La piel no siempre prefiere lo casero

El boom de los influencers y las recetas cosméticas “naturales” hacen perder el foco de la importancia de consultar a profesionales especialmente preparados. La importancia del consejo de médicos certificados que armen planes personalizados para cada paciente.

Maquinitas caras y milagrosas que prometen la piel rejuvenecida al cabo de un mes; jugo de limón; aceite de oliva; mascarilla de leche y avena; exfoliantes de azúcar y miel; vinagre. Las últimas parecen la lista de ingredientes para condimentar alguna comida. Pero no, son las recetas que se divulgan hasta el hartazgo en las redes sociales como recetas “naturales” para mejorar la piel.


Y, aseguran los profesionales, en muchos casos son excelentes, pero sólo el dermatólogo sabrá qué tipo de piel merece qué tratamiento.
Lo que ocurre es que el boom de los influencers y las recetas para cosmética “natural” hacen perder el foco de la importancia de consultar a profesionales. El consejo de médicos certificados que armen planes personalizados para cada paciente y los cuidados que hay que tener en lugares que brinden tratamientos estéticos sin habilitación.


Hoy se celebra el Día del Dermatólogo en el país, así que es un buen momento para tomar conciencia de la importancia de contar con profesionales calificados para tratar un área tan sensible como la piel que, ya se sabe, es el órgano más extenso que tenemos.
El último tiempo se ha visto un fuerte crecimiento de influencers que recomiendan recetas caseras y hacen publicidad de productos variados. Uno de ellos fue la famosa maquinita facial LumiSpa, eje de una polémica el año pasado luego de que actrices, modelos e influencers la promocionaran en las redes sociales.

La famosa maquinita tuvo a decenas de famosas haciéndole propaganda.

A los cuestionamientos por su sistema de venta –acusado de ser una posible estafa piramidal–, se sumó la opinión de dematólogos que aseguraron que aporta poco o ningún beneficio y hasta podría ser peligroso dependiendo quién y cómo lo use. Ahora, la firma recibió una sanción de 2,5 millones de pesos por publicidad engañosa.

La sanción fue determinada luego de que la Subsecretaría de Acciones para la Defensa de los Consumidores comprobara que la compañía incumplió con el deber de suministrar en forma cierta y objetiva información veraz.


Pero, aunque más económicos, lo cierto es que los productos caseros que se promocionan por redes también pueden ser mal usados. Si bien algunos de ellos muestran fuentes y recomiendan consultas con profesionales, se trata de un recurso complementario y su información debe ser validada siempre con profesionales. Muchos recurren a cosmética natural o casera que se comercializa también en las redes sociales. Además de que no son productos aprobados por Anmat, no hay conocimiento sobre el origen de sus activos ni la proporción exacta con la que cuentan.
Se utiliza lo ‘natural’ porque se lo considera unívocamente bueno e incapaz de hacer daño. Lo cierto es que, por ejemplo, el limón si bien son famosos por sus beneficios despigmentantes y por ser una importante fuente de vitamina C y con propiedades blanqueantes, es sensible a la luz, con lo cual, en contacto con fuentes como el sol, puede generar manchas y quemaduras”, explica la ingeniera biomédica Cecilia Molas, CEO de BTL Aesthetics.


Sucede lo mismo con el aceite de oliva, que está de moda pero puede obstruir los poros.

“Lo que hay que tener en cuenta es que cada piel es única, y hay que tener en cuenta el contexto, rutina, alimentación y varios factores más. La rutina que le sirve a mi amiga puede no ser adecuada para mi tipo de piel, y habré gastado un montón de dinero en productos que no necesitaba o que no eran los indicados para mí.”

Dra. Desiree Castelanich (MN 85697), especialista en dermatología.


Otro capítulo merece la concientización del uso de tecnología certificada. Máquinas que realizan radiofrecuencia o depilación láser suelen ser ofrecidas por muchos lugares que no están habilitados para brindar tratamientos estéticos y no cuentan con profesionales certificados.

“Tanto el centro como los equipos que se ofrecen tienen que contar con la certificación de la Anmat correspondiente. Con el boom de los tratamientos, en muchos casos ingresa al país aparatología sin ninguna certificación. Si son equipos importados, es relevante que tenga la certificación de la FDA, lo que significa que cuenta con una evidencia científica sólida que respaldan los resultados y la seguridad de los pacientes”, destaca Molas.


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