La planta de residuos cloacales de Cipolletti inició la etapa de prueba

Las nuevas piletas permitirán tratar el 100% de los efluentes que van al río Neuquén. También procesarán los residuos de Fernández Oro. Hoy, casi la mitad de los desechos se descargan sin tratamiento.

La nueva planta de residuos cloacales de Cipolletti ingresó en una etapa de prueba piloto. Desde hace algunos días se puso en funcionamiento el nuevo tratamiento para los afluentes. El periodo llevará aproximadamente un mes para evaluar que todo el procedimiento sea correcto antes del corte de cinta para la inauguración. 

Además de los estudios técnicos que se están realizando, desde el DPA explicaron que el proceso para el tratamiento lleva un tiempo hasta depurar la contaminación.

Una vez que ese periodo esté concluido todos lo residuos que se descargan en el río Neuquén tendrán tratamiento. Así lo explicó el titular del organismo provincial Fernando Curetti.

 La nueva planta también tratará el 100% de los residuos que se generan en Fernández Oro. La obra de transporte de efluentes hasta la planta está concluido y también se está descargando en las piletas de Cipolletti. La obra tiene una previsibilidad de 10 años. 

Hoy la planta está funcionando en un 55% y el resto se vierten crudo a un brazo del río por calle Estado de Israel. En ese sentido, Curetti contó que cuando se originó el proyecto estaba pensada a 209 años pero con el crecimiento demográfico y la demora en su construcción esa cifra bajó a la mitad.  

La planta está funcionando bien, los resultados son positivos. El objetivo es tratar todo lo que estamos volcando al río Neuquén”.

Fernando Curetti, titular del DPA.

De cualquier forma explicó que ya hay un nuevo proyecto para la ampliación de la planta. El proyecto ya está en manos del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) que debe evaluar su factibilidad.

El funcionario explicó que entre 2025 y 2026 debe estar definido el proyecto de la ampliación. Si bien la planta se inauguraría en octubre, Curetti contó que se tomarán el tiempo necesario para que todo funcione. 

“La planta está funcionando bien, los resultados son positivos. El objetivo es derivar todo lo que estamos volcando al brazo del río Neuquén con tratamiento”, explicó.

Agregó que fue importante poder sumar a Fernández Oro que tiene una planta que es muy pequeña para la densidad demográfica actual y el crecimiento desmedido que tuvo la localidad. “También se va a tratar el 100% de los residuos cloacales de esa localidad”. 

La planta tendrá una capacidad de tratamiento de 1.335 m3/h. Por lo tanto, no sólo se tratará el 100% de los efluentes generados en la actualidad, sino que tendrá una proyección para cubrir una población de 128.150 habitantes, estimada con una proyección de diseño de 10 años.

Las lagunas de tratamiento son anaeróbicas, es decir que el efluente cloacal ingresa a la laguna y al estar cubierta genera la digestión anaeróbica del líquido, produciendo el biogás que luego debe ser circulado a la planta de quemado. 

La obra que se está ejecutando con fondos propios tiene un presupuesto oficial de más de 200 millones de pesos que se fue ajustando de acuerdo índices inflacionarios.  


“El proceso lleva un tiempo natural que hay que respetar”


El titular del DPA, Fernando Curetti, explicó que además de las pruebas que se están realizando con las nuevas piletas, el proceso químico del biogás lleva un tiempo “natural” y que hay que “respetar”.

Es decir que no se puede acelerar los tiempos de tratamiento.

Una vez que esa conversión se genere iniciará el proceso de tratamiento. En esa etapa y en las posteriores habrá un tiempo de inspección porque una vez que se ponga en funcionamiento no se puede detener.

“La obra está muy avanzada. El objetivo principal es cortar la descarga sin tratamiento al río Neuquén y que los cipoleños puedan usar la Isla Jordán como un lugar de esparcimiento. Curetti precisó que la cantidad de aireadores tiene una potencia de 600 HP.

Luego hay unas cubiertas de membrana que tienen como objetivo acumular el biogás, quemarlo y que los olores del biogás no salgan a la atmósfera. “Esas membranas tiene 51 mil metros cuadrados que se distribuyen en cinco hectáreas.

Además se conectó el sistema cloacal de Fernández Oro por medio de tuberías con tres bombas nuevas para poder bombear a la planta de Cipolletti”, detalló.


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