“La pobreza, a dos pasos de los que tienen”

La pobreza y miseria socioeconómicas fueron siempre motivo de miedo y de “defensa” para los que no están en esa situación. Miedo de ser “contaminados”. “Hay que mantenerlos alejados”, dicen unos, “hay que defenderse para no ser invadidos”, dicen otros. La pobreza es una situación o forma de vida “obligada” que se manifiesta principalmente en sectores de la población más desfavorecida, dando imposibilidad de acceso o carencia de recursos para satisfacer las necesidades físicas y psíquicas básicas humanas. La miseria es algo más profundo, el “más allá de la pobreza”, las condiciones de vida son más precarias e inconcebibles, los vínculos más distantes y la ayuda casi inexistente. La lejanía con el tejido social hace lugar a la exclusión y la “inclusión” es casi inexistente. La miseria es bien humana, no existe en el reino animal, a menos que no sea provocada por la “inteligencia” del hombre, obligando a los animales a vivir en condiciones también inaceptables. Estos estados, pobreza y miseria, inciden considerablemente en el desgaste psíquico, físico y social. La falta de medios económicos o ingresos muy bajos, desempleo o la precariedad provocan carencias alimentarias, falta de vivienda confortable, de espacios de vida, de acceso al agua potable y de asistencia sanitaria, los cuales inciden inexorablemente en la calidad de vida de las personas. Estos “estados” los obligan, además, a vivir en barrios completamente desfavorecidos, separados del resto y olvidados por los gobiernos en “sitio”. Los que pueden “escapar” a este infierno acceden a la educación. Ya sabemos lo que provoca la desnutrición en el medio de los niños y jóvenes escolarizados y que llevan generalmente al fracaso escolar y a otros problemas de salud más graves. En la Argentina estamos casi acostumbrados a cruzarnos o a convivir con esta pobreza. Lo que provoca los problemas sociales que ya conocemos, inseguridad, violencia, droga, etc. Además, nuestra mirada y comentarios no son siempre positivos, con lo que agravamos la situación de las personas que ya sufren considerablemente porque no todos son vagos, violentos, criminales o drogadictos y este mismo cuadro existe en otras categorías sociales. Los orígenes de estos estados sociales de pobreza son varios y se ha escrito mucho sobre este tema y se han dado soluciones teóricas y algunas prácticas, con ayudas varias en este sector de la población. Aparentemente, sin suceso de “fondo” porque la pobreza y la miseria continúan y avanzan implacablemente. Sin una voluntad fuerte de los gobiernos, ayuda de asociaciones, fundaciones, de ONG, de participación de la población, de educación, centros de formación de profesiones, empresas que puedan dar trabajos diversos, cooperativas, etc. nada se logra. Pienso que una acción conjunta de todos estos actores y trabajando con los miembros de este sector de la población lograríamos hacer mucho para menguar esta situación que nos afecta a todos. Osvaldo Corsino DNI 7.688.604 Neuquén

Osvaldo Corsino DNI 7.688.604 Neuquén


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios