira Revsin que hoy enfrenta un juicio político por maltrato, hostigamiento y persecución contra el personal de la unidad del fuero de familia.

Fue la eliminación de un oficio lo que desencadenó la ola de denuncias contra la jueza entre 2017 y 2021; tanto del personal del juzgado como de la OTIF (Oficina de Tramitación Integral del Fuero de Familia) y de los empleados de la unidad jurisdiccional. Acusaciones que impulsaron el pedido de juicio político del procurador Jorge Crespo.

La segunda jornada del jury en Roca estuvo atravesada por el relato de las empleadas y funcionarias judiciales que describieron un ambiente de trabajo muy complejo. Una empleada jerárquica de la OTIF, organismo que se creó en 2021, dijo que rápidamente comenzaron los chispazos con la jueza porque se entrometía en su labor.

La OTIF es un organismo administrativo independiente del juzgado (que se denomina unidad jurisdiccional) y que tiene autonomía e independencia. Se encarga de cuestiones como librar oficios o elaborar proveídos. Los nuevos modelos de organización que se aplican a todos los fueros buscan separar la tarea administrativa de la jurisdiccional.

De esa manera los jueces y juezas solo tienen que hacer audiencias y resolver. Se busca así otorgarle mayor celeridad a las causas. En contra de la política de lenguaje claro, los que diseñan los modelos abusan de las siglas y de nombres novedosos, cuestión que atenta en algún punto con la comprensión.

Para volver al jury. Según la acusación, Revsin se entrometió constantemente en la corrección de esos documentos digitales. Pero fue particularmente la eliminación en reiteradas oportunidades de un mismo documento lo que generó la primera denuncia por parte de una empleada con jerarquía en el organismo.

Entraba al sistema y tenía anotaciones de la jueza antes de poder revisar, comenzamos a tener cuestionamientos imperativos y se empezó a generar un malestar”. Detalló que la magistrada eliminaba proveídos del sistema incluso uno de ellos lo “borró” tres veces en el mismo día. Revsin no tenía autorización para inmiscuirse en el trabajo de la OTIF, mucho menos para alterar documentos.

“Sentí una sensación que mi rol estaba siendo socavado, me sentí ninguneada”, confesó y destacó que esos inconvenientes no ocurrían con los otros dos juzgados de Familia que tiene Roca. “No fue fácil, pero después de eso tenía que visibilizar la situación”. Agregó y dijo que en un grupo de WhatsApp la jueza le recriminó públicamente a una empleada por un error en un oficio: “¿Usted tiene algún problema con las comillas?”.

Una trabajadora de la OTIF que declaró luego dijo que sentía miedo de realizar su trabajo porque tenía constantes correcciones por parte de la jueza y que en su mayoría eran en malos términos. Relató que en una oportunidad le dijo: “Vos sos abogada, eso lo tendrías que saber”.

Otra empleada reveló que era un control y hostigamiento constante: “Sentíamos un control excesivo en nuestro trabajo, como si estuviera más pendiente de nosotros que de su trabajo”.

El clima laboral se transformó, siempre siguiendo las declaraciones, en un ambiente muy denso e incluso había malos tratos entre otras empleadas del organismo. Eso generó que algunas empleadas trabajaran con temor y otras tantas presentaran licencias psicológicas por la presión que reinaba en las oficinas del juzgado.

Los testimonios de la segunda jornada del jury dejaron claro que la intención de Revsin de exigir más a su equipo de trabajo con el fin de acelerar las demoras crónicas del juzgado generó un efecto inverso. La situación era tan delicada que la propia jueza contrató a un coaching, lo dijo una testigo, para trabajar con el equipo del juzgado con el fin de encaminar las relaciones humanas.

Fue tarde, para ese entonces ya había varias denuncias ante el Consejo de la Magistratura que desembocaron en un informe del Auditor General y del sumariante designado que impulsaron el juicio político.

DIARIO RÍO NEGRO optó por no consignar los nombres de las testigos que declararon para no exponer a las denunciantes, quienes tienen un cargo de menor jerarquía que la jueza.

La imputación contra Moira Revsin es por “desarreglos de conducta y mal desempeño” dos de las causales que prevé la ley para enjuiciar a magistrados y magistradas. Hay tres posibles desenlaces: absolución, sanción o destitución. Hoy está prevista la tercera y última jornada con testigos.

El tribunal del juicio político está integrado por el Presidente del Superior Tribunal de Justicia y del Consejo de la Magistratura, Sergio Ceci; los legisladores Marcelo Szczygol y Juan Murillo Ongaro; la legisladora Marcela González Abdala; las consejeras abogadas Marina Luna y Daiana Reynoso; el consejero abogado Federico Diorio y el juez por el fuero Laboral Victorio Gerometta.


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