La semana en San Antonio Oeste: Letargo otoñal 26-4-03
Esta semana se presentaron los números de la última temporada. Y, como se preveía, se supo que la afluencia de visitantes fue la más alta en la historia de esta villa. Pero no todo es color de rosa, no sólo por la cantidad de quejas referidas a la poca adecuación de la calidad de los servicios en relación a los precios que se cobraron, sino también por la quietud que se percibe en estos días. Quietud que involucra a autoridades y prestadores y que además de alejar la posibilidad de que arriben visitantes en baja temporada, alientan los temores de que para el próximo verano no se resuelvan los diversos problemas detectados, que requieren de soluciones conjuntas. Semana Santa evidenció este letargo generalizado, a excepción de algunos casos de prestadores inquietos que se mantuvieron en movimiento. Mientras la cordillera hubo buena ocupación, en Las Grutas la afluencia no fue masiva en el último fin de semana. Quizá por la inacción de quienes deben generar propuestas para que los turistas opten por este lugar. En verano, las aguas se mantienen cálidas y la playa ardiente. Como se sabe, las bondades de esta zona se han difundido en todo el país y la devaluación obliga a muchos potenciales veraneantes a vacacionar en Argentina. Así, es lógica la elección de esta villa preparada especialmente para ello. El desafío es provocar que los turistas arriben cuando al mar solamente se introducen los corajudos y cuando la playa es un lugar de paso y no de permanencia durante todo el día. Es ahí cuando debe usarse el ingenio: gran ausente de la última Semana Santa, en la que más allá de muestras de cuadros, dos obras de teatro y un concurso de pesca, no se organizaron eventos y actividades que pudieran atraer visitantes. La costa es bella tanto en abril como en enero. La tranquilidad que ofrece en estas épocas es incomparable. Existen alojamientos disponibles y hay comercios abiertos todo el año. Sólo hay que generar atractivos que complementen la oferta natural y de negocios. Espectáculos culturales, deportivos, gastronómicos, excursiones o convenciones organizadas en forma conjunta entre los privados y la comuna. Y este año no puede decirse que no existe dinero para ello, porque para todos fue una temporada exitosa. No obstante, podrían pensarse opciones sin demasiado costo. Pero todo indica que el invierno viene acompañado por el letargo. En el encuentro de esta semana destinado a evaluar la temporada, unos pocos comerciantes con el respaldo de la comuna propusieron unirse para empezar a trabajar en conjunto con el fin de dar solución a los problemas existentes. Es tiempo de hacer de este centro turístico un lugar único en verano y una opción válida para disfrutar cuando el clima se torna fresco. En el ámbito político, una noticia sacudió a la ciudad. Carlo Carassale quiere ser candidato a intendente. Para ello espera que la Corte Suprema de la Nación respalde su apelación a la condena que lo inhabilita a perpetuidad para ejercer cargos públicos. Mientras la Corte no se expida, la sentencia de la Cámara del Crimen, ratificada por el STJ, queda en suspenso. Si la decisión de la Corte es contraria a sus intereses, Carassale asegura que se escudará en los fueros que empezarían a regir, según afirmó, desde que su candidatura se presente oficialmente ante la Justicia Electoral.
Pedro Caram pcaram@canaldig.com.ar
Esta semana se presentaron los números de la última temporada. Y, como se preveía, se supo que la afluencia de visitantes fue la más alta en la historia de esta villa. Pero no todo es color de rosa, no sólo por la cantidad de quejas referidas a la poca adecuación de la calidad de los servicios en relación a los precios que se cobraron, sino también por la quietud que se percibe en estos días. Quietud que involucra a autoridades y prestadores y que además de alejar la posibilidad de que arriben visitantes en baja temporada, alientan los temores de que para el próximo verano no se resuelvan los diversos problemas detectados, que requieren de soluciones conjuntas. Semana Santa evidenció este letargo generalizado, a excepción de algunos casos de prestadores inquietos que se mantuvieron en movimiento. Mientras la cordillera hubo buena ocupación, en Las Grutas la afluencia no fue masiva en el último fin de semana. Quizá por la inacción de quienes deben generar propuestas para que los turistas opten por este lugar. En verano, las aguas se mantienen cálidas y la playa ardiente. Como se sabe, las bondades de esta zona se han difundido en todo el país y la devaluación obliga a muchos potenciales veraneantes a vacacionar en Argentina. Así, es lógica la elección de esta villa preparada especialmente para ello. El desafío es provocar que los turistas arriben cuando al mar solamente se introducen los corajudos y cuando la playa es un lugar de paso y no de permanencia durante todo el día. Es ahí cuando debe usarse el ingenio: gran ausente de la última Semana Santa, en la que más allá de muestras de cuadros, dos obras de teatro y un concurso de pesca, no se organizaron eventos y actividades que pudieran atraer visitantes. La costa es bella tanto en abril como en enero. La tranquilidad que ofrece en estas épocas es incomparable. Existen alojamientos disponibles y hay comercios abiertos todo el año. Sólo hay que generar atractivos que complementen la oferta natural y de negocios. Espectáculos culturales, deportivos, gastronómicos, excursiones o convenciones organizadas en forma conjunta entre los privados y la comuna. Y este año no puede decirse que no existe dinero para ello, porque para todos fue una temporada exitosa. No obstante, podrían pensarse opciones sin demasiado costo. Pero todo indica que el invierno viene acompañado por el letargo. En el encuentro de esta semana destinado a evaluar la temporada, unos pocos comerciantes con el respaldo de la comuna propusieron unirse para empezar a trabajar en conjunto con el fin de dar solución a los problemas existentes. Es tiempo de hacer de este centro turístico un lugar único en verano y una opción válida para disfrutar cuando el clima se torna fresco. En el ámbito político, una noticia sacudió a la ciudad. Carlo Carassale quiere ser candidato a intendente. Para ello espera que la Corte Suprema de la Nación respalde su apelación a la condena que lo inhabilita a perpetuidad para ejercer cargos públicos. Mientras la Corte no se expida, la sentencia de la Cámara del Crimen, ratificada por el STJ, queda en suspenso. Si la decisión de la Corte es contraria a sus intereses, Carassale asegura que se escudará en los fueros que empezarían a regir, según afirmó, desde que su candidatura se presente oficialmente ante la Justicia Electoral.
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