La peregrinación a la Virgen de las Nieves convocó a miles de fieles

Cuando comenzaron a instalar los puestos hoy a las 8, ya había gente esperando. El clima ayudó y alrededor de 1.500 personas participaron de la peregrinación, concurrieron a la gruta de la Virgen de las Nieves y se sumaron a la misa.

«¡Vamos queridos hermanos! Ya falta poco en el camino hacia María», alertaban por megáfono desde una de las rutas en el cruce al cerro Catedral. En un predio cercano, cientos de fieles aguardaban el comienzo de la misa, mientras a unos pocos metros.

«Vine por primera vez hace 32 años cuando estaba embarazada de mi hija. Desde entonces, vengo todos los años caminando desde el lago Gutiérrez. Siempre agradezco por tener salud y trabajo». La historia de Beatriz Saez se repetía en cientos de fieles que hoy participaron de la peregrinación a la Virgen de las Nieves, a pocos metros del cruce al cerro Catedral.

Con ayuda de un bastón, José Loza hacía fila para acceder a la gruta de la Virgen. Con algo de dificultad pero sin rendirse, subía la escalera. «Vengo caminando desde el kilómetro 7 a dar gracias. Hago una oración y me voy. No me quedo a misa. Es hermoso estar acá y que la gente crea», indicó el hombre.

Con una temperatura de 13 grados, algo de viento y sol, cientos de fieles aguardaban el comienzo de la misa en un predio, mientras a unos pocos metros, una larga cola aguardaba poder subir hasta la gruta de la Virgen de las Nieves. La mayoría, con velas en la mano. Otros con flores o estampitas.

Mercedes Cañumil, de 81 años, participa de la peregrinación desde hace 13 años. Reconoció que siempre concurrió caminando pero en esta ocasión, el cuerpo no la acompañó y lo hizo en auto con una conocida. «Vengo a pedir por un familiar enfermo. Mi familia viene caminando. Ahí mi hijo me mandó un mensajito y ya está cerca. Nos quedamos a la misa», dijo.

En el predio, hubo gran cantidad de estudiantes de la carrera de Enfermería de la Universidad Nacional del Comahue para asistir a posibles accidentados o tomar la presión.

A unos pocos metros de la misa, decenas de puestos ofrecían choripanes, lomitos, sandwiches de churrasco, hamburguesas y tortas. Un cartel indicaba: «Locro, 200 pesos».

«Con mi marido, estamos sin trabajo. Se nos ocurrió sumarnos a la peregrinación para vender algunas tortas. Vinimos temprano y hasta acá, hemos vendido bastante», dijo Marcela, con su bebé a cuestas, sentada en uno de los puestos.


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