La supremacía blanca

Neuquén

La reciente matanza en dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch, que dejó 50 muertos, es la última de una cantidad de ataques que van desde Estados Unidos hasta Europa y Oceanía y están motivados por la convicción de que la raza blanca está en peligro. La amenaza que sienten esos lobos solitarios de la sinrazón incluye a judíos, musulmanes, inmigrantes, refugiados, feministas y líderes políticos.

Ese nacionalismo blanco planetario que predica un ideal “europeo” imaginario carece de liderazgo y se manifiesta en individuos que actúan en forma independiente, fuera de toda organización. El último ejemplo es, precisamente, Brenton Tarrant, el australiano de 28 años que atacó en Christchurch, quien explicó en una declaración que su propósito era “aplastar la inmigración” y vengar los atentados perpetrados en Europa.

Impasible, esposado y vistiendo el uniforme de los detenidos, este exprofesor de fitness apareció brevemente ante la prensa, después de su inculpación, haciendo el gesto de “ok”, que se forma uniendo el pulgar con el índice, convertido en el signo mundial de los adeptos a la supremacía blanca.

Joaquín Bertrán

DNI 5.433.822