La emoción de viajar en cole para ir al cine por primera vez

Los ojos bien abiertos y la sonrisa de oreja a oreja en un niño son la clara demostración de que algo descubrieron por primera vez. Y si eso es algo alegre, más grandes aún serán las expresiones. Este fue el caso de los 90 chicos que esta mañana concurrieron al Cine Village a ver “Hotel Transilvania 3” gracias al proyecto que organizaron desde el Area Programa del Hospital Heller en conjunto con Autobuses Santa Fe y la empresa de salas de cine multinacional. El programa continuará dos semanas más y serán 850 chicos de las escuelas 31, 32 y 42 los que disfruten de la proyección.

Desde las 9 de la mañana, los chicos de las siete salas del turno tarde madrugaron para reunirse en las puertas del jardín 42. Luego se subirían a uno de los colectivos, de esos “largos, que tienen como un acordeón en el centro”, según exclamó asombrado uno de los nenes que no superaba los 5 años. Antes de partir, todos saludaron a sus mamás a través de la ventana y ellas no escatimaron un segundo en largar algún lagrimón y, obviamente, miles de sonrisas de alegría. Algunos de esos niños jamás habían pisado un cine.

Durante el viaje las chicas eran las más entretenidas en mantener la espera con otras formas de recrearse: desde el famoso piedra papel tijera, hasta cantar “Libre Soy”, entre otros clásicos justamente del nuevo cine de Disney y Pixar. Mientras tanto, los chicos comentaban a viva voz cuántas veces habían ido al cine y no despegaban un segundo su vista del camino observando cuáles eran las calles que conocían y cuáles no. “Allá vive mi abuela”, “Por ahí pasé caminando la otra vuelta con mi papá”, decían. El viaje no se hizo tan largo. A esa hora de la mañana las calles del oeste estaban bastante tranquilas y más cuando se buscaron caminos alternativos a las obras de lo que será el Metrobús.

“El Área Programa del Hospital Heller siempre nos ayuda con atención especial cuando algún alumno necesita un turno o cuando hemos tenido familias vulnerables para conseguirles alimentación u hospedaje. En este caso, esta actividad le dio a los chicos la posibilidad de descubrir cosas nuevas para poder proyectar sus futuros. Si ellos no conocen, quedan “atados” a lo mismo de siempre. Yo me arriesgo a decir que el 80% solo debe conocer la Anónima (donde están los cines) desde afuera”, comentó Susan Soto, la directora del jardín 42.

“La idea es tener en cuenta que salud no es solamente la ausencia de la enfermedad si no que involucra otras cosas como la interacción social y el ocio. Contarlo con palabras no es lo mismo que vivirlo: la alegria de ellos se ve dese que se suben al colectivo hasta que llegan”, aseguró la pediatra Silvia Gómez, que es la jefa del Área Programa del hospital.

Sin dudas, todas las palabras están de más cuando lo que sucede se dibuja en el rostro de una forma inexplicable. Tan inexplicable como esas sonrisas que empañaron las puertas de doble hoja que marcan el ingreso a las salas de cine.

¿De quién es el turno ahora?

El proyecto para llevar a los niños y niñas al cine surgió del trabajo coordinado entre el Área Programa del hospital Heller, la empresa de cines Village Nequén y Autobuses Neuquén. El objetivo es desarrollar actividades culturales en la comunidad. El antecedente es una acción similar que se desarrolló el año pasado y que benefició a más de 3.500 alumnos de escuelas primarias que integran el área de influencia del hospital. Se denominó Cultura y salud, juntos al cine, que también se realizó en forma conjunta con varias instituciones.

Además de los niños del jardín 42, que fueron al cine durante esta semana, el 24, 25 y 26 de septiembre será el turno de los alumnos y docentes del jardín 31, mientras que el 27 de septiembre podrán hacerlo los niños y niñas del Jardín 32.