La primera sidrera de Neuquén: una idea que surgió de la crisis

Una familia que quedó sin empleo reactivará las instalaciones de la juguera más grande de la región que está abandonada para la producción de sidra en Centenario. Prevé envasar en lata unos 8 millones de litros y también producir vinagre.

Héctor Orejas trabajó 25 años en el mismo lugar hasta que un día la crisis hizo que cierre. Quién diría que ese sería el puntapié para que uno de sus sueños se hiciera realidad.

Así, con cuatro de sus ocho hijos a cargos, es como surge la primera sidrera de Neuquén que funcionará en las instalaciones de Jugos del Sur.

Quien contó la historia fue uno de sus hijos, Fabián, quien junto a sus hermanos está a cargo de la naciente Frutos del Valle. La empresa proyecta fabricar ocho millones de litros de sidra -que en gran parte se venderá en lata- y cuatro millones de vinagre.

La historia de los Orejas está marcada por la juguera, que fue una de las más importantes del país.

“Mi papá trabajó de jefe de plaza, de logística, de todo hizo ahí adentro”, recordó Fabián.

Ese lazo intangible hizo que buscaran las instalaciones de Jugos del Sur, que tan bien conocían, para darle provecho a la fruta de la región con su propio emprendimiento.

Un año para proyectar

Fabián reconoce que el 2020 fue un año de crisis económica y de salud, pero valoró que también les permitió diseñar el proyecto.

El objetivo era aprovechar la fruta para industria de la región, pero, de fondo, la idea es dar nuevas oportunidades a los productores, que terminan eligiendo cambiar el perfil productivo para darle espacio al avance de los hidrocarburos o de los desarrollos inmobiliarios porque el negocio no tiene demanda o no es rentable.

“Los productores lo vieron con muy buenos ojos, van a tener donde volcar la fruta que sino se perdería por el granizo, es un alivio bastante grande”.

También una nueva vida a la juguera que fue parte de la decena que cerraron en los últimos años, golpeadas por la caída de la economía regional.

Para montar la “primera sidrera y vinagrera de Neuquén” (lo que Fabián cuenta con orgullo) los hermanos recorrieron a la experiencia de su padre y los conocimientos de un grupo de expertos que conocen el rubro y la zona.

Entre ellos se cuenta Juan Gómez, licenciado en Tecnología de los Alimentos que, desde su rol como capacitador en varios Centros de Formación Profesional Agropecuaria (los famosos “puestos”) y con su propio emprendimiento “Ávalon”, impulsa la elaboración de sidra desde hace casi una década.

A las voces de Fabián y Juan las une la expectativa.

En distintos momentos, ambos se encargaron de resaltar que el trabajo se enfoca en elaborar una sidra Premium por la calidad de la fruta de la región, los mejores insumos (sulfito, enzimas) del país y las levaduras traídas de España.

La expectativa crece porque falta poco tiempo para que la fábrica produzca.

Un dato

4
millones de litros es lo que esperan enlatar en unidades de 473 centímetros cúbicos que tiene de capacidad.

“En la producción de sidra del país hay un cambio de conciencia y de chip para competir y ofrecer calidad”.

Juan Gómez, licenciado en Tecnologías de Alimentos

El proyecto de envasado en latas y también a granel


Actualmente se terminó el mantenimiento productivo, mientras finalizan una obra eléctrica y un trabajo en una pileta de fermentación.

Si todo sale bien, los últimos días de febrero, aprovechando que ahora arranca la cosecha de manzanas, harán la primera molienda.

Con los resultados de laboratorio de esa primera experiencia, comenzará la producción continúa.

Esto también diferencia a Frutos del Valle porque las sidreras suelen trabajar de cara a las fiestas de fin de año.

La producción estará a la venta todo el año, en distintas versiones, desde finales de abril o mediados de mayo.

La sidra se ofrecerá en latas de 473 centímetros cúbicos. Es la gran apuesta de las sidreras, que detectan una mayor aceptación del público, sobre todo joven, en esta versión, explicó Gómez.

Deberán envasar afuera de la provincia porque Neuquén no tiene capacidad para enlatar los 4 millones de litros que necesita la firma.

También ofrecerán la sidra en barril, para integrarse al mercado de las cervezas artesanales en los locales gastronómicos.

La otra versión será a granel, para otras sidreras. Fabián evitó dar marcas, pero deslizó “son las más importantes y en el país solo hay unas cuatro de ese nivel”.

La sidra se llamará “Ocho14” en honor a la dirección de la casa de los padres, donde se gestó el proyecto. Para la Fiestas, tendrá una edición limitada, con una botella especial.

Una vez que produzcan la sidra, en Frutos del Valle comenzarán con el vinagre, que solo se venderá a granel y por el que ya tienen interesados.

Las perspectivas son las mejores, lo que permitiría duplicar la planta de personal, que tiene a 35 personas, para el año próximo.

Jugos del Sur se instaló en 1984 en Centenario y logró posicionar sus productos en todo el mundo porque fue la principal exportadora de jugos concentrados del todo el valle. En julio de 2018 la firma que la administraba vinculada a una familia que también tenía intereses en otras jugueras del país, se declaró en crisis y dejó en la calle a unos 40 trabajadores.

Estas instalaciones pasaron a formar parte de los íconos de elaboración de producción primaria que tiene Centenario, la tierra de pioneros, frente al crecimiento de la economía petrolera que todo lo deglute.

El otro ícono es el frigorífico del barrio Villa Obrera que se encuentra vandalizado.

“Frutos del Valle es un sueño heredado. Queremos darle utilidad a una magnifica fábrica como Jugos del Sur”.

Fabián Orejas, uno de los hijos de Héctor
La renovación de la firma que quedó desactivada.

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