Femicidio de Agostina: las defensas embisten contra las pruebas claves
El lunes se conocerá la resolución del juez Ravizzoli sobre los planteos de nulidad y la presentación de pruebas y evidencias.
Juan Carlos Monsalve, acusado de ser el autor material, y su esposa Ana Perales, presunta instigadora. (Matías Subat)
Las listas de llamadas telefónicas de los cuatro hombres y la mujer imputados en el femicidio de Agostina Gisfman (22) fueron, tal como se esperaba, el principal eje de discusión en la audiencia de control de acusación de este viernes, la última antes del juicio por jurados que se realizará en el segundo semestre del año.
Algunos de los abogados defensores pidieron que no se tengan en cuenta esas pruebas porque consideran que se obtuvieron violando garantías constitucionales de los imputados. E invocaron un confuso fallo de la sala penal del Tribunal Superior de Justicia, firmado por Alfredo Elosu Larumbe y Soledad Gennari, que contiene conceptos que parece darles la razón.
Las respuestas a estos y otros planteos que se formularon a lo largo de tres interminables audiencias de control de acusación se conocerán el lunes, cuando el juez Gustavo Ravizzoli dicte una resolución y eleve la causa a juicio.
El femicidio y el rol de los imputados
Agostina vivía en Cipolletti y fue asesinada el 14 de mayo pasado de al menos dos puñaladas en Centenario. Luego su cuerpo fue rociado con combustible y prendido fuego en un basural.
De Centenario son la mayoría de los imputados, que además tienen lazos de parentesco y amistad entre sí.
Juan Carlos Monsalve es el principal acusado por la fiscalía de ser el autor material del homicidio triplemente calificado por alevosía, por el acuerdo planificado de tres o más personas y por femicidio. Su esposa Ana María Perales está imputada de ser la instigadora.
La teoría del caso es que Monsalve tuvo relaciones sexuales con Agostina, quien ejercía la prostitución, Perales se enteró y lo instigó a matarla.
Alejandro Chianese, imputado como partícipe necesario, fue el que presentó a Agostina y Monsalve, mientras que Enzo Monsalve y Julio Maximiliano Zapata (sobrino y empleado de Juan Carlos respectivamente) estuvieron en el basural de Centenario y ayudaron a cometer el femicidio. Para todos pedirá prisión perpetua.
Testigos, llamadas, videos
En la audiencia de control de acusación, la fiscal de Homicidios María Eugenia Titanti ofreció más de 70 testigos, listados de llamadas telefónicas, videos de 35 cámaras de seguridad, pericias y reportes criminalísticos que comprometen a los imputados. El juez Ravizzoli debe resolver si los considera pertinentes para el juicio por jurados.
Las defensas, como viene informando Río Negro, tienen estrategias distintas con un eje en común: despegarse de Juan Carlos Monsalve.
La defensora pública jefa Laura Giuliani (por Zapata) tratará de demostrar que sólo se lo puede acusar de encubrimiento o partícipe secundario, delitos excarcelables. Pablo Marazzo, defensor público de Chianese, tratará de lograr su sobreseimiento porque asegura que no tiene vinculación con el femicidio. Ambos ofrecieron varios testigos, algunos en común con la fiscalía.
Sebastián Perazzoli (por Enzo Monsalve) pidió que no se tenga en cuenta como prueba una comunicación telefónica entre su defendido y Zapata. Según la fiscalía, demuestra el acuerdo entre ambos previo al femicidio de la joven. Martín Espejo (por Ana Perales) solicitó que se excluyan las escuchas telefónicas entre su clienta y diversas personas.
El exjuez Marcelo Muñoz, abogado del principal acusado Monsalve, fracasó en su intento de que el TSJ excluya las pruebas telefónicas y no ofreció testigos a favor de su cliente. Reforzó así los rumores de que está por soltarle la mano y no lo acompañará como defensor en el juicio por jurados.
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