«La Justicia no puede dejar de lado a los niños que son víctimas de abuso sexual»

Hace unos días el basquetbolista Facundo Brizuela fue condenado a tres años de prisión en suspenso por el abuso sexual de una niña de tres años. La madre de la víctima reclama un sistema judicial que contemple a las víctimas.

La violencia que se ejerce contra los niños que han sido víctimas de abuso sexual no termina con una condena; para muchos chicos que padecieron este tipo de traumas las consecuencias son de por vida.

La semana pasada se conoció el fallo del juicio de cesura donde se le impusieron tres años de prisión en suspenso al jugador de básquet Facundo Brizuela (41), por abusar sexualmente de una niña de cuatro años.

Los hechos ocurrieron en los meses posteriores al pedido de separación que la mamá le efectuó al deportista quien actualmente juega en un club de Chaco.

La madre de la niña -por cuestiones legales se resguarda su identidad- habló con LA COMUNA y explicó que la violencia no sólo se materializó en el abuso a su hija sino también en todo lo que vino tras la denuncia que presentó contra su expareja.

Más allá de que en todo momento del proceso solicitó una pena efectiva para Brizuela, la mujer aclaró que resulta sumamente complejo iniciar este tipo de diligencias judiciales, más si se tiene en cuenta que en muchos casos nunca se llega a una condena.

En este hecho en particular, había “abundante” prueba no sólo por el testimonio de la niña sino también por los resultados de las distintas pericias que se llevaron adelante.

Pero tras la lectura de la sentencia quedan varias cosas flotando sobre el expediente y una de ellas es la revictimización de la propia víctima.

“Creo que después del fallo todo lo que viene atrás es revictimizar a las víctimas del abuso sexual. La primera es la económica porque se castiga a la niña que decidió hablar y a su madre por denunciar”, dijo la mujer.

Para la mamá de pequeña, quien está apunto de cumplir seis años, el primer impacto que se siente es el del bolsillo porque esta persona ya no paga la cuota alimentaria ni tampoco se hace cargo del tratamiento que tuvo y que sigue afrontando la niña.

“Nadie que ha denunciado a su pareja por abuso sexual se anima a reclamar una cuota alimentaria. Por eso necesitamos funcionarios con perspectiva de niñez y de género”, detalló la mujer, quien expresó que se necesita de un sistema judicial que esté más comprometido con esta causa ya que muchas denuncias terminan en absolución o directamente nunca llegan a juicio. Y en esta línea resaltó que durante estos años ha tenido que afrontar todo el proceso sin la ayuda de nadie.

“Mi hija comenzó a contar lo que le pasaba tras sufrir un trastorno alimenticio por lo que tuve que consultar a un profesional. También la consulta a un psicólogo pero el año pasado suspendimos porque no lo pude seguir pagando”, afirmó.

Es que el impacto ha sido tan grande que desde hace sólo unos meses regresó a dormir en una cama y cada vez que intenta conciliar el sueño deben poner llave a la puerta de su habitación. Y en este sentido aclaró que «la Justicia no puede dejar de lado a los niños que han sido víctimas de abuso sexual».

La mujer dijo que con la sentencia no alcanza porque no contempla una mirada sobre la víctima ya que todo termina recayendo -en este caso- sobre la denunciante.

Para ella, ahora es todo más difícil. Si bien Brizuela tienen una sentencia en suspenso y deberá trabajar sobre temas de violencia de género, dentro de dos años podrá tener vínculo con la niña aunque esa seguramente será otra batalla legal que deberá afrontar la madre y la pequeña.


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