Revocaron la prisión domiciliaria al portero acusado de homicidio culposo en Bariloche

Pablo González, acusado de atropellar y matar a Sergio Massaro en Bariloche, deberá cumplir prisión preventiva tras la revocación de su arresto domiciliario.

Tras ser detenido e imputado por el homicidio culposo agravado de Sergio Massaro, Pablo Alejandro González había accedido a un arresto domiciliario con tobillera electrónica. Sin embargo, esa medida fue revocada este lunes. Un juez de revisión entendió que el acusado incurrió en conductas que buscaron entorpecer la investigación. Por eso, deberá cumplir prisión preventiva.

Durante seis días, González llevó una vida normal. Iba a trabajar como portero en una escuela del barrio El Pilar, compartía momentos con su familia y caminaba por Bariloche como si nada hubiera pasado. Pero las cámaras de seguridad ya lo habían grabado: su auto había sido identificado como el vehículo que atropelló a Sergio Massaro la madrugada del 17 de mayo. Y él se había fugado.


La imputación: homicidio culposo agravado por fuga y omisión de auxilio


El fiscal adjunto Álvaro Viterbori y el fiscal Guillermo Lista formularon cargos contra González por un hecho ocurrido entre las 2.45 y las 3 de la madrugada del 17 de mayo, en la intersección de Juan Herman y Peulla, barrio El Frutillar de Bariloche. Esa noche llovía y caía algo de nieve.

Según los fiscales, González conducía su Volkswagen Golf bordó “a alta velocidad” cuando giró abruptamente en Peulla, sin reducir la marcha, y atropelló a Sergio Massaro, que caminaba por la calle junto a un amigo. Luego, huyó sin detenerse ni asistir a la víctima.

Massaro fue trasladado en un auto particular al hospital. Ingresó con un traumatismo encéfalocraneano grave y pérdida de masa encefálica. Murió tres días después.

La fiscalía calificó el hecho como homicidio culposo agravado por conducción imprudente y antirreglamentaria, por darse a la fuga y por no intentar socorrer a la víctima.


Seis días prófugo y una captura en la puerta de la escuela


El vehículo fue identificado a través de las cámaras de seguridad de la zona. La Brigada de Investigaciones Judiciales observó pacientemente los registros hasta dar con la patente del Golf. Luego, rastrearon al propietario original del auto, quien indicó que lo había vendido en abril. Así llegaron a González.

El 23 de mayo, seis días después del hecho, el acusado fue detenido en la puerta de la escuela donde trabajaba como portero. Ese mismo día, la policía encontró el vehículo: estaba oculto en un descampado del barrio Lera, entre pastizales, con partes de la carrocería pintadas de negro con aerosol y con la patente tapada.


La primera decisión: arresto domiciliario con tobillera


En la audiencia de formulación de cargos, el juez de garantías César Lanfranchi consideró legal la detención y aceptó los cargos contra González. Como medida cautelar, le concedió el arresto domiciliario con monitoreo electrónico, medida que había solicitado su defensor particular, Pablo Guerrero.

La fiscalía había solicitado prisión preventiva. Sin embargo, en esa instancia inicial, el juez optó por una medida menos gravosa.


Revisión y revocatoria: deberá ir a la cárcel


La decisión fue revisada en una audiencia posterior, a pedido del Ministerio Público Fiscal. Allí, la fiscalía expuso con más detalle las razones por las cuales González debía ser alojado en un establecimiento penal.

Entre los principales argumentos, señalaron que el acusado incurrió en acciones deliberadas para entorpecer la investigación. El ocultamiento del vehículo fue central: no solo lo escondió en una zona de difícil acceso, sino que lo modificó para evitar su identificación. También se detectaron movimientos sospechosos mediante el rastreo satelital de la pulsera electrónica, y participación de familiares para colaborar con esa maniobra.

De hecho, uno de sus familiares también cumple arresto domiciliario con tobillera electrónica.


«No se cumplen las condiciones para la domiciliaria»


Los fiscales remarcaron que González no reúne ninguno de los requisitos previstos por la ley para acceder a una morigeración de la prisión preventiva. No es adulto mayor, no tiene enfermedades graves, no está embarazado ni tiene menores a cargo.

Con esos argumentos, el juez de revisión revocó el arresto domiciliario y ordenó que cumpla prisión preventiva en el Establecimiento Penal N.º 3 de Bariloche o, en su defecto, en una comisaría, hasta que se realice el juicio.