La constructora que se reconvirtió con Vaca Muerta

La firma llegó a Neuquén hace varios años para brindar trabajos de edificación y hoy concentra su actividad en la industria petrolera. Diversificaron sus servicios pero igual sienten el impacto del parate generado por el congelamiento del petróleo.

Con abuelo y padre constructores, el destino de Omar Contreras estuvo marcado desde chico. Siguió el mandato familiar, se recibió de maestro mayor de obras y estuvo a punto de emigrar desde Buenos Aires a Canadá durante la crisis de 2001. Pero en vez de rumbear para el norte se vino a Neuquén con su familia y hoy está cada día más vinculado a la industria petrolera.

Obras de Ingeniería se dedica básicamente a la construcción de naves industriales y obras civiles para la industria en general, pero en poco tiempo sumó la oferta de servicios específicos para el petróleo como asistencia en las tareas de fractura con generadores o el lavado de equipos y tratamiento de residuos en locaciones.

“Cuando estaba en Buenos Aires salieron muchas obras para toda esta zona. Hicimos trabajos para Grúas San Blas, Durlock, Transportes Rincón, hasta que decidimos trasladarnos definitivamente acá y al poco tiempo empezamos a trabajar para la industria petrolera, a tal punto que hoy representa el 70 por ciento del negocio”, explicó Contreras, dueño y director general de la empresa.

Comentó que al tener experiencia en todas las tareas que abarca la construcción como electricidad, gas, conducción de fluidos, pintura o soldadura les permitió hacer muchos trabajos en yacimiento. “Reparamos torres, hacemos arenado y hasta diseñamos un pequeño equipo de hidrolavado autónomo para dejar en condiciones cualquier locación después del trabajo de perforación”, detalló.

En números

2001
fue el año en el que desembarcó en la zona la compañía. En 2015 se instaló definitivamente.
23
empleados posee hoy la empresa. Hace un par de meses eran 40.

Tres palas retro, un camión vactor y equipos para el transporte de cargas sólidas contaminadas hasta su disposición final son parte del equipamiento de la empresa que tiene su base en el Parque Industrial de Centenario.

“Hasta hace poco tiempo éramos 40 personas pero hoy somos 23. Para no despedir tanta gente implementamos un sistema de turnos rotativos. Algunos consiguieron mejores oportunidades y se fueron. La actividad tuvo una baja muy pronunciada desde el congelamiento del precio del barril”, apuntó.

Contreras comentó que “el petróleo es una actividad muy fluctuante, con sus épocas de vacas gordas y otras no tanto, pero al mismo tiempo es exigente, hay que tener todos los papeles en regla y cumplir con los trabajos en tiempo y forma. Por eso no existe la competencia desleal, no puede venir cualquier improvisado porque no pasa los controles”.

Por último, describió una realidad que afecta a todas las pymes industriales: la falta de financiamiento. “Nadie puede tomar un crédito con una tasa del 70%, no existe un negocio con una rentabilidad semejante.

Nosotros hemos ido creciendo gracias a algunas facilidades que nos dieron nuestros proveedores como el pago en cuotas, pero sobre todo reinvirtiendo las ganancias, aún a costa de muchos sacrificios”.

Una empresa familiar que apuesta a las capacitaciones para jóvenes

“Cuando tenía ocho años, en 1984, a mi padre le salió un trabajo para hacer techos y veredas de un barrio que estaban construyendo en Neuquén. Aquí hice 4º y 5º grado de la primaria, aprendí a nadar en el río y me quedó un gran recuerdo. Siempre tuve ganas de volver y las casualidades de la vida hicieron que hoy tenga mi empresa aquí”, comentó Omar Contreras.

Recordó que luego de estar haber viajado permanentemente entre Buenos Aires y Neuquén, en 2015 se instaló en un tráiler hasta terminar una de las obras que estaba construyendo. “Al año siguiente, hablé con la familia y nos vinimos todos. Hoy mi esposa se encarga de la parte administrativa y mis hijos también colaboran en la empresa”, señaló.

La política de Obras de Ingeniería SA incluye también “devolver algo a la comunidad donde nos desempeñamos”, explicó Contreras. Por eso durante todo el año brinda capacitaciones, desde el manejo de maquinaria a un curso de Reanimación Cardiopulmonar, que no sólo son para el personal propio sino que están abiertas para cualquier interesado.

La empresa se hace cargo de la contratación de los capacitadores y ofrece las instalaciones para las prácticas. “Lamentablemente hay muchos jóvenes que se ofrecen para trabajar y no tienen formación. Tratamos con esto de que tengan una herramienta más para conseguir un empleo. Si cada empresa capacitara a 100 personas por año, como hemos hecho, estaríamos mejor como sociedad”, aseguró.


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