La falta de remedios afecta a los pacientes con epilepsia

La farmacia del Castro Rendón publicó los 38 medicamentos que están en falta. La mayoría son de alto costo. Una mamá pidió ayuda para su hija de 21 años.

La mamá de una joven de 21 años con epilepsia hizo una presentación ante la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Neuquén para solicitar asesoramiento legal, ya que la farmacia del hospital Castro Rendon no le está proveyendo los anticonvulsivantes oportunamente. No se trata de un caso aislado, ya que hay faltante de una serie de medicamentos, cuyo listado fue colgado en el establecimiento de salud de mayor complejidad del sistema público provincial.

La hija de Mariana Zúñiga tiene síndrome de Dravet y carece de cobertura social. Explicó que hace un mes, aproximadamente, no logra que le suministren dos medicamentos que son fundamentales para su tratamiento. La discontinuidad la pone en grave riesgo.

Costo

890
pesos es el costo de uno de los aniconvulsionantes que necesita Aixa. Le alcanza para una semana.

“Aixa entra en status convulsivo, el cual la aleja de todo, y no es tan sólo eso sino que corremos riesgo de que se caiga y se golpee. Ella tiene una cirugía previa de columna y no puede caerse, no puede golpearse. Si bien tiene un trastorno de base de alimentación, no le permite comer en ese tiempo y baja más de peso, y lleva a volver a estar desnutrida. Ella se arrancó un botón por las mismas crisis. No tiene botón gástrico ahora, así que si o si se alimenta por boca, entonces lleva un trastorno que volvemos a lo anterior: tenerla internada, que tampoco hay medicación en el hospital para tenerla internada. Es la vida de mi hija tomar una medicación”, planteó.

No es culpa de las personas que están en la farmacia del hospital que hacen todo lo posible. Yo presenté la denuncia en la Defensoría».

Marina Zúñiga es mamá de una joven de 21 con epilepsia.

Y agregó: “Yo ahora tuve que conseguir dinero para comprarle el Clobazam (nombre de la medicación) porque hace masomenos un mes que no le estaban dando en el hospital, porque no había en farmacia”.

Aseguró que con otras madres de hijos e hijas con epilepsia, a las que ha conocido en estas circunstancias, mantienen una comunicación permanente y se avisan cada vez que alguna tiene la medicación que la otra requiere. “Tenemos el teléfono de cada una y cuando le falta a una te manda mensaje. Nos vamos pasando, cuando una tiene le prestas. No está bien, porque estamos con lo justo también. Entonces nos pasamos dos pastillas para cada una, pero no está bien porque es lo que nuestros hijos necesitan para vivir”, afirmó.

En la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Neuquén se le indicó a Zúñiga que debe dirigirse a la Ciudad Judicial para formalizar allí el reclamo de falta de suministro de medicamentos.


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