Otra guerra narco asoma en la zona norte de Roca y la Escuela 357 terminó baleada otra vez
La balacera comenzó ayer, alrededor de las 3 de la madrugada, y las instalaciones del colegio sufrieron consecuencias. Dos vidrios terminaron agujereados por los impactos y las paredes terminaron de contener los proyectiles.
Así quedaron los vidrios de la Escuela Primaria 357, luego de haber recibido -al menos- dos disparos en sus ventanas. Foto Gentileza.
Ayer a la madrugada, se produjo una balacera ente dos bandas que se disputan un territorio destinado a la comercialización de drogas. El epicentro del enfrentamiento fue barrio Nuevo -en la zona norte de Roca-, un grupo disparó contra un vehículo estacionado y varios de los proyectiles impactaron contra ventanas y paredes de la Escuela Primaria 357. La balacera se repitió en la tarde de ayer, cuando los mismos grupos se enfrentaron en Damas Patricias y América, donde otro auto recibió varios impactos de bala.
A la deriva. Así se sienten los vecinos y gran parte de la comunidad educativa que forma parte de la Escuela Primaria 357, ubicada en Perito Moreno al 3600, en Roca.
El último hecho conmocionó a todo el barrio ya que, en horas de la madrugada, fueron testigos de las 20 detonaciones que se produjeron en frente al colegio. En el medio de ese campo de batalla «narco», uno de los proyectiles dio contra el parabrisas de un auto y las demás fueron a parar a la Escuela Primaria 357.
La situación -lejos de calmarse- se replicó anoche en la esquina de calles América y Damas Patricias, donde los vecinos pudieron denunciar otro tiroteo frente a una gomería. Según expresaron algunos testigos, los disparos impactaron en varios autos estacionados y en algunos hogares.
Para los efectivos de la policía, el objetivo del enfrentamiento entre los delincuentes estaría sujeto a la venta de droga. También confirmaron que la «seguidilla» de balazos se produjo pasadas las 2:40 de la madrugada.
Como consecuencia de este tiroteo, el establecimiento educativo sufrió la rotura de dos cristales que estallaron y las balas terminaron impactando en las paredes.
Si bien los efectivos de la policía no confirmaron las identidades de los protagonistas, los vecinos creen que son los mismos jóvenes que meses atrás habían producido un hecho de similares características.
A horas de enterarse de la nueva situación que atraviesa el colegio, familias que integran la comunidad educativa de la 357 se acercaron para demostrar su preocupación y, desde el cuerpo directivo del colegio, les expusieron un informe.
Según expresan fuentes cercanas al establecimiento, la policía comenzó a proveer mayor presencia de efectivos en el lugar. «Básicamente son otras instituciones las que tienen que trabajar acá. Estamos insertos en un barrio que suceden seguido estos tipos de enfrentamientos«, relató una persona cercana al lugar, quien pidió reserva de su identidad por motivos de seguridad.
El drama se repite. Nuevamente, la escuela quedó envuelta entre los tiros entre bandas narcos, a tal punto que -en una oportunidad anterior a este hecho- los mismos chicos y maestros han tenido que arrojarse al suelo para evitar ser heridos por alguna bala perdida.
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