Femicidio de Agostina: renunció Muñoz, el defensor del principal acusado. ¿Se retrasa el juicio?
El abogado le soltó la mano a Juan Carlos Monsalve. Río Negro había anticipado que lo abandonaría a su suerte en una nota del 2 de abril pasado.
Marcelo Muñoz (de pie) le soltó la mano a Monsalve. (Archivo/Matías Subat)
El exjuez Marcelo Muñoz renunció a la defensa particular de Juan Carlos Monsalve, el principal imputado en el femicidio de Agostina Gisfman, apenas 20 días antes de que comience el juicio por jurados.
Río Negro había anticipado en una nota del 2 de abril pasado que el abogado le soltaría la mano y no lo acompañaría en la etapa más crucial del proceso. Según trascendió, lo reemplazará el defensor jefe Leandro Seisdedos.
La dimisión la presentó el 7 de junio, aunque recién trascendió hoy, y alude a «motivos personales». Es una nota breve, de menos de media carilla.
Muñoz deja a Monsalve casi en estado de indefensión. No presentó ninguna prueba para que sea utilizada en su favor en el juicio, y perdió en todos los planteos que realizó desde que detuvieron a su cliente por el femicidio ocurrido el 14 de mayo del 2020 en un basural de Centenario.
En la última audiencia, el 30 de mayo pasado, intentó evitar que el imputado confesara. Como también publicó este medio, Monsalve se refirió por primera vez al hecho con una frase significativa: «Ya sé que me equivoqué en haber cometido… el error que cometí«.
En ese momento Muñoz, sentado a su lado, le tocó el brazo para que dejara de hablar.
Fuentes judiciales consultadas hoy indicaron que la renuncia de Muñoz no implicará una postergación en el inicio del juicio por jurados, fijado para el 27 de junio. De todos modos se sigue con atención el estado de salud del ex taxista y verdulero, quien padece diabetes y sufrió la amputación de parte de sus miembros inferiores.
El próximo martes 21 habrá una audiencia importante: la de selección de las y los integrantes del jurado popular que tendrán a su cargo dictar el veredicto.
Además de Monsalve, están imputados su esposa Ana Perales, su sobrino Enzo Monsalve, su empleado Maximiliano Zapata y su amigo Gustavo Alejandro Chianese.
Los delitos por los cuales están acusados tiene una pena única: prisión perpetua.
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