La historia de Ámbar abrió el camino de la inclusión de género en el fútbol de Viedma y Patagones

Por primera vez en la historia se abrió el juego para los equipos mixtos en la categoría 2010-2011 de la Liga Rionegrina. Un puntapié clave hacia el desarrollo y la integración de las infancias.

Por primera vez una liga federada de fútbol de Viedma y Patagones permitió equipos mixtos en categorías 2010-2011. Es el caso de la Liga Rionegrina, que habilitó sólo esta categoría tras el pedido de Ámbar Santa Cruz, de 9 años, que con la ayuda de su papá, su mamá y el club lograron un paso importante hacia la inclusión.

Ámbar expresó sus deseos de jugar al fútbol a los 5 años. Su papá y su mamá se sorprendieron, pero entendieron que era su deseo. Meses después inició la actividad en la escuelita de fútbol de la Asociación Civil, Deportiva y Cultural Profesionales de Viedma y Patagones (ADCP). Durante tres años jugó varios encuentros junto a sus compañeros, pero cuando dio el salto de lo recreativo a la competencia tuvo prohibida su participación en la Liga Rionegrina de Fútbol.

El reglamento de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) sólo le permitía competir si se integraba a un equipo femenino. Ahí fue cuando la lucha colectiva de su mamá Lorena, su papá Sebastián y el club entró en acción.

Ámbar junto a su familia no bajaron los brazos por el simple derecho de jugar a la pelota. Foto: Pablo Leguizamón.

“Cuando empezó a entrenar este año los profes nos dijeron que no podía seguir jugando en la Liga Rionegrina porque no existía la categoría mixta y Ámbar estaba al lado mío y me dijo: “‘yo quiero jugar’”, afirmó Sebastián.

El club armó una nota solicitando la autorización a la Liga Rionegrina para que Ámbar pueda integrarse al equipo ya que no tenía donde desarrollar la práctica de fútbol y recién hasta los 13 o 14 años lo pueden hacer en el torneo específico de fútbol femenino. “Lamentablemente se ven obligadas a cambiar de deporte o actividad”, agregó.

Todos los clubes de Viedma y Patagones estuvieron de acuerdo en el fútbol mixto, durante una reunión de la Liga Rionegrina. Parecía que el deseo de Ámbar se iba a cumplir. Pero la respuesta fue que el reglamento de AFA y el Consejo Federal de Fútbol no lo permitía, porque no existían las categorías mixtas.

Tras la presentación de esa nota se sumaron otras dos nenas más a la categoría. “El club no tenía problema, sus compañeros querían que jugara y el resto de los clubes estaban de acuerdo”, recordó Sebastián.

Mientras esto sucedía, Ámbar seguía entrenando a la par de sus compañeros en el club y sin certezas sobre su participación por los puntos y por primera vez en un torneo federado.

La infancia de ella es ahora. Por eso empezamos a movernos con el club porque ahora tiene que cambiar”

Lorena, mamá de Ámbar.

“Somos los grandes los que ponemos las trabas”, afirmó Sebastián. Y recordó cuando Ámbar les dijo que quería jugar al fútbol “nosotros le dijimos ¿pero estás segura. No querés jugar a otra cosa? Cometimos un error, que rápidamente nos dimos cuenta que eso era lo que ella quería y buscamos un espacio”.

Finalmente, Ámbar logró jugar junto a sus compañeros luego de que la Liga Rionegrina, bajo el aval del Consejo Federal, autorice los equipos mixtos en esas categorías. Y no solo Ámbar jugó esa primera fecha, también lo hicieron dos nenas más del club y otra en Deportivo Patagones.

Ámbar es hincha de Boca y juega con la «10». Foto: Pablo Leguizamon.

Se abrió un camino hacia la inclusión en la Comarca Viedma y Patagones. Lo hizo Ámbar con su deseo de jugar a la pelota, sumando al acompañamiento de su mamá, su papá y el club. Habrá que esperar qué ocurre hacia adelante con esos prejuicios, que sólo son de los adultos y no de las infancias que crecen en otros escenarios.


Un club joven con un fuerte compromiso y que entiende los cambios en la sociedad


La Asociación Civil, Deportiva y Cultural Profesionales de Viedma y Patagones (ADCP) fue clave en el acompañamiento por el pedido de Ámbar de seguir jugando al fútbol con sus compañeros. El club nació en 2008 con el objetivo de «promover a través del esparcimiento las relaciones interpersonales generando una verdadera red social por sobre los compartimentos estancos que presuponen las diferentes profesiones intervinientes, con la idea de poder, a futuro, brindar a nuestros hijos una alternativa más de formación y contención a través de escuelitas deportivas y culturales».

El predio adquirido por la ADCP que se encuentra ubicado en el kilómetro 12 de la Ruta Provincial Nº 1 (Camino a El Cóndor), cuenta con cuatro canchas de fútbol y una de hockey de césped sintético reglamentaria.

Ámbar junto a su equipo en el debut por los puntos de la Liga Rionegrina. Foto Gentileza ADCP.

A pesar de ser un club joven tuvo una participación activa y entendió los cambios de la sociedad con el acompañamiento a Ámbar para que pueda seguir jugando a la pelota.

La nota que fue presentada a la Liga Rionegrina reflejó ese apoyo a la familia. “Entendemos que debemos acompañar estas propuestas y no desconocer que, en la actualidad en muchos lugares, las niñas y adolescentes se encuentran compitiendo en torneos federados de manera mixta, avanzando en muchas disciplinas deportivas. A modo de referencia, vimos en un Mundialito infantil, la participación de una niña categoría 2007 integrando el equipo que representaba su localidad”, señaló.

El club destacó que los puntos no importan, que el perfil es otro. Lo importante para ADCP es el puntapié para el desarrollo de las niñas y los niños en estas edades formativas. Un claro compromiso que invita a una sociedad inclusiva, en tiempos de cambios.


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