Llegan las fiestas y el asado se disparó a $850 en la región

No faltará carne en Río Negro y Neuquén, pero los precios están por las nubes. Sólo en los súper se consiguieron ayer dos cortes parrilleros baratos, establecidos por Nación.

La carne tienta… Pero los precios están al doble que en la pampa húmeda

El asado y los cortes más buscados para las fiestas de fin de año no faltarán en la región . Pero hay que sacar el billete más grande, el de $ 1.000, ya que el kilo trepó hasta un máximo de $850 en las carnicerías, como sucede en Neuquén y Bariloche. Y no descartan que siga subiendo en los próximos días.

Si bien la parrilla es tradición en estas fechas, el valor de la carne se duplicó desde que rige la cuarentena y enciende alarmas.

Hoy mandan los bolsillos flacos y el temor que instaló el efecto pandemia. Los carniceros consultados por Río Negro lo resumieron con un dato: estimaron en un 25% la caída de las ventas, comparadas con el 2019.

«Los precios del acuerdo son imposibles acá, si nos bajan la media res de ternera a 390 pesos».

Luis Rodríguez, carnicero de Viedma.

“Se cuidan mucho. Miden más antes de comprar. Algunos nos hacen pedidos telefónicos, pero la gran mayoría quedó corta con el sueldo y esperan el aguinaldo. El lunes y martes los tendremos a todos apurados frente al mostrador, porque las fiestas son las fiestas”, resumió Javier, empleado de la carnicería “Los Molinos” de Roca, al explicar el comportamiento de los clientes.

Largas colas en los súper . Ayer largaron con los únicos cortes baratos que ingresan a la región por el acuerdo para las fiestas: matambre y vacío por debajo de 500 pesos.

El asado de superoferta que anuncia Nación a $350 no llegó a la región por las restricciones para la carne con hueso al sur del río Colorado.

Sí se consiguen en los supermercados el matambre a $480 pesos y el vacío a $460, aunque con ventas restringidas. Largas colas hubo ayer en las sucursales de las cadenas y temen que el stock se agote en las próximas horas.

Por un chivito del norte neuquino de hasta 7 kgs. habrá que desembolsar $ 7.000 en el Alto Valle. Una cifra que muestra la especulación de los intermediarios. El productor lo vende en su zona a $ 3.500. (Ver pág 4)

Los acuerdos de precios tipo se vienen aplicando en forma ininterrumpida desde la década del 70 para estas fechas. Pero con mínimo efecto real sobre el consumidor y el mercado.

“Aquí ni noticias de ese acuerdo; y además es imposible, porque a nosotros (los proveedores) nos bajan la media res de ternera a un costo que oscila entre los $387 y los $ 390”, advirtió Luis Rodríguez, un carnicero de Viedma.

“El consumo está estancado por la falta de circulación de dinero. Eso permitió que todos los frigoríficos mantengan el stock en las cámaras de frío. Aunque el precio de acá a Año Nuevo podría incrementarse entre un 15 y 20%”, declaró Darío Vázquez, contador del matadero de Beltrán, que faena para el Alto Valle.

En la ronda de consultas de este medio a frigoríficos de Roca, Bariloche, Valle Medio y Viedma, todos garantizaron el abastecimiento para las fiestas.

Caída

25%
La baja del consumo de carne con respecto al 2019, según las estimaciones de los carniceros consultados.

En Bariloche la provisión de carnes mantiene su nivel habitual, sin faltantes significativos. A ello contribuyen los precios en alza -que en noviembre subieron un 30%- y el stock que presentan los comercios.

El Frigorífico Río Negro es el único habilitado en la ciudad lacustre y mantiene su nivel de faena mensual estable, en 800 vacunos. Hace una semana empezó con la temporada de corderos, que fueron reservados para a Navidad. El titular del frigorífico, Mario Barbagelata, dijo que abastecen de carne con hueso a muchas carnicerías y establecimientos locales y que “no hay faltantes por ahora”.

Lamentos

“Con todos los costos, estamos muy lejos de vender al precio del acuerdo que hizo Nación con los exportadores”, insistió Luis Rodríguez. Ramiro Cascall, otro carnicero de Viedma coincidió en que “son imposibles esos precios”. Pero aclaró que no habrá problemas de abastecimiento porque “decayó en un 25% el consumo de carne” respecto al 2019.

Desde los frigoríficos hicieron referencia a los vaivenes en la comercialización. Se dice que es poca la oferta a nivel nacional y regional, pero “la verdad es que en la región subió mucho el precio de la hacienda. Ya en junio y julio llegó a estar 50% más cara que al norte del Río Colorado. Además, en los últimos 20 días aumento mucho al norte -cerca de un 30%- y en Viedma un 10%”, declaró un ganadero.

Los empresarios estimaron que no faltará el asado ni los cortes más pedidos para las fiestas, siempre y cuando no se produzca una sobredemanda.

