La desigualdad gana terreno en Río Negro: hay 146 tomas

Miles de familias esperan la propiedad de las tierras. Compran, venden y gestionan los servicios por fuera del Estado. Cipolletti encabeza. ¿Cómo funciona un circuito en negro que crece?

Barrio popular, asentamiento, villa, tugurio, favela son algunas palabras que definen a los lugares en los que las poblaciones pobres viven marginadas. En la zona se las llama tomas y según el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap), en Río Negro, suman 146 que crecen y perduran. Al pié de la barda, entre líneas de alta tensión o bajo un puente miles familias excluidas y con derechos vulnerados arman sus casillas y esperan.

Cipolletti es la ciudad que está a la cabeza en cantidad de tomas con un total de 36, Roca suma 14 asentamientos, Bariloche cuenta con 27, El Bolsón 21, Allen 19. Se agregan Viedma con 8, Villa Regina con 5 y la misma cantidad para Balsa Las Perlas. El Bolsón 21, Catriel 2, Cinco Saltos 4, Isla Jordán 1, SAO 1, Las Grutas 1, Fernández Oro 2 y Godoy 1.

Este año, en abril, la Cámara de Diputados aprobó con acuerdo de oficialistas y opositores la expropiación de todos los terrenos de los asentamientos del país. Previo a eso, organizaciones como la CTEP, Techo y Caritas realizaron un relevamiento de asentamientos, que en 2017 se formalizó como Renabap.

La cuantificación sacó de abajo de la alfombra un problema tan viejo como urgente. En el país existen por lo menos 4.228 barrios que no tienen condiciones mínimas y tres millones y medio de personas no acceden a servicios básicos, ni tienen la propiedad del suelo.

Río Negro recorrió las tomas de las ciudades más importantes de la provincia y encontró las historias de los que viven al margen, sin chances. Caseríos en los que el viento pega de lleno, donde la falta de agua o la inseguridad son problemas corrientes. Barrios en los que reina una especie de política de la no política que deja que la informalidad resuelva lo que el Estado no soluciona.

En Villa Regina la demora en las políticas públicas para los sin casa llevó a las familias al pié de la barda, a terrenos de la Universidad del Comahue. Hace tres años se asentaron al norte de la calle Los Nogales, a pocos metros del sector céntrico de la ciudad. Desde ese lugar, familias trabajadoras, sobre todo obreros de la construcción, contaron como montaron un barrio de la nada.

En Viedma una docena de familias mantiene tomada la falda del terraplén del Puente Ferrocarretero y fueron denunciados penalmente por usurpación, mientras algunos hacen negocios.

De acuerdo a la versión que ronda por los pasillos municipales, un hombre vende lotes en tierra fiscal: les ofrece a los clientes construir una platea para que levanten la casa, y se cobra el supuesto valor del terreno con obras de albañilería.

Y en cada ciudad, la idea de margen persiste. Los que ocupan tierras ajenas conquistan su lugar en el mundo, se sienten dueños y una nueva ley de propiedad privada transita caminos paralelos. Las ocupaciones se venden, por el costado del comercio formal. Los servicios se consiguen con trabajo comunitario. Se “enganchan” a la luz, se “conectan” al agua. Así, desde el borde toman lo que por derecho les niegan.

En cifras

“Acá también viven familias que necesitan tener los servicios para vivir mejor. Hacmos todo solos y le damos solución al Estado”.
Jorge Rondeax, albañil que vive en una toma de Villa Regina

Fabiana y su familia no podían seguir pagando alquiler
Néstor Salas

Ante la falta de respuestas, hicieron su casa en un predio de la Universidad

Las paredes son de ladrillo hueco aún sin revocar y la construcción llega hasta los tirantes de madera sin techo. Puertas y ventanas todavía no fueron puestas. Dentro de la construcción de material se levanta otra, hecha con maderas y chapas, donde Fabiana Fernández, su esposo y dos hijas viven desde hace dos años.

Ellos son parte de las familias que ocupan el predio que hasta hace 20 años era un corralón de materiales, y hace casi una década fue cedido a la Universidad Nacional del Comahue. La institución por problemas estructurales demolió la edificación proyectó un nuevo edificio en el lugar, pero nunca se concretó.

Ese lugar, situado al norte de la calle Los Nogales, casi sobre el faldeo de la barda norte y a pocos metros del sector céntrico de Villa Regina fue ocupado hace tres años atrás por familias que esperaban que el municipio les otorgara un terreno para levantar su vivienda. Pero ante el incumplimiento, decidieron usurpar las tierras.

No es el caso de Fabiana y su familia. Ellos vivían en una chacra, y ya no podían ocupar más la vivienda. Un hombre que las había tomado se las vendió, solo con la precaria casilla de madera.

“Con esfuerzo comenzamos a levantar la casa de materiales, pero como sale muy caro no pudimos continuar” comentó Fabiana Fernández, mientras carga a su pequeña hija de dos años.

“Llegamos acá porque necesitábamos un lugar para vivir, no podíamos acceder a otro terreno por el precio. Afortunadamente en un sector tranquilo, son todas familias de trabajo con hijos chicos” cuenta al referirse a las alrededor de 20 familias que ocupan el resto del predio.

