Las propuestas de los candidatos a senadores por Neuquén para Vaca Muerta

Coincidieron en utilizar la palabra previsibilidad. La infraestructura escasa estuvo presente. Los más osados plantean la necesidad de cambiar el porcentaje de regalías que recibe la provincia o nacionalizar todos los recursos.

Previsibilidad es una de las primeras palabras que surgen de los candidatos a senadores de Neuquén cuando la pregunta es Vaca Muerta. Otros arriesgan propuestas más osadas: cambiar el porcentaje de regalías que recibe la provincia o bien nacionalizar todos los recursos.

En la antesala de la veda electoral, “Río Negro” le preguntó a los cinco candidatos que encabezarán las listas de senadores el próximo domingo qué legislación proponen para desarrollar la industria y qué falta en materia ambiental y de infraestructura.

Los partidos y alianzas en juego serán el Frente de Todos, Juntos por el Cambio, el MPN, Consenso Federal y el FIT. Los primeros vienen de hacer una buena elección en las PASO de agosto, pero la coalición macrista carga una incertidumbre a cuestas y es la de no saber quién encabezará su nómina en el cuarto oscuro. Pablo Cervi se convirtió en el reemplazante del fallecido Horacio Quiroga por decisión de la justicia electoral local, pero hoy la Cámara Nacional Electoral deberá resolver si accede a la apelación que presentó la segunda en la lista, Lucila Crexell, para encabezar el corrimiento.

El MPN busca cosechar ventaja del desorden y confía en su despliegue “infernal” de reparto de boletas para evitar votos nulos como ocurrió en las primarias.
La mayoría de las agrupaciones cerrará sus campañas hoy con actos o capacitación a fiscales.

Vaca Muerta es una realidad para los argentinos por una decisión histórica que tomó Cristina Kirchner y que fue la nacionalización de la mayoría accionaria de YPF. Nosotros siempre alentamos la inversión del capital y la tecnología que no tenemos para su desarrollo, pero Vaca Muerta tiene que ser primero para lograr el abastecimiento para nuestro país, para que los consumidores puedan acceder a tarifas racionales que puedan ser pagadas y que permitan el desarrollo de una industria nacional que hoy han destruido. En segundo lugar, queremos que tenga un beneficio para todos los neuquinos y no sólo a los de Añelo o los trabajadores vinculados a la actividad.

En tercer lugar, debe servir para obtener las divisas que la Argentina que necesita para desarrollarse. Las prioridades deben ser al revés de como hizo el gobierno de Macri: hoy la producción bajó pero exportamos gas porque no consumimos. Cuando llegue el momento, Alberto Fernández propondrá su modelo energético que, sin duda, no es este.

Creemos que la clave es que se generen condiciones de previsibilidad para quienes vienen a invertir, sobre todo desde lo fiscal y en lo que refiere a “costos grises” como decía Pechi Quiroga por aquellos que los CEO de las empresas no le pueden explicar a los accionistas. Tenemos que trabajar en eso porque hoy se compite con desarrollos en otros lugares del mundo que tienen otras condiciones.

Por otro lado, es importante la infraestructura para saber cómo sacar la producción y cómo generar valor agregado dentro de la provincia. Esto se puede hacer generando capacidad de refinación para generar los combustibles acá y pensando en exportar hacia el Pacífico que es el gran mercado en crecimiento hoy.

En infraestructura, está claro que la ruta 7 quedó chica, hace falta conectividad vial y nuevos ductos para evacuar la producción.
En materia ambiental, tenemos leyes pero aún hay que trabajar bastante en cómo aplicarlas y cómo avanzar en lo que hace a la capacidad para tratar lo que genera la actividad.

A mí me preocupa un tema y son las obras de infraestructura para evacuar la producción. Tenemos 125 pozos parados sin producir porque estamos en un cuello de botella. Si no se hace el gasoducto a San Nicolás, la planta de licuefacción en el puerto de Bahía Blanca, si no definimos por dónde evacuar hacia el Pacífico porque tenemos el oleoducto trasandino inactivo, vamos a estar en problemas.

Esto demora dos o tres años construirlo, ¿qué vamos a hacer en ese tiempo?

En legislación, Vaca Muerta necesita previsibilidad. Las inversiones tienen que venir desde afuera y, si no se les asegura a las empresas que puedan tener disponibilidad sobre una parte, no van a venir. Hay que asegurarles esto y que las reglas de juego no van a cambiar. Es el proyecto de ley que he presentado y tiene estado parlamentario en el Congreso. Sé que el gobierno que venga tendrá su proyecto y lo bueno es que la provincia ya estará en la discusión porque tiene el suyo. Espero que el próximo gobierno ponga mucha atención a esto.

Nuestro espacio ha hablado con Roberto Lavagna sobre declarar, por ley, a Vaca Muerta como política de Estado con un acuerdo con todos los actores involucrados en la industria y con consenso de los gobernadores, especialmente el de Neuquén. Deben fijarse políticas de exploración, de desarrollo y tributarias a unos 50 años para que no siga sucediendo como en los últimos cuatro gobiernos donde permanentemente se cambian las reglas de juego.

Hoy tenemos una superficie explorada del 3% y tenemos que llevarla al 10% para ingresar dólares genuinos de exportación a los mismos niveles en que hoy ingresan por la soja. También buscaremos una modificación a la ley de hidrocarburos para llevar del 15% al 18% las regalías que perciba la provincia por los nuevos contratos de no convencionales.

Se plantea crear una Agencia Ambiental de Desarrollo para que la Nación y las provincias se ocupen de controlar, no sólo Vaca Muerta, sino todos los emprendimientos con alta posibilidad de afectación.

Nuestro planteo sobre la política hidrocarburífera y Vaca Muerta es que se sostiene con un esquema de saqueo y de piedra libre a la contaminación para las grandes petroleras. El esquema actual de concesión es muy perverso porque implica que, a cambio de unas chirolas que pagan de regalías, el hidrocarburo extraído del suelo pase a ser de dominio para las petroleras tal como dice la ley madre que es la 17.319, de la época del dictador Onganía. Así es imposible que los recursos sean nuestros.

Proponemos la nacionalización de toda la industria bajo la dirección de los trabajadores petroleros y las organizaciones ambientalistas, que son los únicos interesados en que el recurso no se fugue al exterior y en acotar los niveles de contaminación y saqueo que hay en este momento.

Hay que ir acotando la hidrofractura que, a todas luces, ha provocado estos sismos recurrentes que vemos y un régimen laboral de esclavitud que hay en los yacimientos. Vamos a proponer revertir la adenda que firmó Pereyra con las petroleras.


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