La reducción del costo para endeudarse

Miguel Á. Knecht*

La tasa de referencia para endeudamiento disminuyó 13 puntos porcentuales pero tendencia reductiva no se extendió a los préstamos personales, ni al financiamiento de la tarjeta de crédito.


La reducción del costo de endeudamiento a que se hace referenciano se presenta en forma paralela con la disminución de las tasas pasivas de los bancos. Los préstamos personales en pesos tienen un costo promedio de 68% y desde el 10 de diciembre apenas bajaron 3,5 puntos.


En ese sentido, por lo expuesto anteriormente, los plazos fijos tradicionales a 30 días rinden cada vez menos y pierden sustento contra la inflación.
Esto desalienta el ahorro en ese instrumento en pesos. A pesar de lo expuesto, la tasa promedio de los plazos fijos minoristas es del 35% anual, que traducido a 30 días implica un rendimiento efectivo mensual del orden del 2,8%, por debajo de la inflación mensual.


La merma en el costo de endeudarse con una tarjeta de crédito básica no se presenta en forma paralela con la de las tasas pasivas. Los bancos cobran en promedio un 70% por endeudarse con la tarjeta de crédito hace más de tres meses, mientras que el Costo Financiero Total (CFT) supera el 150% en promedio. Además, existió un aumento de la mora en algunas entidades que debe compensarse con mayor diferencia entre las tasas que pagan los bancos a los ahorristas y las que cobran a sus clientes por financiarlos.
Por otro lado, los préstamos personales en pesos promedio presenta un costo para quienes los toman de 68% promedio y desde el 10 de diciembre apenas bajaron 3,5 puntos porcentuales según la información que publica el Banco Central.


Por otra parte, la tasa por financiación de saldos y la tasa por adelanto en efectivo que cobran los bancos privados en enero superan el 125%, según el relevamiento que publica la autoridad monetaria en el marco del régimen de transparencia.


Se sabe que por el lado de las tasas de tarjetas de crédito y otras tasas de financiación de consumo hay que tener en cuenta que ha existido un aumento de la mora en algunas entidades que debe compensarse con mayor diferencia entre las tasas que pagan los bancos a los ahorristas y las que cobran a sus clientes por financiarlos.


Únicamente existió una disminución en las tasas de interés de los créditos, fundamentalmente lo que son los préstamos a empresas. Sin embargo, no ha sido así en los préstamos personales.


En ese contexto, juegan cuestiones cono la relación comercial de los bancos con los clientes. Y el hecho de que en los créditos personales, desde la demanda, se suele mirar más la magnitud de la cuota que la tasa de interés. Para finalizar, nuestra moneda ha perdido valor y en consecuencia la gente apuesta al dólar como el gran salvador. Si fuese al revés nuestra lucha contra la inflación la hubiésemos ganado porque un país que dispone de una moneda fuerte no hace falta respaldarse en otro valor extranjero para fortalecer el propio.

*Docente, exconcejal del PJ


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios