La revolución de los carritos de comida

Tras varios meses castigados por la pandemia, los food trucks volvieron a aparecer con el comienzo del verano y disfrutan un buen momento. Comida al aire libre, distanciamiento y camaradería entre emprendedores, algunas de las claves de este éxito.

La gastronomía fue uno de los tantos rubros afectados por la pandemia que azota al mundo desde principios de 2020. Sin embargo, los carritos de comida (también conocidos como food trucks) fueron sin dudas de los que más sintieron el coletazo, puesto que en muchos casos no lograron abrir hasta fines de año.


En el caso de Roca, a partir de las fiestas de diciembre se aprovecharon varios espacios verdes de la ciudad como el Paseo del Canal Grande, el Bicentenario, el Canalito y el Náutico y la Isla 32. Allí, los carritos trabajan de jueves a domingos por la noche, con los mismos horarios de restricción que otros negocios.

Uno de los primeros ejemplos, y quizás de los más recurridos en estos días de calor, es el carrito de Politburó, el fabricante de cerveza artesanal de Roca. Con Eugenio Cacopardo y Marcos Miquelez a cargo, suele tener una gran cantidad de clientes esperando para una refrescante pinta.

“La respuesta de la gente ha sido muy buena. Nosotros primero estuvimos en Canal Grande y La Pampa, y la gente fue. Después nos movieron de lugar y la gente nos mandaba mensajes para ver dónde nos habíamos ido”, comentó Eugenio, al tiempo que aseguró que “estamos trabajando bien, y los carritos son una entrada que nos resulta beneficioso”.

Hernán Di Giacomo, del bar móvil y sustentable Francois, se sumó a esta corriente y explicó que “la respuesta de la gente es buena, hay puntos donde ya hay concurrencia habitual y los food trucks le suman una propuesta al lugar, y en otros casos directamente están siendo el atractivo. En nuestro caso estamos en Gadano y Don Bosco, que ya es un punto de encuentro habitual, así que el servicio que se brinda es una comodidad también para los visitantes”. Además, añadió que “estamos contentos de poder volver a levantar el toldo, poder volver a trabajar, y estar en contacto con clientes, colegas y amigos nuevamente”.

Durante la tarde es habitual ver grupos de amigos tomando una cerveza a la vera del Canal. (Foto: Andrés Maripe)


Acostumbrados a la dinámica del food truck por su presencia en distintas ferias gastronómicas como Semilla, Gula o hasta la Fiesta de la Manzana, Eugenio comentó que para Politburó la cuestión protocolar no fue ningún obstáculo: “Trabajamos mucho con alcohol 70%, tenemos rociadores por todos lados porque siempre estamos desinfectando por las contaminaciones propias de la cerveza. No nos cambia mucho las formas. En el camión también, siempre desinfectamos las canillas y las lavamos constantemente”.

Algo parecido comentó Hernán, quien aseguró que “en realidad en gastronomía siempre se cuida mucho este aspecto, y hoy día se agrega el uso del barbijo, la distancia en la atención, pero siempre se cuidó y nos cuidamos. El público ya lo tiene incorporado el protocolo. Tenemos un refuerzo en gráficas e información por parte del Municipio que suma, porque sigue reforzando la información. Pero en general hay cuidado en este aspecto”.

Respecto a la postura de los clientes, Eugenio aseguró que “la gente respeta, por ahí le cuesta un poco el distanciamiento. No es momento de relajarse, si vemos mucha gente les pedimos que esperen y les decimos que ya los vamos a atender”.

En Neuquén, hay alternativas fijas disponibles desde mucho antes de la pandemia, pero ahora ha crecido la afluencia. (Foto: Yamil Regules)


A todo esto hay que sumarle algunas cuestiones particulares. Así lo cuenta Eugenio, ya que en el caso de Politburó “nos acercó mucho al consumidor final sin intermediario. Ahora tenemos una relación más cercana con la gente que antes no la teníamos. Solíamos despachar mucho a bares y ahora es más consumidor final, por ejemplo”.

En relación a la camaradería con el resto de los emprendedores, Di Giácomo explicó que “nadie se salva solo, eso está muy claro. En la gastronomía hay un constante fortalecimiento grupal, que es muy bueno para el crecimiento individual de cada emprendimiento”; mientras que Cacopardo deslizó que “la relación es buena, siempre cuando armamos ferias o estos espacios tenemos mucha comunicación. Nos acompañamos, nos damos seguridad”.

La situación se repite en toda la región. En Neuquén, en solo un abrir y cerrar de ojos, se han multiplicado los espacios gastronómicos de food trucks.

Muchas familias aprovechan sus paseos al aire libre para detenerse y disfrutar alguna opción gastronómica. (Foto: Andrés Maripe)


Desde el exitoso inicio del primer espacio público, situado en Fava y Avenida Argentina, se repitieron las experiencias en el Parque del Este, en la Plaza de la Mujer y en la isla 132.

Este verano proliferaron los patios de carros de comida en la zona del Río Grande, como en Corrientes y Purmamarca y La Pampa y Aconcagua.

La subsecretaria de Comercio de la Municipalidad, Gabriela Cagol explicó que “estos espacios vienen funcionando desde el año 2015”, y que hay un crecimiento de la demanda para generar nuevos espacios desde febrero.

2015 fue el año en que Neuquén le dio un impulso grande a los carritos de comida. (Foto: Yamil Regules)


La irrupción de la pandemia no impidió el crecimiento de este fenómeno gastronómico sobre ruedas. Cagol comentó que está próximo a abrir un nuevo patio de estas características en la calle Río Senguer.

La funcionaria municipal detalló que se ha trabajado con intensidad en el acondicionamiento de baños y otras exigencias para respetar los cuidados bromatológicos y sanitarios por el coronavirus.


En Roca, se habilitó hace pocas semanas



 A diferencia de Neuquén, donde los carritos cuentan con un puesto fijo hace ya largo tiempo y crecen cada vez más, en Roca la situación recién está empezando a transformarse en una opción “fija”.

 Por ejemplo, en el contexto de pandemia, recién se les permitió abrir a fines de diciembre en los distintos espacios verdes ubicados en los Paseos del Canal Grande, el Bicentenario, Canalito, Náutico e Isla 32.


 Según el protocolo impuesto por el Municipio de Roca, la idea es que los food trucks estén organizados en grupos de seis carros como máximo en los distintos espacios.

 Los carritos podrán atender al público de jueves a domingos incluidos, con el tope de horario de la 1 de la mañana.

 La apertura de los food trucks se dio durante la época de las fiestas, y rápidamente encontró una buena respuesta del público.


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