Lecturas: “Némesis”, la última novela de Philip Roth

Ante de su muerte, el escritor norteamericano dejó esta novela que retrata la epidemia de polio en una ciudad de EE.UU., durante el verano de 1944 y la convierte en una metáfora para explorar la condición humana.

“Castigo – venganza” serían los dos significados de “Némesis”, un término de origen griego. Así se titula la última novela que escribió antes de morir el autor estadounidense Philip Roth. La leí la semana pasada por recomendación de mi amigo Jesús Nori. La vigencia del tema que aborda nos lleva a nuestra situación actual: una pandemia.


Ya vimos cómo la literatura se hizo eco en las dos obras que tratamos hace poco, “La peste” de Albert Camus y “El amor en los tiempos del cólera” de García Márquez.

“Némesis” (Mondadori, 2012) trata sobre una epidemia de poliomielitis en la ciudad de Newak en el estado de New Jersey (EE. UU.), ciudad de 430.9000 habitantes. Los hechos se sitúan especialmente en el barrio judío de Weequahic a partir de julio, pleno verano de 1944. Bucky Cantor, veintitrés años, recientemente Licenciado en Educación Física es el encargado de un Centro Recreativo de Deportes de Verano, su rol es entrenar en distintos tipos de deportes a los varones, sobre todo a adolescentes. Respetado y también muy admirado por sus alumnos tiene un futuro promisorio tras lograr vencer muchas dificultades. Su madre había muerto después del parto, su padre, un ser sin escrúpulos, está preso por estafador.

Fue criado con mucho amor por sus abuelos maternos, y a pesar de una seria dificultad visual que lo obliga a usar anteojos, puede hacer a la perfección todo tipo de actividades físicas. Está de novio con Marcia Steimberg, hija de un prestigioso médico del distrito, es una joven maestra que ha aceptado trabajar en un campamento de vacaciones para niños y niñas en las montañas de Pocono, Estado de Pensilvania.

La novela está dividida en tres partes. La historia comienza con la llegada al Centro de un grupo de jóvenes del barrio italiano, vienen a escupir la entrada para infectar de polio a los judíos a quienes acusan de causar la peste.


Cantor los detiene con autoridad y logra que se retiren, limpia los escupitajos y la jornada vuelve a su normalidad. Sin embargo poco después los casos empezarán en el entorno, dos de sus mejores alumnos enferman y mueren en cuarenta y ocho horas.

Bucky asume un compromiso especial con las familias de las víctimas, las visita, participa tanto en las ceremonias religiosas como en los funerales y así se encontrará con las conductas reactivas de la gente: miedo, pánico, ira, culpa, desconcierto, sufrimiento y dolor, mucho dolor. Conductas de los otros y de él mismo que no logra superar. Llega a tal grado de desesperación que visita sin anunciarse al padre de Marcia. Este lo recibe con mucho cariño y lo pone al tanto de lo poco que se conoce de la enfermedad: es un virus, no se sabe su origen ni la forma de transmisión, no hay vacuna posible y así logra apaciguar a tal punto la ansiedad y la desesperación del muchacho, que este se atreve a pedirle permiso para comprometerse con su hija, a lo cual Steimberg acepta encantado.

Cuando ya sus fuerzas físicas están al límite piensa ir un fin de semana a la costa del mar para descansar. En ese momento su novia lo llama desde el campamento de verano para ofrecerle el puesto de director de deportes, ya que la persona a cargo fue reclutada para la guerra en Europa.

La segunda parte, Indian Hill se sitúa en el campamento, conoceremos cómo está organizado, la filosofía con que se asumen las actividades de los 250 chicos acampantes. Los enamorados se encuentran, ella es monitora jefe de las niñas, hasta tienen tiempo después de la cena de llegar en bote a una isla cercana. Esa realidad le parece a nuestro protagonista un paraíso, todo se transforma cuando los alcanza la epidemia.


La ultima parte, Reunión, sucede en 1971, el arquitecto Arnold Mesri Krig reconoce en la calle a su profesor de educación física, así tendremos acceso al final de la historia de Cantor.

Un narrador omnisciente lleva adelante el relato, finalmente lo reconoceremos en el alumno, ya arquitecto, con el que el protagonista se encuentra veintisiete años después.

El libro cierra con un brillante relato de la exhibición que Cantor, en julio del 44, les había hecho a sus alumnos de cómo se hace el lanzamiento de la jabalina.

“Némesis”, como la tragedia griega nos muestra lo inevitable de la llegada de una peste. Los lectores ya mayores recordarán una epidemia de la misma enfermedad que atacó a Argentina en 1956. Nos queda abierta la interpretación del título: “Castigo o Venganza”… ¿De qué y por quién?


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