El sector no tiene servicios, fueron los mismos vecinos que con recursos propios y poniendo la mano de obra hicieron la extensión de una manguera para que cada lote tenga agua potable. Por su cuenta hicieron la extensión de la red eléctrica desde un poste cercano y cada lote se ocupó de instalar sus pozos ciegos.

“En los dos años que tenemos viviendo acá, los políticos vinieron antes de las elección (en abril de este año), prometieron hacer proyectos para la urbanización de esta toma, pero no pasó nada. Solo promesas” agregó Fabiana.

Otros vecinos, la misma realidad

A pocos metros de este lugar, en lo que era un terreno baldío, otro grupo de personas, en su mayoría trabajadores de la construcción, también hace tres años decidieron ocupar el predio y comenzar a levantar sus viviendas.

Mientras carga arena y ripio en una carretilla, Jorge Rondeax, cuenta que llegó formar parte de la toma por necesidad.

“Tenía mi terreno y mi casa en el barrio El Sauce, pero se dio una oportunidad de trabajo en el sur, así que dejé mi casa a otra persona. Cuando volví la casa estaba tomada, por lo que tuve que buscar un lugar para vivir” relató el hombre que se dedica a las tareas de albañilería.

Si bien muchos de esta toma son trabajadores de la construcción, en su caso no está vinculados a quienes iniciaron la ocupación de las tierras

“Creo que toda esta gente, que es gente de trabajo, le está dando una solución al municipio, porque cada uno construye su casa. El municipio tendría que ocuparse de dotarlos con los servicios” señaló al apuntar que al igual que la otra toma, todos cuentan con luz con un tendido que ellos mismo realizaron, igual que la red de agua potable.

Su casa es precaria, solo construida con chapas, pero con esfuerzo comenzó a levantar paredes con materiales.

“Vivo solo, y el tiempo que tengo libre lo destino a mejorar mis condiciones de vida. Hace algún tiempo habían empezado a hacer una especie de censo para pedir por los servicios, pero no pasó nada. Acá también viven familias que necesitan tener los servicios para vivir mejor” apuntó finalmente Rondeax.

Bajo el Puente Ferrocarretero en Viedma. Las fosas con rieles son depósitos de basura.
Marcelo Ochoa

Hicieron su casa debajo del puente y les abrieron una causa

Una docena de familias que no tiene acceso a un lugar digno para vivir, mantiene tomado hoy por extrema necesidad, la falda del terraplén del Puente Ferrocarretero. Obviamente que desconocen que se trata de un lugar emblemático para la ciudad.

En la opulencia del sistema ferroviario nacional, entre la década del ‘30 y el ‘50, funcionó en ese sitio la base operativa de los famosos coche-motor ligeros marca Ganz, unas formaciones de origen húngaro.

Fueron un verdadero lujo para la época. Tenían cierres herméticos y capacidad para 116 pasajeros. Luego de parar en Patagones desde Plaza Constitución, cruzaba el puente y cubría el trayecto en 11 horas hasta Bariloche.

Hoy lejos de ese lujo, a pocos metros de los rieles y sus fosas que servían para mantener los convoyes, se levantó un caserío donde viven medio centenar de personas. Las fosas con rieles sirven como depósitos de basura, producto del abandono por parte de la empresa ferrocarriles argentinos.

Los ocupantes de casas construidas en material, durmientes de quebracho y maderas de restos ferroviarios; fueron denunciados penalmente por usurpación. Es que el Municipio de Viedma es depositario “ad honorem” de las tierras para construir allí un parque histórico ferroviario, y además, el lugar se presta para todo tipo de maniobras bajo el amparo del terraplén donde están emplazadas las vías del Ferrocarretero que conecta a Viedma con Carmen de Patagones.

Las viviendas cuentan con un inseguro servicio de electricidad, aunque cada unidad posee medidor, el agua se corta seguido, y uno de los ocupantes -con casa levantada con material de primera- emplea parte del playón como lugar de estacionamiento para camiones frigoríficos y el estibaje de cajones de pesca.

“Nosotros somos de Paraguay, primero vinimos a trabajar a Sierra Grande, y luego al barrio Ceferino de Viedma donde el alquiler era caro, y hace cuatro años que estamos acá donde el año pasado nos mandaron la orden de desalojo”; cuentan Susana Barúa y su hijo Jimmy Duarte.

La madre, relata la experiencia sobre la permanencia en ese sentido, con voz firme. Su hijo, se muestra más reticente para hablar y pide que no le tomen fotos.

El municipio de Viedma confirmó actuaciones judiciales de las cuales “hasta el momento no se tiene novedades o realmente no se hizo absolutamente nada”.

Datos

36
tomas hay en Cipolletti. En la provincia es la ciudad que está a la cabeza en cantidad de asentamientos irregulares.
146
son las tomas de Río Negro según el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap)
4228
barrios hay en el país que no tienen condiciones mínimas y 3,5 millones de personas no acceden a servicios básicos, ni tienen la propiedad del suelo.
El municipio de Viedma confirmó actuaciones judiciales de las cuales “hasta el momento no se tiene novedades o realmente no se hizo absolutamente nada”.

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