La inflación volvería a crecer en febrero

Es lo que estima la mayoría de los consultores privados. El aumento de tarifas, la incertidumbre y el tipo de cambio, las claves que sostienen el alza generalizada de precios.

El dato de inflación correspondiente al mes de enero (2,9%), publicado por el Indec la semana pasada, causó sorpresa puertas adentro del gobierno. La estadística oficial desautorizó el pronóstico del propio Presidente Macri, que apenas horas antes había anunciado en un acto oficial que “la inflación está bajando”. Cuesta comprender la falta de coordinación entre el organismo oficial de estadística y los equipos encargados de asesorar al primer mandatario en materia discursiva.

Pero mayor sorpresa aun causó entre los analistas privados, quienes también venían trazando sus pronósticos con tendencia a la baja, y se vieron obligados a corregir al alza sus previsiones tanto para el presente mes de febrero como para el acumulado en 2019. Hoy por hoy, la mayoría de las consultoras estima que la inflación seguirá acelerándose, y que arrojaría un ratio no menor al 3% este mes, lo que pondría el avance de los precios del primer bimestre del año, muy cerca del 6%. Significaría además, un acumulado anual superior al 50%, un dato fuerte de cara al inicio de las paritarias más importantes.

Ya está bajando la inflación y lentamente va a mejorar la actividad económica. Este es el único camino.

Mauricio Macri, sobre la evolución de la inflación.


El gobierno pautó en el Presupuesto 2019 una inflación del 23% para todo el año. Con el dato del mes de enero ya puesto, y la previsión en torno al 3% en febrero, el pronóstico oficial solo podría cumplirse si se logra que la inflación mensual baje al rango del 2% en el segundo trimestre y se estacione en torno al 1% en el segundo semestre.

Si por el contrario, el gobierno no lograra que la inflación perfore definitivamente la barrera del 2% mensual, sería muy difícil que la inflación anual sea inferior al 29%. Y si llegara a mantenerse en el rango entre 2% y 3%, pero más cerca del 3%, el acumulado anual no sería menor al 35%.

Las fichas del equipo económico siguen puestas en la política monetaria, y en el gobierno sigue siendo predominante la idea de que el Banco Central (BCRA) vía control de los agregados monetarios, es el encargado de combatir el avance de los precios.

Hay que ir más cerca del 2%. En abril o mayo vamos a tener una inflación así. Pero si no se logra la recesión va a ser durísima.

Rodolfo Santángelo, titular de la consultora Macroviews.


Sin embargo, el escabroso camino que conduce a la baja de la inflación, estará signado en los próximos tres meses por un obstáculo mayúsculo, al que los economistas llaman “inercia de precios”. Sucede que entre febrero y abril, están pautados aumentos en las tarifas de gas, luz, transporte, prepagas, escuelas y combustibles.

Con tal panorama, y por más restricción monetaria que establezca el BCRA, el piso de inflación mensual será inevitablemente alto, y como resultado de ello, la cadena de valor trasladará los incrementos de forma inercial hacia adelante. A ello hay que agregar la incertidumbre propia del año electoral, y la incidencia que pueda tener la evolución del tipo de cambio.


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