Desde el frigorífico Fridevi se señaló que faenan muy poco para exportación por la falta de oferta de novillo pesado en la región. En consecuencia “los precios de la región siguen mucho más altos que en la pampa húmeda”.


La mayoría stokeó para llegar bien


Los cortes que más se buscan en las fiestas, además del asado, son el peceto, la colita de cuadril y el matambre. Puede haber una mayor escasez , pero como los carniceros conocen el comportamiento de los clientes, la mayoría “stockea” para tener mercadería en el momento.

Así lo indicó Mario Barbagelata, dueño del frigorífico Río Negro en Bariloche.

Cristian Weich, de la carnicería Dellcampo, dijo que todos los cortes están, aunque “puede ocurrir en casos específicos que falte alguno, como la lengua, que en el año no se vende nada y ahora todos la piden”. Dijo que con el cerdo puede haber desbalances porque “todo el mundo compra pechito, y a lo mejor sobran el carré o la pulpa”.

En Carnicerías Del Barrio confirmaron la escasez de algunos productos como cerdo, chivito y cordero. Se repite en estas fechas, se indicó.


Análisis: Los precios se duplicaron con la pandemia


Por Javier Lojo


Los números oficiales muestran el duro golpe que sufrió el bolsillo del consumidor con la suba de los alimentos durante la pandemia. La carne no queda fuera de este escenario.

Los datos del Indec destacan que un kilo de asado en CABA y GBA costaba en marzo de este año en un promedio de 219 pesos mientras que el mes pasado terminó en los 411 pesos, mostrando un salto del 90% en solo ocho meses. Algunos cortes llegaron a reflejar incrementos de más del 120% durante marzo-noviembre de 2020.

Hoy esos valores ya fueron superados y el asado se lo encuentra a no menos de 500 pesos el kilo en ese centro urbano. Lejos, muy lejos, de los números de inflación registrados en ese mismo período.

Trasladado este contexto a la región patagónica, la situación se complica aún más.

Con el pretexto de la barrera sanitaria, varios son los operadores de la cadena que no dudan en acelerar la suba de precios.

Es así como hay ciudades en la que los incrementos de ciertos cortes saltaron hasta el 150% con valores en el asado con hueso cercanos a los 900 pesos por kilo; casi el doble de lo que se lo puede conseguir en el mercado pampeano.

¿A qué se debió este salto?

El mercado de la carne históricamente mostró cierto grado de estacionalidad, lo que se refleja en las variaciones de sus cotizaciones en el mercado. Sin embargo, este año la situación fue totalmente atípica por los enormes saltos registrados.

Cinco han sido las variables, entre otras tantas secundarias, que determinaron este fuerte incremento en el valor del producto en nuestra región.

La suba del precio del ternero y categorías en general. Según datos suministrados por el mercado de carnes, los valores de la hacienda en pie subieron –en promedio a nivel nacional– más del 50% desde inicios de año. Muchos han sido los ganaderos que, con pesos en sus manos, buscaron resguardo de la devaluación a través de la compra de animales y esto presionó sobre la demanda, especialmente sobre el ternero. Este mismo escenario se vio entre los ganaderos de nuestra región que veían como los pesos –producto de las ventas– que tenían en sus manos perdían valor mes a mes.

Valores de los commodities en alza. Los productos primarios mostraron una importante demanda en el mercado internacional en lo que va del año lo que generó una suba generalizada de precios. El maíz, alimento básico para la ganadería, creció cerca del 100% en el mercado local. Esto termino por influir en la estructura de costos de la actividad que, en su gran mayoría, fue trasladado al consumidor.

Ventas al exterior. Entre marzo y octubre –último dato oficial– las ventas pasaron de representar respectivamente el 25,8% y 30,6% del total producido de carne en el país. Es decir, la presión de la demanda de exportación aumentó su importancia en 4,8 puntos porcentuales. Así, menos producto quedó disponible para el mercado interno local y, menos aún, para el consumo al sur de la barrera.

Cambios de hábito en pandemia. La demanda en el mercado de la carne cambio. El consumo cayó a poco más de 50 kilos por habitante por año –llegó a estar arriba de los 60 kilos años atrás– y se concentró en aquellos sectores de poder adquisitivo que convalidaron esta importante suba de precios. Aquellas familias que tuvieron que ajustar sus presupuestos, orientaron su demanda al cerdo y al pollo como productos alternativos al vacuno.

Enorme nivel de especulación. La barrera sanitaria, que impide el libre comercio de carne entre el sur y el norte del río Colorado, siempre ha sido excusa para subir los valores del producto al consumidor. En teoría el asado debería ser uno de los pocos cortes que no ingresan desde el norte a nuestro mercado por lo que su precio diferencial –más alto respecto de los valores del resto del país– estaría justificado. Sin embargo, todos los cortes toman como referencia este diferencial subiendo sus cotizaciones pese a que no existen causas de mercado para ello.


Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios